Capítulo VII

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"Estaba profundamente enamorado del único hombre en el mundo que quería que fuera todo en su vida."


.-

Louis se regañó mentalmente por estar coqueteando de manera tan descarada en un momento tan importante. Lo dejaría para después, no era apropiado.

-Estoy muy seguro de que podrías, no por nada eres uno de los Dom más conocidos en Europa. -Su amigo le sonrió perverso y Louis no pudo evitar rodar los ojos al escucharlo, el rizado sabía que odiaba que le dijera eso.

-No soy conocido por ser un buen o mal Dom, sólo soy conocido por crear la organización.

El rizado se levantó de la mesa, para acomodar los víveres que había traído hace un rato, podía asegurar que aquello era sólo para mantenerse distraído.

-Pero eres conocido... -Dejó alguna de las cremas de vegetal en la nevera acompañada del tocino y otras cosas que iban a necesitar refrigeración hasta que sus amigos llegarán. -Lo que significa que cualquier persona desearía estar en mi posición justo ahora... hablando de limites y sexo.

Frunció el ceño al escucharlo, en realidad no creía que muchas personas quisieran estar en la posición de su amigo. Sí, sabía que podría ser atractivo y que algunas personas querían joder con él, sólo por el hecho de ser Dom y exitoso, sin embargo, nada de eso le importaba, creía que las personas en realidad sólo estaban impulsadas por el hecho de que era la cara visible de su organización, pero ninguna de esas personas que se les habían insinuado alguna vez, lo quería por las razones correctas.

-No me importa lo que quieran otros. -Ladeó su rostro, al momento en que el rizado lo miró de vuelta y le dio una repasada de arriba hasta lo que podía ver, dado que estaba detrás de la mesada. -Me importas tú, tus limites, que te sientas seguro conmigo y que esta experiencia, que espero Dios me ayude, no sea el fin de nuestra amistad.

Su amigo se acercó hasta él, dejándose caer suavemente al suelo, a la vez que tomaba sus manos. -Lou, juro que esto no arruinará nada, es más, juro por mi madre que nos hará más cercanos.

-Evidentemente nos hará más cercanos, Harold. Voy a follarte en algún punto. -Su amigo se sonrojó profundamente y se largó a reír a la vez que llevaba una de sus manos hasta la mejilla del chico frente a él. - Y no creo que a tu madre le guste que jures por ella, mientras hablas de follar y azotar, a la vez que estás arrodillado para mí.

-Mi madre te adora, no le importará.

-Todas las madres me adoran. -El rizado rodó los ojos y se levantó del lugar en que estaba para seguir acomodando.

-Por cierto, sácame de una duda. -El rizado murmuró en asentimiento.- ¿Dónde has aprendido a ponerte de rodillas y levantarte así de bien?

-Oh. -Su amigo lo miró fijamente a los ojos y él sabía que estaba viendo si era broma o no, le devolvió la mirada fijamente para que supiera que hablaba completamente en serio. - ¿Realmente lo hago bien?

-Hmm, muy bien, diría yo, es por eso que pregunto.

-Lo he estado practicando, por mi cuenta. -Movió su mano sin darle importancia, pero Louis se preguntaba desde hace cuánto tiempo le gustaba este tipo nuevo, si es que le había dado tanta importancia y el tiempo de practicar aquello. - Leí en un blog una vez, una novela sobre BDSM y los comentarios decían que lo que más costaba de todo en un inicio era saber arrodillarse y ponerse de pie, sin caer sobre tu propio rostro.

El castaño esbozó una sonrisa asintiendo y murmuró a la vez que tocaban el timbre. -Lo haces muy bien, chico.

Dejó al rizado en medio de la cocina con el rostro muy sonrojado y se dirigió hasta la puerta.

I wanna be your slave - LSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora