Nidaime no Sairin

Capítulo 15 - Encuentro con el Diablo

Ya era tarde en la noche cuando Hiruzen Sarutobi había finalizado la cantidad de papeleo para el día.

Los preparativos para la última fase del Examen Chunin estaban en marcha con todas las invitaciones ya enviadas y la confirmación de la asistencia de todos los dignatarios.

Por supuesto, algunos nobles tenían su propio destacamento de seguridad, por lo que el pueblo también tenía que rendir cuentas por ellos. Luego, la lista de visitantes actualizada se estableció para que el personal de Anbu la examinara junto con el comandante de Jonin. Con eso fuera del camino, Hiruzen solo tenía que acomodar a los visitantes shinobi de otras aldeas. En este caso, hasta el momento, solo el Kazekage había confirmado su presencia. También se invitó a otros líderes shinobi, pero como no había Genin de otras aldeas, era bastante obvio que ni Kiri, ni Kumo ni Iwa vendrían. Sería bastante sorprendente y sospechoso, de lo contrario. Encendiendo su pipa, el Sandaime Hokage ahora se tomó su tiempo para relajarse en los oscuros confines de su oficina, aprovechando la luna llena afuera. Normalmente, todo el edificio estaría iluminado,

" Bueno, con las luces encendidas, la gente se invitaría a sí misma y es bastante tarde para complacer a alguien esta noche".

Por supuesto, el anciano no sería llamado Profesor si sus sentidos estuvieran adormecidos, solo porque estaba dentro de su propia oficina, rodeado por su detalle personal de Anbu. Por eso no pudo evitar reírse mientras fumaba su pipa.

"Creer que no uno, sino dos de mis alumnos, repentinamente sentirían la necesidad de volver a visitar su propia casa..." Un par de Anbu escondidos en las sombras se miraron, preguntándose qué estaba pasando, antes de que una risa los alertara.

"No sé de qué estás hablando viejo, todo lo que me interesa es mantener mi investigación actualizada para mis libros".

El Hokage solo sonrió en reconocimiento, antes de mirar la repentina aparición junto a la ventana de su oficina. Un hombre con cabello largo y blanco atado en una cola de caballo, vestido con un kimono de camisa verde corto y pantalones a juego, debajo de los cuales usaba una armadura de malla que se ve en sus muñecas y tobillos. También usaba protectores de manos, un cinturón negro, sandalias de madera tradicionales japonesas y un haori rojo con dos círculos amarillos a cada lado. Un pergamino gigante atado a su espalda completó la apariencia del Sannin Jiraiya. Su aparición repentina y sutil dentro de uno de los lugares más protegidos de Konoha hizo que todos se pusieran nerviosos, pero el detalle de Anbu se relajó una vez que supieron quién era esta persona.

"Ya veo, bueno, me alegro de que me hayas advertido de antemano. Por lo menos, sabré esperar el aumento en la lista de quejas de la población femenina". Su estudiante rió y se cruzó de brazos.

"Me pregunto por qué se molestó en que su shinobi me buscara, sensei". El anciano Hokage dio más caladas a su pipa, antes de levantarse de su silla y acercarse a la ventana de su oficina.

"La razón de eso es bastante clara, Jiraiya, como estoy seguro de que sabes". Jiraiya se rió entre dientes y colocó sus manos en su cintura. "En este momento, no está claro qué pretende hacer Orochimaru. El pueblo está organizando los exámenes Chunin y realmente no puede darse el lujo de estar atento a un criminal de rango S que acecha en nuestras calles. Es por eso que deseo que te quedes quieto por ahora. La red de espionaje podría dejarse de lado por un corto tiempo". El Sannin de cabello blanco gruñó ante la orden... tal vez la primera orden en bastante tiempo, pero accedió al final.

"Eh, entendido. Supongo que puedo tomarme el tiempo y revisar los onsens de Konoha para pasar el tiempo". Hiruzen se rió de eso.

"Supongo que es una tarea bastante problemática para ti, ¿eh?" Ambos shinobi mayores se rieron de eso, hasta que Jiraiya decidió cambiar de tema.