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Una semana pasó y Lorenzo aún seguía sin poder creer que jungKook estuvo en su casa, que hablaron como dos personas normales y que se quedó más de lo que alguna vez imaginó, el pensó que al finalizar la cena se iría inmediatamente, pero gigante fue su sorpresa cuando le aceptó el café, le ofreció un recorrido por la casa y el aceptó, aunque esta no era grande como la suya, solo contaba con living, cocina comedor, un baño abajo y uno arriba junto con dos piezas y eso fue todo.

Se detuvieron más de lo normal cuando nuevamente para su sorpresa Facundo entró a su habitación y no se quedó en el pasillo mirando cada cosa que llamaba su atención mientras el se embelesaba mirándolo desde el marco de la puerta mientras contestaba cada pregunta que él le hacía con respecto a sus cosas.

A Facundo le encantó una pequeña esfera con un pingüino dentro, con un gorrito de lana y Lorenzo se lo regaló, obviamente este se opuso, pero el dueño fue tan insistente que lo terminó aceptando, también se quedó sorprendido al comprobar que no le mintió cuando le dijo que el original estaba colgado en la pared de su pieza, lo que no sabía es que frente a su cama.

Lo puse ahí porque de cierta forma me relaja cuando lo veo, es solo cuestión de sentarme aquí y todo desaparece, puedo pasar horas mirándolo...- me sorprendo cuando se sienta a mi lado pero no digo nada.

- yo sufro de ansiedad por lo que antes tenía que estar con mis pelotas todo el tiempo....- me señala el estante frente a nosotros donde hay varias pelotas de goma.

- ahora solo las uso fuera de casa, porque adentro ya tengo el cuadro...

Me alegra saber que sirvió de algo...- sonrió y lo copio.

Gracias Facu...- lo miro sin entender al ver el cambio repentino en su rostro.

Porque?...

Por estar aquí, por quedarte, por el cuadro, pero sobre todo por hacerme compañía, odio comer solo...

Y por qué no se lo dijistes a tus padres?...- niega poniéndose de pie frente a la ventana.

Ya soy grande y ellos tienen derecho a salir con sus amigos y divertirse, yo solo... debo acostumbrarme....

Y porque no le dijistes a Nicolás?...- niega.

El después de la escuela normalmente está en las clases de natación o en lo de su novia....

Tiene novia?...- ríe ante mi cara de sorpresa.

Si, tiene hace tres años, solo que es de mi antiguo colegio...

A entiendo...- nos quedamos en silencio.

- debo irme o mi padre me matará...- sonríe caminando hacia la puerta.

- estarás bien solo?...- asiente no muy seguro.

- Lorenzo...

Si Facu, estaré bien, lo bueno es que no está lloviendo, sino ahí sí que la estaría pasando mal ya que cada vez que llueve casi ni duermo del miedo... y ni mencionamos si se corta la luz, mañana si no voy es porque algo me asustó y me dió un infarto..
- ríe pero yo no.

No es gracioso, ahora no me voy tranquilo, si te deja más tranquilo puedes enviarme mensaje...

Lorenzo al escuchar eso se alzó de hombros fingiendo estar tranquilo cuando por dentro deseaba con todas sus fuerzas tener su número, por su parte Facundo no podía darle su teléfono para que agende el de el sino notaría que ya tiene su número, por lo que volvió al living, tomó su celular, lo desbloqueo y agendo su número.

Como sabes mi contraseña?...- me mira curioso.

Eres muy descuidado a la hora de desbloquearlo, no me extrañaría que alguien más lo sepa...- lo reto con la mirada y el sonrió nervioso e inocente.

Serás mioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora