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Lorenzo llegó a casa feliz por lo sucedido con Facundo, su abuela le había aconsejado que le muestre la misma indiferencia que el pero que a la misma vez lo trate como si no pasara nada, que hiciera cómo hace su madre cuando está enojada con su padre y quiere que su padre haga algo pero sin necesidad de hablarle y Lorenzo entendió enseguida cómo debía actuar y eso lo tenía sonriendo como nunca, en forma de agradecimiento por el consejo de su abuela, al pasar por un kiosco le compro su chocolate preferido y se lo dejo en su mesa de noche ya que está no se encontraba en casa por salir con su amiga, lo cual lo tenía doblemente feliz, porque su abuela se privaba de esas cosas por el y está feliz de que ahora lo pueda hacer.

Ahora solo debía poner en marcha el plan "B", el cual consistía en anotar en una hoja las señales que de Facundo para que el entienda lo que quiere decir, se sentó frente a su escritorio, sacó una hoja y anotó su primer episodio.

  Lenguaje corporal de Facundo...

- me dió una patada por debajo de la mesa para que deje de discutir con la profesora...

Guardo la hoja en su carpeta y la dejó a un lado para continuar con su lectura.

Facundo por su parte aún seguía sentado en la silla frente al escritorio de su padre, habían decidido ir a comer afuera, pero su padre aún seguía en una reunión con los profesores y no salía más, por lo que ya muy aburrido decidió pasarse al sillón de su padre y abrir la computadora, abrió su facebook y busco a Lorenzo para haber que hacía este de su vida pero no lo encontró, busco a Nicolás pero no recordaba el apellido por lo que tuvo que recurrir a los archivos de su padre, una vez que ubico su carpeta se fijó su apellido y volvió a la silla para buscarlo pero tampoco lo encontró a el, se rindió y cerró la computadora justo cuando su padre entraba.

Perdón hijo, ¿nos vamos?...- confirme poniéndome de pie, camine hacia el espejo que tenía mi padre a un costado y me volvió a colocar el gorro.

- nose porque te tapas tanto si eres hermoso hijo...

Porque a diferencia de ti a mi no me interesa socializar con nadie...- mi padre no dijo nada más y me siguió después de tomar sus cosas.

.................

Los días siguieron pasando y Facundo se tenía que enfrentar a otro reto, la clase de Lengua, por ende, debía tratar a Lorenzo nuevamente, el chico parecía entender que si le hablaba no lograría nada de el por lo que se hace entender tratandolo lo justo y necesario y Facundo eso lo tenía fascinado, al llegar al salón el rubio aún no había llegado pero no le dio importancia solo fue y se sentó en el lugar, la profesora llegó minutos después y este seguía sin aparecer, no es que a Facundo le preocupe el porque no fue, sino que al no ir y al ser un grupo con el rubio, luego debería hablarle, pero esa no era una opción para el morocho por lo que ya estaba ideando una forma de darle la información a su compañero sin necesidad de hablarle, la clase terminó y el ya tenía todo escrito y separado para que cada uno haga su parte del trabajo sin necesidad de verse fuera de clases.

Le daría a Lorenzo la posibilidad de elegir el libro que usarían para el primer trabajo, le daría esa responsabilidad aclarandole que lo hacía pura y exclusivamente por no asistir a clases, le anotó todo lo del pizarrón, le explicó como lo había dividido y porque, lo dobló y lo guardó en su libro esperando que el rubio venga por la tarde a educación física ya que solo tenían tres días para el trabajo, miro de reojo hacia la izquierda encontrándose con la mirada curiosa de Nicolás, sin girar su cabeza sacó la hoja, escribió el nombre de su compañero y la deslizó en su dirección, Nicolás vio el nombre y entendió lo que quería por lo que la guardó sin preguntar nada. 

El rubio tampoco asistió a educación física por lo que agradeció el haberle dado la tarea a su amigo, el era muy responsable con sus trabajos por lo que no entregar o entregar fuera de fecha no era una opción, como tampoco era una opción hacerlo el solo por los dos, ahora solo quedaba que le de la hoja y Lorenzo entienda su letra aunque en su opinión, su letra era bastante clara.

...........

Loren Loren Loren....- un alegre Nico entró a mi cuarto moviendo en el aire una hoja.

Qué es eso?....- me limpie las manos ya que había acabado con una bolsa de papas fritas minutos antes y el sonrio.

Te lo envio tu compañerito de grupo....- mis ojos se abrieron de la sorpresa.

Facu?...- Nico me mira sin entender.

- lo llamo asi solo en mi casa, pero hablo de Facundo...

Aaaa ok ok, no me lo dio directamente pero entendí el mensaje...- gire la hoja para ver mi nombre escrito en una prolija y hermosa cursiva.

Lorenzo abrió la hoja para comenzar a leer todo lo que decía en ella, llevándose la sorpresa de que le había copiado todo, le indicaba cuál era su parte y le daba la responsabilidad a el de elegir el libro que usarían dejándole bien claro que debía hacerlo el por no asistir, pero eso era lo que menos le importaba a Lorenzo que guardó la hoja sonriendo dentro de su carpeta para salir detrás de su amigo el cual le exigió panqueques por haberle traído la hoja, para cuando se hicieron las ocho Nicolás ya se había retirado a su casa hace un par de minutos por lo que Lorenzo en la intimidad de su cuarto podía apreciar tranquilamente la hoja entre sus manos, luego decidió que mejor buscaría sobre los libros de la lista para decidirse por uno pero ninguno le convencía.

Porque no llamas a Carla, ella talvez pueda ayudarte...- al girar la cabeza veo a mi padre en el marco de la puerta, me pongo de pie para darle un abrazo.

Hola papá, ¿cómo estuvo tu día?...

Bien hijo, tranquilo por suerte...- besa mi cabeza. 

El padre de Lorenzo trabajaba en la administración de un boliche por lo que solo lo veía por las tardes al llegar del colegio o unos minutos antes de que deba ir a la escuela.

Me alegro, ¿me prestas tu celular?...- me lo dio y salió no sin antes decirme que en unos minutos estaría la comida, hoy no trabajaba por lo que estaba doblemente feliz, solo faltaba que llegue mi madre y listo.

Cuando su padre cerró la puerta, buscó entre sus contactos a Carla y llevo el teléfono a su oreja mientras esperaba, ella es una hermosa morocha de metro setenta y dos que trabaja como barman en el mismo lugar que su padre, pero durante el día está cursando la carrera de profesorado de Lengua y en varias ocasiones ayudó a Lorenzo por lo que está vez no sería la excepción.

Hola amor...

Carla?...

Si mi Lorens, ¿todo bien?...

Cómo sabías que era yo?...

Porque tu padre jamás hace videollamadas y porque en el segundo tono ya corta, nunca espera a ser atendido, no tiene tu paciencia corazón...- reí porque era verdad, mi padre era de poca paciencia.

Es verdad, escucha, te molestaba porque necesito que me ayudes otra vez...

Soy todo oídos...

Le leyó todo tal cual bajo la mirada atenta de la chica y luego entre los dos decidieron cual era el mejor, va, en realidad ella le hizo un resumen de cada uno, le dijo lo bueno y lo malo de cada uno y luego le recomendó " el libro de Ana Frank" ya que ella también tuvo que usarlo en sus años de secundaria y contaba con uno en su casa que le podía prestar, eso le encantó ya que a él no le gustaba sacar los de la biblioteca porque para el eso era mucha responsabilidad y si lo perdía o lo dañaba debía pagar uno nuevo, después de que le contó su decisión se pusieron a hablar de otras cosas hasta que un grito proveniente del comedor lo hizo despedirse de la chica.

Cortó la llamada y salió con el teléfono de su padre mucho más tranquilo de que ya tenía el libro elegido y ella le pasaría sus viejos apuntes para que los estudie en el caso de que la profesora le pregunté, aunque si había algo que caracterizaba a Lorenzo era su buena memoria, por lo que recordaría llegado el momento todo lo que ella le dijo.

Serás mioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora