Serás mio

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Lorenzo se encontraba en la puerta de casa a la espera de que Nicolás salga de la suya para ir juntos al colegio, a los pocos minutos este salió y se acercó corriendo hasta el para tirarse en sus brazos, pero para su sorpresa este no venía solo sino que con su primo Javier y eso lo hizo sonreír porque esté realmente le caía bien y hacía mucho que no visitaba a sus tíos.

Al llegar a la escuela los chicos se encontraban hablando y riendo animadamente, luego pararon a un costado y siguieron hablando hasta que el timbre sonó anunciando su entrada, pero lo bueno es que el pelirosa se quedaría todo el receso escolar y eso era muy bueno para ellos porque jamás se aburrían cuando esté venía de visitas.

¡¡ Nunca olvides lo mucho que te amo mi Lorens!!...- el nombrado rio avergonzado de camino a la entrada ante los gritos de su amigo.

- ¡¡ Te amo Lorenzo!!...- se dió vuelta mostrándole el dedo corazón causando que Javier ría más fuerte ignorando los tres la mirada de Facundo desde la oficina de su padre al dar está al frente del colegio.

El resto del día paso normal, Facundo ignorando a Lorenzo por estar celoso pero nadie lo notaba por ser un comportamiento normal de el y Lorenzo muriéndose por recibir aunque sea un mísero hola o mirada de su parte mientras trataba de hablar normal pero nada de eso pasó, lo peor es que al terminar su día Lorenzo debía ir hacia la casa de Facundo cómo habían quedado para hacer el trabajo y por la actitud que tenía este no sabía si era conveniente o no por lo que se encontraba en su casa teniendo un debate mental sobre si debería ir o no.

También estaba la posibilidad de que el se haya arrepentido del beso y ahora quiera que todo vuelva a ser como antes y el lo aceptaría, le dolería pero lo haría por el, pero como haría Lorenzo para decírselo si este no quisiera escucharlo o si lo trata mal en su casa o delante de sus padres, Lorenzo se moriría de la vergüenza y ni quería pensar en la posibilidad de que le diga que jamás se iba a volver a repetir.

Facundo le gustaba y mucho, pero no tenía idea de que pasaba por la cabeza de este, era tan reservado y Lorenzo tan liberal que cualquier que los vea les diría que jamás funcionaria y eso lo tenía deprimido, porque a él le gustaba tanto que hasta podría mantener una relación en secreto solo por tener a cambio la posibilidad de estar con el.

Lorenzo...- al darme vuelta para mirar a la persona que me llamaba la abuela me sonríe acercándose.

- que sucede cariño?...- niego.

Nada abu estoy cansado...

A mí no me engañas, dime ahora qué sucede...- me sonríe y suspiro antes de comenzar a contarle todo lo que pasó con Facundo mientras ella estaba en su viaje con amigas.

Wauuu, todo eso paso en mi ausencia?...- asiento sonriendo.

- si quieres mi opinión yo te diría que vayas y finjas que no te afectó el beso y si el dice algo le contestas y si no, no digas nada por más que te estés muriendo por hablar del tema....

Pero...

Cariño, muchas veces las apariencias engañan, por lo que él puede mostrarse distante y como que nada paso y en realidad por dentro está esperando a que tú le digas algo o saques el tema, tal vez tiene los mismos miedos que tú, pero eso no lo vas a saber hasta que no lo hables...

No creo poder abuela...- se pone de pie y camina hacia mi placard.

¡¡ Eres un Mulder maldita sea !! y los Mulder no nos lamentamos si nos ignoran, si tú nos ignoras nosotros lo hacemos el doble, por lo que ahora te pones tu mejor ropa y vas a a su casa para que cuando te vea quiera matarse al pensar en lo que se está perdiendo...

Su abuela sacó del placard sus zapatillas blancas, un jeans negro, un cinto marrón, una remera verde aceituna y un saco marrón claro obsequió de ella y que Jimin ama, se puso todo y al ver su reflejo en el espejo sonrió feliz.