Los días fueron pasando y gracias a que la profesora estaba con permiso médico no había tenido necesidad de hacer nada junto a Lorenzo, pero debía admitir que le gustaba compartir los trabajo con el, sentía que de cierta forma Lorenzo lo entendía, no forzaba nada, se conformaba con lo poco que le ofrecía y no pedía más, tal vez es por eso que le cae bien, porque si, lo admitía, le cae bien, aunque sea un poco parlanchín pero nada fuera de lo normal para un adolescente sociable de diecisiete años.Lorenzo por su parte estaba feliz porque solo faltaba un día para su cumpleaños y seguramente toda su familia iría como todos los años, el era muy querido dentro de su círculo familiar y fuera de este, no había alguien que te hable mal de el y eso tenia a sus padres y abuela llena de orgullo. Esa mañana llegó a la escuela con una gran sonrisa, se había despertado temprano gracias a las caricias de su padre el cual como todos los años había despertado temprano en su dia libre solo para desayunar con el, su madre le había hecho una pequeña torta, su abuela también está ahí y como no podía faltar, su fiel amigo desde hace quince años.. Nicolas.
Por lo que nada podía opacar su día, ni siquiera la ignorancia de cierto chico hacia su persona que venía entrando a unos metros de donde estaba el y como todas las mañanas, se dirigía a la oficina del director y padre, ¿sera que algun dia podra verle el rostro? su padre es guapo por lo que seguramente el tambien, un golpe en su nuca lo hace volver a la realidad, al mirar a su costado Nicolás lo esta mirando mal.
¡¡Mulder te estoy hablando hace una hora maldita sea!!...
Perdón perdón, ¿que decías?...- comenzó a caminar ignorándome pero igual repite todo lo que sin éxito había logrado que escuche minutos atrás.
Al llegar al salón su profesor hizo que todos con el incluido le canten el feliz cumpleaños solo para molestarlo al saber lo vergonzoso que era este y les agradeció al terminar la canción antes de que la clase comience.
El resto del día paso normal con la diferencia de que tuvo que agradecer a las personas que lo paraban en el camino para saludarlo o en el salón de sus otras materias y eso lo tenía feliz, pero lo que lo puso no feliz sino súper feliz fue que al llegar a su casa encontró en su mochila un hermoso dibujo de un atardecer, ya sabía quién fue y era de público conocimiento que el amaba los atardeceres por lo que para el morocho era fácil saberlo y Lorenzo le agradecería por la molestia, pero no sabía cómo hacerlo.
Después de mirarlo por varios minutos, dejo sus pensamientos a un lado y con mucho cuidado de no arrugarlo dejo varios besos sobre este pegando un grito de emoción cuando gracias al reflejo del sol que entraba por la ventana de su cuarto pudo notar que había algo escrito detrás, al girarlo otro grito salió de sus labios.
Jimin...
Muy feliz cumpleaños, espero que tengas un hermoso día...
FM...
Volvió a dejar varios besos de ese lado de la hoja antes de caminar hacia su pequeña biblioteca donde descansa un álbum de fotos que estaba por tirar hasta que comenzó a coleccionar los dibujos de su compañero de banco.
Estaba buscando en sus pensamientos el momento en el que este pudo haber metido el dibujo en su mochila pero no lo encontró, igualmente sus pensamientos fueron interrumpido por el grito de su madre que lo llamaba desde el comedor, dejo el libro en su lugar y salió rápidamente antes de que está vuelva a gritarle.
.............
Facundo por su parte estaba muy nervioso, aún no sabía porque había hecho aquello, solo sabía que cuando fue consciente de lo que estaba haciendo fue muy tarde, porque estaba a centímetros de la mochila de Jimin cuando en ese instante entró la profesora y ya no pudo sacarlo, después de eso comenzaron a entrar todos los alumnos teniéndolo hecho un manojo de nervios toda la hora, pero por suerte Lorenzo no encontró la hoja en su mochila ni sus compañeros notaron su nerviosismo y en la clase de Química se sentaba solo por lo que pudo calmarse.
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Serás mio
RomantikYa sé lo que tú quieres...- comienza a caminar hacia el y Facundo lo sigue mirando con desconfianza pero no se mueve de su lugar. - tu quieres que lo haga yo... Facundo otra vez estaba estático en su lugar como cada vez que el castaño invade su espa...