Nada salía bien para el príncipe Aemond desde hacía mucho tiempo, sabía que ya no poseía el control de su vida y no encontraba el camino para recuperarlo, por más esfuerzos que haga intentando volver atrás, el resultado siempre era negativo.
Desde que escuchó la conversación entre Aly y Helaena no pudo dejar de sentir miedo de perderla, no quería que lo deje, no la única persona que había demostrado amor puro mediante la paciencia. Él sabía que no le estaba correspondiendo de la misma manera, pero esta vez lo intentaría, lo haría por ella, porque no quería perderla.Esa mañana quiso sorprender a su prometida pero fue él quien se llevó la sorpresa.
Aly no entendía nada, Aemond se apareció a la entrada de la biblioteca y no la dejó ir a sus clases con la Septa, le dijo que iban a hacer lo que a ella más le gustaba: escaparse, darle dolores de cabeza a su Septa y recorrer las calles de Desembarco. Aly no era la misma de antes, hacía años que dejó de dar problemas y muchos más aún que ya no se perdía clases.
--Aemond, ¿qué haces?-- Preguntó deteniéndose a mitad del pasillo.
--Nos escapamos.-- Le sonrió y ella negó.
--Tengo clases, no puedo faltar.--
--Vamos, sé que te encanta buscar pretextos para no ir con la Septa, odias la enseñanza de la capital.--
Ella lo miró sin entender. --Cuando tenía diez años o menos, Aemond, hace mucho que ya no es así, tu madre se encargó de que mis clases fuera agradables.--
Su respuesta lo dejó mudo por varios segundos, ¿cuánto tiempo perdió junto a la persona con la que quería casarse? --Alysha Martell jamás desperdicia una buena oportunidad para darle dolores de cabeza a la reina.-- Sonrió.
--Pasaron casi siete años de la última vez que falté a mis clases, desde que regresé de la batalla de Invernalia ya no volví a darle problemas a la reina ni a mi Septa.--
--Perdón, estuve demasiado distraído.-- Se rascó la nuca, apenado y avergonzado.
--Y por semasiado tiempo, pero no te disculpes, no importa.-- Le quitó los libros que anteriormente le había arrebatado de las manos y lo miró. --Me alegra que al fin te animes a ser rebelde.-- Le sonrió y Aemond en lugar de sentir felicidad, sintió tristeza, ella no era su Aly. --Debo ir a clases, llevo varios minutos atrasada por tu plan loco. Diviértete mucho, te ves bonito cuando te liberas de la presión de este lugar y empiezas a ser tu mismo.-- Le dio una dulce caricia en la mejilla y luego se giró y caminó de regreso a la biblioteca, dejando a su prometido en completo asombro, nada salió como lo planeaba. Se había perdido años enteros de ella y ahora no podía reconocerla.
--Y pensabas que Aly caería rendida ante ti con la primer muestra de atención...-- La voz de su hermana le estaba dando una lección a sus espaldas. --Evidentemente, tu concepto de ella se quedó en el tiempo.-- Le acarició el hombro.
--Ni importa, vendré luego de sus clases, soy insistente.--
--Luego de las clases tiene práctica, luego de eso tomará alimentos conmigo, Meria y Theon, regresa a tiempo para clases con el maestre, luego vuelve a las prácticas, pasa más tiempo con su monada de hijos, vuelve a la biblioteca con ellos, para poder cuidarlos más y ya luego toma la cena, escribe algunas cartas y se va a dormir.--
--¿Y en qué momento podré acercarme?-- Dijo con algo de molestia. --Aly odia las responsabilidades.--
--No le dejaste otra opción, tu mismo la apartaste y la empujaste a ocupar en algo todo el tiempo que tenía disponible para ti. Junto con mamá, fuiste su mayor decepción, pero al menos tiene a Baela y Jace, aunque estén lejos, de todas maneras se tienen entre sí pero ella está aquí, sola, a diferencia de ellos dos.--
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𝘍𝘪𝘳𝘦 𝘖𝘯 𝘍𝘪𝘳𝘦[En edición] ۞ Targaryen - Martell - Stark
Fanfiction𝐶𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑎 𝑔𝑢𝑒𝑟𝑟𝑎 𝑒𝑠 𝑖𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒, 𝑠𝑜́𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑑𝑎 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑑𝑖𝑟 𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒́ 𝑙𝑎𝑑𝑜 𝑝𝑒𝑙𝑒𝑎𝑟, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑝𝑟𝑖𝑛𝑐𝑒𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝐷𝑜𝑟𝑛𝑒 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑡𝑎𝑛 𝑓𝑎́𝑐𝑖𝑙. 𝐴𝑙𝑦𝑠ℎ𝑎 𝑀𝑎𝑟𝑡𝑒𝑙𝑙 𝑓𝑢𝑒...