𝘍𝘪𝘳𝘦 𝘖𝘯 𝘍𝘪𝘳𝘦[En edición] ۞ Targaryen - Martell - Stark

Capítulo 25

   Alysha se había ido...
   
Aemond pasó toda la noche en la habitación de su antigua prometida. Le parecía todo tan irreal, tan fuera de su mundo... la vida le había dado un cuento de hadas para vivirlo junto a la única persona que deseaba y al mismo tiempo llenó de obstáculos su avance... quedó estancado.

Podía sentir como su sangre había cambiado de un rojo vibrante a un oscuro verde venenoso.

¿Por qué no se quedó con él? ¿Por qué?

Si hace un mes le hubieran dicho que este día llegaría, probablemente se reiría, para él, Alysha lo amaba con todos sus defectos y, llegado el momento de sincerarse, ella se ocuparía de sanarlo hasta traer al viejo Aemond de regreso. Había pasado tantos años junto a ella que pensó que se quedaría a su lado pese a todo. Ahora, lo único que le quedaba era una habitación vacía y llena de recuerdos que nunca hizo, llena de sentimientos que jamás confesó, llena de caricias que no le dio, llena de besos que se quedaron en sus labios y noches de amor que otro tendrá en su lugar... Cregan Stark. Se había robado todo lo que amaba, crearía con Alysha recuerdos que a él le pertenecían, dejándolo en una habitación llena de cosas que desaparecerían, como el bonito aroma dulce de la princesa que se iría con el viento, volviendo al castillo un lugar lúgubre sin su rastro. 

Se sentía tan vacío... no solo el cuarto.

Él también.

Sobretodo él.

Lo que más le dolía era que nunca tuvo el control suficiente de su vida como para volver a lo que fue una vez con ella. Las cosas se embarraron cada vez más hasta que no pudo limpiarse; pero Alysha había elegido a Cregan y no tuvo en cuenta que se llevaba su alma entre las cosas que empacó, ¿acaso alguna vez supo cuánto la amaba? ¿Acaso supo que los traumas que le dejó su cumpleaños número trece lo afectaron tanto que prefirió alejarse de ella para no hacerle daño? Sabiendo lo que sufrió, lo abandonó, sabiendo que no fue su culpa y que estuvo obligado a hacer lo que hizo, aún así, lo dejó de lado por un tipo que no pasó nada comparado a él, por alguien que no tenía la mitad de su honor. Lo cambió por Cregan. En cuanto ese norteño llegó, ella se olvidó de él. Quizás siempre amó al Lord Protector en secreto y con Aemond solo pasaba el tiempo, quizás lo hacía sentir culpable por nada y se burlaba a sus espaldas. Mentirosa y traidora... Quería arrancarse el corazón para no sentir todo lo que sentía ahora. Alysha había llegado a su vida para llevarse lo poco de bueno que había en él. Le llenó el corazón de flores para arrancarlas violentamente dejando un paisaje sin color ni aromas.

Quizás él estaba recibiendo un poco de lo que ofreció pero era demasiado orgulloso para aceptarlo.

¿Ella regresaría a su lado si él la perdonaba? ¿Olvidaría a Cregan si se decidía a pelear por su amor?

No, debía dejar de tener ese tipo de pensamientos que lo volvían ese chico débil del cual la princesa se burló durante tanto tiempo, tenía que ser fuerte, ser el hombre que su familia merece y necesita, perdonarla solo le daría una ventaja a la dorniense sobre él y no le daría el gusto.

Mujer sin corazón.

Ingrata.

La extrañaba tanto... la detestaba tanto... la necesitaba por sobretodo.

La odiaba con la mitad de su corazón y con la otra rogaba que vuelva.

Apretó entre sus manos la tela de uno de los vestidos más usados por la princesa y suspiró. --Alysha...-- Susurró bajito.

--Señor,-- Lo interrumpió una criada, logrando que la mire con mala cara. --lamento interrumpirlo, pero debo terminar de preparar las cosas de la princesa Alysha, sus damas de compañía llevarán todo de regreso por la noche, no quisiera dejar nada sin empacar.--