𝘍𝘪𝘳𝘦 𝘖𝘯 𝘍𝘪𝘳𝘦[En edición] ۞ Targaryen - Martell - Stark

capítulo 2

--La puta se me adelantó.-- Pronunció con desagrado. --Nuestro plan se retrasó, ahora es complicado si la rodean capas blancas.--

Elisa no tenía problemas en acabar con su propia sangre con tal de obtener lo que siempre quiso... ¿El trono de Dorne? No. Daemon Targaryen era su más profundo deseo, y si de por sí eso ya es decepcionante, cabe agregar que estaba dispuesta a destruir generaciones de esfuerzo Martell por migajas de algo que no era seguro.

--Dijiste que tenía Dorne asegurado para mi, me estás fallando otra vez. Te di esta segunda oportunidad porque era fácil.-- El tono de Daemon la asustó, era una mezcla perfecta para entre decepción y molestia.

--P...pero ella está en la capital, con tu familia, quizás puedas encargarte de la mocosa en lo que yo acabo con mi hermano.-- Acunó su rostro entre las manos, lo amaba, o eso creía pero de lo que no tenía dudas era de que le temía. Aún así, no se alejaba como su cerebro le alertaba, Elisa no era conocida por ser razonable cuando se trataba de Daemon.

--Bien.-- La miró con enojo, estaba cansado de tener que hacer todo él mismo si quería que salga bien.. --Pero no quiero un solo error en lo que vas a hacer porque yo no fallaré.--

Se acercó a él y enredó sus brazos sobre su cuello. --Te prometo que voy a hacer mi trabajo, si tu haces el tuyo, Dorne estará de tu lado cuando la guerra se desate. Podrás tomar una nueva esposa, uniríamos reinos, seríamos los más poderosos...-- Lo besó pero él no le correspondió, la miraba molesto y desconfiado, no de ella, dudaba de que puedan llegar a lograrlo, algo se lo decía en su interior.

--Debo ir a la capital, si tu hermano sabe de nuestro plan, la perra verde debe tener bien protegida a la mocosa, no puedo hacerlo y quedar expuesto, tengo que tomarme mi tiempo. Morir por matarla no sería rentable.-- Se abotonó su camisa y tomó sus botas. --Nos veremos en algún momento.-- Se fue sin darle un beso de despedida, la dejó a medio camino.

Daemon estaba solo, tenía claro que Elisa Martell era una incompetente para el trabajo.

Iba a conseguir Dorne, cueste el sacrificio que cueste.

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Los pies de Alysha eran veloces, le gustaba corretear por todo el castillo. La mayoría de las veces terminaba chocando contra las criadas, otras caía al impactar contra los fuertes guardias, y en pocas ocasiones, se topaba con Ceryse Stark y su grupo de amigas... como ahora.

--Mira por donde vas, casi arruinas mi vestido, niña tonta.-- Reprendió la doncella de Invernalia.

--Pues fíjate donde estás parada, porque tú te me atravesaste en el camino a mi.-- Era gracioso oírla hablar enojada, soltaba una Z en casi todas las palabras debido a que se cayeron dientes de leche para salir los nuevos y definitivos.

--En lugar de corretear como salvaje, deberías usar vestidos, peinados bonitos y educarte, serás esposa del príncipe Aemond, un hombre codiciado, no te espantes si al casarse te engaña con damas bonitas y delicadas porque tu eres un espanto.-- Ceryse intentó dejarla en ridículo y sus amigas rieron por lo que dijo pero a la pequeña princesa poco le importaba lo que diga, no le afectaba en lo más mínimo.

--Aemond es la cosa más horrible que vi, no me voy a casar con él, no necesito un hombre.-- Respondió sabiendo cuál era su valor, Dorne la había formado fuerte.

Las niñas rieron, ella las imitó de forma burlesca.

--Lo dices ahora, pero tiene genes Targaryen y se convertirá en un hombre hermoso y pretendido por muchas damas, todos los de su familia son así.-- Argumentó la joven.