De todas las batallas que podía imaginar tener, esta era la única en la que se veía claro perdedor.. llevaba más de cuatro semanas intentando acercarse a Alysha, pero ella parecía escapar de él o al menos no interesarle lo que tenía para decir porque no había un solo momento que se detenga a oírlo. Aún así, Aemond sería paciente, tomó esto como una prueba de que lo que vale, cuesta... y de que ella era orgullosa y terca en la misma cantidad que hermosa.
"El único momento en el Aly es accesible es ese pequeño espacio entre clase y práctica que utiliza para cambiarse de ropa" había dicho Helaena y era justamente la oportunidad que esperaba Aemond...Intentaba sujetarse el cabello pero su trenza era bastante mala, la desarmaba y lo volvía a intentar, una y otra vez. --Esta condenada trenza no me va a ganar.-- Susurró tan concentrada que no reparó en la figura que se encontraba en la puerta, observándola hacía varios minutos.
--¿Quieres irte?--Se sobresaltó y maldijo cuando escuchó la voz de Aemond asustándola. --¿Qué?-- Lo miró confundida.
--¿Quieres regresar a Dorne?-- Dio varios pasos hasta quedar bastante cerca como para que nadie los escuche.Vaya forma de empezar la plática que más esperaba...
--¿Quién te dijo eso?-- Frunció el ceño.
--Nadie, lo oí yo mismo.-- Expresó con dulzura y tristeza.
Sonrió apenas visiblemente, dejó el cepillo en la mesa y caminó hasta la puerta. --Bien... no deberías oír conversaciones ajenas.-- Respondió sin mirarlo, mientras intentaba escapar nuevamente.
--¿Es por mi?-- La detuvo poniendo la mano sobre su abdomen. --Mírame,-- Susurró cerca de su rostro, estaba demasiado cerca y eso ponía nerviosa a Aly. --¿Quieres irte por mi?--Ella no se atrevió a mirarlo. --Sí.-- Fue todo lo que dijo, veía más seguro observar el suelo que a su prometido.
--¿Por qué no me miras?-- La tomó por la barbilla para levantar su rostro.
--Porque de nada sirve darme cuenta que de los dos, soy la única que mira al otro con amor.-- Se soltó de su agarre y volvió a donde antes estaba. --Necesito terminar mi trenza para ir a las prácticas, por favor, déjame sola.--
--No eres la única de los dos que ama.--
Aly sonrió con burla y dolor ante eso. --Aemond, no quiero mantener una conversación en la que se que tengo la razón.-- Intentó formar la trenza nuevamente y al ver que volvía a fracasar lanzó al suelo la pequeña liga por frustración. Puso ambas manos en la mesa. --Tu no me miras, no me besas, no me tocas, no me prestas atención... no me amas. ¡¿Para qué seguir aquí?!-- Casi gritó con la frustración recorriéndole el cuerpo.
--¿Crees que no te amo porque no te toco?----¡Sí!-- Dijo explotando en molestia. --Tengo dieciséis años y el único beso que obtuve de ti fue porque yo te lo robé. No me deseas, no me buscas, no miras con ningún tipo de mirada y estoy arta de ver pasar los años y que cada día te alejes más de mi, no quiero un matrimonio como el de tus padres, no merezco eso. Necesito que me desees y es horrible tener que decírtelo. Prefiero irme y sufrir durante un tiempo a quedarme y marchitarme un poco mas todos los días.--
--Me cuesta saber como tratarte... ¡Para mi eres una princesa, no una prostituta!----¡Soy mujer antes que princesa y te deseo, Aemond!-- Esta vez sí gritó, su pecho subía y bajaba por la respiración errática. --Dices que para ti soy una princesa y siquiera me tratas como una...-- Lo miró. --Supongo que estás intentando conocerme porque en todos estos años jamás lo buscaste.-- Expresó con molestia. --Bien, te diré cosas sobre mi: puedo ser quien toma la lanza, usa pantalones y practica con guardias reales y al mismo tiempo alegrarme por un vestido nuevo, amo los libros con aventuras llenas de guerra y sangre pero lloro con una historia de amor imposible, soy una mujer que se forma para ser una líder implacable y al mismo tiempo quiero un baile con mi príncipe, un beso bajo la lluvia y que me digas que me veo bonita. No soy prostituta pero quiero que desees hacerme mil cosas con solo verme... lo necesito. Puedo ser frágil y fuerte, delicada y dura, salvaje y tierna. Puedo ser mil cosas, pero lo que digo pierde la magia al tener que contártelo para que lo sepas porque jamás lo descubriste por ti mismo.-- Lo miraba con rabia para evitar las lágrimas porque no le daría ese gusto. Sus ojos estaban llenos de fuego. --Ahora que lo sabes... por favor, vete que intento terminar esta maldita trenza para irme.-- Jaloneó su propio cabello en frustración.
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𝘍𝘪𝘳𝘦 𝘖𝘯 𝘍𝘪𝘳𝘦[En edición] ۞ Targaryen - Martell - Stark
Hayran Kurgu𝐶𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑙𝑎 𝑔𝑢𝑒𝑟𝑟𝑎 𝑒𝑠 𝑖𝑛𝑒𝑣𝑖𝑡𝑎𝑏𝑙𝑒, 𝑠𝑜́𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑑𝑎 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑑𝑖𝑟 𝑒𝑛 𝑞𝑢𝑒́ 𝑙𝑎𝑑𝑜 𝑝𝑒𝑙𝑒𝑎𝑟, 𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑙𝑎 𝑝𝑟𝑖𝑛𝑐𝑒𝑠𝑎 𝑑𝑒 𝐷𝑜𝑟𝑛𝑒 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑡𝑎𝑛 𝑓𝑎́𝑐𝑖𝑙. 𝐴𝑙𝑦𝑠ℎ𝑎 𝑀𝑎𝑟𝑡𝑒𝑙𝑙 𝑓𝑢𝑒...