𝘍𝘪𝘳𝘦 𝘖𝘯 𝘍𝘪𝘳𝘦[En edición] ۞ Targaryen - Martell - Stark

Capítulo 7

Si quisiéramos buscar las palabras adecuadas para describir lo que ahora mismo sucedía en la Fortaleza Roja, posiblemente no encontraríamos ninguna adecuada... ¿Catástrofe? ¿Desastre? ¿Tragedia? No, ninguna de ellas quedaba tan acorde como la palabra "caos".

Ceryse nunca pensó tan rápido en el nombre de un culpable como en este momento...

--Fue ella,-- Susurró entre sollozos. --¿quién más haría algo así?-- Preguntó mirando el vestido sobre la cama, completamente arruinado. --Maldita mocosa caprichosa, esto pasa porque todos la protegen aquí, nadie la castiga para que aprenda como debe comportarse.-- Con rabia, sostuvo el traje destruido y lo apretó entre sus manos. --Estoy cansada de esa perra...-- Miró a la criada junto a ella. -¿Dónde está?-- Indagó furiosa.

--Señorita, la princesita no haría algo así.--

--¡Cállate y responde dónde está!-- Las lágrimas le habían arruinado el maquillaje, el color negro surcaba su rostro.

--En su habitación...-- Susurró con miedo.

--Me las va a pagar.-- Al darse la vuelta se encontró con Alicent, quien había sido puesta en aviso de lo sucedido.

--Ceryse, ¿a dónde vas?-- Su pregunta no fue respondida, la novia salió hecha una fiera por el pasillo.

En la habitación objetivo, el ambiente era completamente diferente. Aly estaba arreglando su vestido mientras tarareaba una melodía, tenía el cabello cepillado y arreglado. Hoy se encontraba de muy bien humor.

Las puertas de su habitación fueron abiertas de par en par con excesiva violencia, una Ceryse con el rostro mojado por las lágrimas y sucio con maquillaje, la miraba enardecida.

--¡TU!-- Su dedo la apuntaba mientras ingresaba soltando fuego por los ojos.

--Hola Ceryse.-- El tono amable y tranquilo de la pequeña la enfureció peor. Aly no se decidía qué zapatos usar, estaba concentrada en eso y no en su cuñada.

Cuando la Stark iba a atacarla, Alicent apareció. --¡Ya basta, Ceryse!--

Aquel grito la detuvo en automático. --Pero ella arruinó mi vida.-- Comenzó a llorar, sus hombros se sacudían.

--¿Yo?-- La pequeña se señaló a sí misma con su dedito al mismo tiempo que abría los ojos en sorpresa. --Que fuerte eso, ¿no será mucho?-- Meneó la cabeza.

--Tranquila cariño, no te preocupes por nada, te ves hermosa.-- Alicent le sonrió mientras acariciaba sus mejillas. --Estoy segura que al príncipe Aemond le parecerás la más bonita del salón.-- Aly sonrió.

Detrás de ellas, Ceryse volvió a correr pero en dirección contraria, estaba molesta y desbordada. Frustrada. Sentía que nadie le ponía un freno a la dorniense y hacía lo que le daba la gana con total impunidad.

--¿Qué le sucede?-- Preguntó Aly con cara de corderito.

--Está presionada y en estado de conmoción, yo me haré cargo de todo.-- Le sonrió y salió.

--Vaya día de locos que parece ser hoy.-- Susurró la dorniense. --Este es el par de zapatos más bonitos que ví.-- Sonrió al tomar el par.

Criston Cole, quién cuidaba la puerta, la miró y se atrevió a ingresar.

--Si entregaran un premio especial a la mejor actriz de Poniente, usted se lo llevaría sin dudas.-- Se sentó a su lado.

--No sé de qué habla, Sir.-- Dijo despreocupada mientras se ponía sus zapatos. --¿Sabe si habrá boda? Me urge comer pastel y bailar.--

Él soltó una carcajada. --Claramente sí, pero será una mezcla de boda y funeral.--

--Bueno, al menos mi arreglo no será en vano.-- Se puso de pie.