CAPÍTULO 3

397 39 0
                                    

Narrador omnisciente 

Los tres estaban sentados en una mesa con un ambiente incómodo y tenso, bueno, al menos para Sae-ro-yi y para Jo Yi-seo, Jang-mi estaba tranquila.

-- Bueno, dijiste que la publicidad era lo tuyo.

-- Sí, ganó dinero haciendo promociones en redes sociales y páginas web. -- Se acomodó en su asiento. -- ¿Qué relación tienen ustedes?

-- ¿Qué? -- La pregunta tomó por sorpresa al muchacho-.

-- Soy su socia.

-- OK.

-- Pero quien sabe, él es un hombre guapo. -- Sae-ro-yi la miró sorprendido.

-- Iré a buscar el café -- Era obvio que quería salir de esa situación, cualquiera que fuese.

-- Así que eres famosa en redes sociales.

-- Me parecías conocida.

-- ¿A si? Es triste por qué yo nunca te he visto en mi vida, ahora creo que tú y Sae-ro-yi ya se conocían, por lo que veo eres menor que yo ¿22? -- Comenzó a ver las expresiones de la chica. -- ¿20? -- Se frunció levemente su ceño. -- Así que 20. -- Siguió examinando a la chica. -- No creo que seas un interés amoroso para él, no sabiendo que sigue enamorado de alguien que conoce hace más de 10 años, ¿amigos? No por la manera tan indiferente que te trata, por lo que veo lo conoces, y conoces la situación del bar, así que solo me queda una cosa, tú fuiste la causante, ¿no es cierto?

-- ¿Qué? 

-- De que le cerraran el bar, eres demasiado descarada para coquetearle sabiendo lo mucho que lo perjudicaste. Paga renta sin generar ganancias, puedes saber de marketing, pero yo sé dé finanzas.

-- ¿Cómo sabes que lo clausuraron por mi culpa? ¿Tú fuiste la que llamo a la policía?, ¿él lo sabe?

Narra Jang-mi 

Okay, no me lo esperaba, pero me parece gracioso que crea que yo lo reporte, me encanta que la gente quede como estúpida.


- ¡Deberías negarlo! Hacerle algo así a tu socio podría perjudicarlo.

-- Sabes, debes tener mucho cuidado con ese tipo de suposiciones, pueden perjudicarte más a ti.

En ese momento Sae-ro-yi llego.

-- ¿Y este ambiente extraño? ¿Pelearon?

-- No peleábamos, no te preocupes, es adorable, de hecho puedes creer que apenas conociéndome asegura que yo provoque que clausurarán tu bar.

-- ¿Lo hiciste?

-- No sé, que tanto confías en mí.

-- Bueno, si lo hiciste debió ser por una razón, sabes de leyes, pudo haber llegado a mayores, aunque la verdad no creo que hubieras sido tú, tengo mucha fe en ti. -- Me sonrió.

Porque sentí tan cálido, porque me gusto tanto esa sonrisa, y como es que sigue siendo así de amable. Bueno, no puedo culpar a Yi-seo de que le atrajera... por primera vez mi corazón había palpitado por un hombre, no por nervios o por miedo, pero tampoco estaba segura de lo que era.

-- Yo.

-- ¿Te sientes bien? Te ves un poco roja. -- Estaba a punto de acercar su mano a mi rostro.

- Creo que será mejor irme. -- Sentía mis mejillas arder por lo que tomé mi bolso y mi abrigo. --  Sobre ti. -- Miré a la chica sentada del otro lado. -- Será bueno que consideremos su propuesta. -- Me retire.

Itaewon ClassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora