CAPÍTULO 8

329 35 1
                                    

Narrador omnisciente

Todos miraban a Sae-ro-yi con un poco de culpabilidad, Jang-mi lo hacía con admiración, era obvio que no se había equivocado, no se había equivocado hace 10 años ni tampoco se equivocó hace meces, Sae-ro-yi haría cosas grandes, y ella estaría a su lado.

-- Puede que se sientan incómodos, pero agradecería si aceptarán a Hyeon-yi, no puedo obligarlos a eso, pero si les molesta trabajar con alguien que es transgénero, díganmelo ahora.

Nadie decía una sola palabra.

-- No importa de quien se trate, tomaré una decisión.

Jang-mi creía que lo dijo por su metida respecto al tema, pero lo desecho cuando miro a Yi-seo.

-- ¿Qué más puedo decir? Hagamos esto bien.

-- Me esforzaré. -- Habló Hyeon-yi.

-- Lo harás. -- Habló la pelinegra- Soy muy dura como maestra. -- Hyeon-yi la miró por lo que solo le guiño un ojo, para que entendiera que todo estaba bien.

Todos se habían retirado ya, como siempre solo quedaban Sae-ro-yi y Jang-mi.

-- ¿Por qué lo hiciste?

-- ¿Hacer qué?

-- Defender de esa manera a Hyeon-yi, creí que no te sacrificabas por nadie.

-- Bueno, esa fue tu condición para contratarme, ser más abierta socialmente, además habría sido injusto, y si hacías algo injusto sería estúpido seguír a tu lado.

-- Eres muy rara.

-- Es la verdad, cuando te busque para ser sincera no me interesaba realmente el porqué querías hacer algo contra Dae-hee, había estado tan furiosa por mucho tiempo que cuando supe de ti solo vi una entrada para vengarme. Por un momento me olvidé de eso, la venganza, Dae-hee y sus vástagos, me había olvidado completamente de ello, pero mi madre murió y el rencor volvió.

Sae-ro-yi la miraba tan detenidamente, hace días la chica tan fría y calculadora, había comenzado a despojarse para mostrar lo delicada y sensible que era.

-- Antes podría no haberme importado que pasara con Hyeon-yi, si me perjudicaba yo habría hecho lo mismo, pero por alguna razón ya no lo siento así, ni tampoco siento ese rencor o la verdad no me importa, no me malentiendas, seguiré tras la cabeza de Dae-hee, pero la diferencia es que disfrutaré este proceso no como la espada que cortara su cabeza, sino como el proyecto que quiero hacer crecer junto a mis amigos.

Sae-ro-yi sintió otra vez esa punzada en el pecho, se acercó a Jang-mi y puso su mano en su cabeza, sí que era una costumbre suya hacer ese tipo de cosas, pero era lindo.

-- En serio creciste, me alegra que sea así.

-- A mí también, soy más cool que antes.

Los dos rieron para poder retirarse de aquel local, cada quien con cosas en la cabeza por resolver.

-- Ahora si me disculpas necesito ir al hospital, creo que esto necesita puntadas. -- Levantó la mano mostrando las vendas con sangre.

-- Te acompaño.

-- Déjalo, no quiero ser una molestia, nos vos mañana.

Itaewon ClassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora