CAPÍTULO 19

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Narra Sae-ro-yi

Había quedado de verme con el presidente, estaba allí desde temprano para evitar impuntualidades. Hablábamos sobre el bar, me decía algo sobre la prima y el cómo conocía la ley de protección para los inquilinos. Hablaba sobre las remodelaciones, hasta que toco el tema de Jang-mi.

— Esos detalles no me importan.

— ¿Entonces qué quiere?

— Mi hija, Jang-mi. ¿Por qué la dejas trabajar ahí?

— Nos falta personal.

— Despídela. Puedes quedarte con Geun-soo.

— Eso lo decidirá ella.

— ¿El que mis hijos trabajen para ti, levanta tu autoestima?

Ahí estaban otra vez ese tipo de comentarios. Si, mi venganza es mi prioridad, pero ¿por qué meter a Jang-mi en ella como si fuese un peón? Ella es mi apoyo, igual que los demás. Mis amigos no son algo que utilice para sentir algo de ventaja en este “juego”.

— Supongo que usa a sus empleados para levantar su autoestima.

— Ella te defiende, te cree una persona fuerte. Voy a aprovechar esta oportunidad para hacerle entender lo que es ser fuerte, y lo que realmente le conviene.

— ¿Compro el edificio para ganarse a su hija?

— No solo eso. Sé cuan persistente puedes ser. Aunque te saquen a patadas, abrirás un bar en otro lugar. ¿Me equivoco? — Tenía razón, si algo me caracteriza es mi terquedad. — Entonces compraré ese también. Voy a comprar todos los inmuebles que alquiles.

— ¿Esa es su definición de poder? En mi opinión, el poder viene de la gente. Porque la confianza de la gente me da fuerza. Jang-mi me defendió y me alegra oírla hacerlo. Por qué usted lo odia, y a mí me volverá más fuerte.

— Si tu negocio fracasa, tu gente se irá. Mi hija regresará a mi lado.

— Puedo seguir con mi negocio porque los tengo a ellos. Usted sabe que Jang-mi es lo suficientemente capaz para no dejar que un negocio tan “poco prometedor” como el mío fracase.

— ¿Es así? Entonces, ¿quieres seguir?

— Seguiré.

Salía de la oficina con la frente en alto, por mi padre haré lo necesario para que Dae-hee se arrepienta de haberse cruzado conmigo.

— Lo lamentarán.

— ¿Quiere acabar con esta relación condenada? Hay una forma de hacerlo. ¿Quiere saber cuál es? Reciba su castigo por todo lo que a hecho mal en esta vida y póngase de rodillas.

Salí de ahí con la misma actitud “obstinada” que tanto me criticaba. Me dirigía al bar, necesitaba platicar con Jang-mi lo que haríamos, necesitábamos armar un nuevo plan.

— Oh, llegaste. — Me recibió.

Se veía reluciente, su pelo tenía ligeras hondas que caían a lo largo de su espalda, su cara parecía tener un ligero brillo de sudor, pues parecía estar limpiando el lugar, sus labios tenían una ligera capa de brillo rosa, se veía fresca.

— ¿Estabas limpiando?

— Sí, no pude dormir mucho, así que me levante temprano y llegue aquí. Decidí que sería una buena pérdida de tiempo limpiar. Justo estoy acabando.

Itaewon ClassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora