-FINAL-

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18:07 pm

Changbin manejaba a toda velocidad directo al refugio, ya estaban cerca, podían ver un pequeño campamento a las afueras de la ciudad.

—Binnie, ¿porque te detienes?

—hay una maldita reja en el camino Chan, supongo que las pusieron ahí para no dejar pasar a los zombies.

—bajare a abrir, no me tardo— antes de que BangChan pudiera siquiera salir del autobús, un pequeña orda de zombies se acercó a ellos, esto no podía estar pasando.

—maldita sea, en que clase de pintura surrealista estamos viviendo— dijo Changbin sosteniendo su cabeza pues  aún no creía que estaban en pleno apocalipsis, pensaba que era uno de esos malos sueños que tenía cada que veía una película de terror.

—¿y ahora que hacemos?—pregunto preocupado Seugmin.

—se que hacer, bajaré y abriré la puerta para que puedan pasar y así salir de este lugar.

—no me gustan tus bromas Minho, no es gracioso—comento Han

—no es una broma, en realidad se los debo, en especial a Hyunjin y Felix.

—no tienes que hacerlo, buscaremos la manera de salir de aquí ¿ok?.

—yo quiero hacerlo, no quiero vivir en un mundo donde no me quiero. Necesito hacerlo, quiero que mi vida sirva de algo.

A pesar de las súplicas, Lee Know logro soltarse del agarre de Han quien estaba llorando, Seugmin y Chan también le suplicaban que no se fuera, pero la mirada en Minho decía arrepiento y nada podría detenerlo.

En un movimiento rápido Minho abrió la puerta del autobús y salió corriendo mientras los zombies lo atacaban, a pesar de las mordidas Minho cumplió su cometido y abrió la reja dejando pasar al autobús, pudo notar como Changbin y Chan sostenían a Han fuertemente mientras lloraba, una sonrisa se poso en los labios de Minho antes de caer al suelo.

Han lloraba en los brazos de BangChan, se sentía culpable por no poder convencer a Minho de quedarse con el, tal vez debió sostener más fuerte su mano para poder darle la seguridad que necesitaba. Seugmin seguía manejando el camión, ya estaban a salvó, a las afueras de la cuidad, al fin estaban en paz.

♪♪


Hyunjin, Felix y Woojin salieron de la oficina, ya tenían todo lo necesario y el autobús con sus amigos había partido hace unos instantes.

Jinnie iba enfrente, los otros dos chicos seguían su paso mientras comenzaban a subir los pocos pisos que faltaban para llegar a la azotea, pero cuando llegaron al último piso las cosas se tornaron oscuras.

Hyunjin se adelantó llegando al último piso, pero frente a él se encontraban dos puertas, no sabía cuál daba a la azotea, así que se acercó lentamente, tomo el pomo de la puerta derecha y la abrió. Al principio todo estaba oscuro y no veia nada pero las pisadas de Felix y el doctor subiendo los últimos escalones hizo que lo que estuviera dentro de esa puerta despertará.

Lo siguiente pareció pasar en cámara lenta, Woojin asustado le gritó a Hyunjin para que cerrará la puerta, pero antes de que pudiera reaccionar los zombies intentaron salir de aquel cuarto oscuro, pues al parecer alguien los había encerrado en ese lugar.

Hyunjin detuvo la puerta recordando que los zombies no le harían daño, mientras Woojin jalaba del brazo a Felix para sacarlo por la otra puerta, frente a sus ojos un helicóptero estaba llegando. Corriendo a toda velocidad dos militares se acercaron a ellos, haciendo una rápida revisión y pidiéndoles que subieron al helicóptero.

—no puedo hacerlo... Hyunjin aún sigue adentro— dijo Felix soltandose del agarre del militar.

—el estará bien, tienes que subir niño o si no te dejaremos aquí— dijo el doctor desde el helicóptero.

Antes de que Felix pudiera decir algo, el ruido de una puerta azotandose hizo que todos se pusieran alerta, Hyunjin salió gritando con las manos en alto.

—SUBE AL HELICÓPTERO AHORA— Hyunjin corría rápidamente, sabía que no duraría mucho hasta que la puerta se rompiera y entonces el caos se desataría.

Felix subió al helicóptero junto con los militares, Hyunjin estaba cerca de la pequeña escalera que se había puesto para subir al helicóptero pero los disparos le hicieron detenerse, los zombies habían salido, el helicóptero estaba por despegar y Hyunjin no tenía otra opción que quedarse en la azotea, pero Felix sostuvo su mano.

Felix no lo iba a soltar, no porque lo fueran a morder los zombies, si no porque sabía que no lo volvería a verlo.

Sus miradas se encontraron, Felix recorre con sus ojos el rostro de Hyunjin, memoriza el patrón de su cara; las ligeras arrugas en su frente, los pequeños lunares esparcidos perfectamente en su rostro deteniéndose un instante en su lunar favorito que está debajo de su ojo, las muy notorias ojeras, observa el tinte rojo en sus mejillas debido al esfuerzo y su boca... hecha a la medida de la suya. Lixie se da cuenta de lo perfecto que es Hyunjin y de lo mucho que le gustaría besarlo.

Lo que parecen horas realmente habían sido unos segundos, los labios de Hyunjin moviéndose hacen que Felix salga de su trance y escuché una fuerte declaración.

—Escúchame cariño, suelta mi mano ¿sí?, todo estará bien, no hay de que preocuparse pequeño.

—Hyunjin... no lo hagas porfavor—dijo Felix conteniendo las lágrimas.

—Te veré otra vez, te lo prometo.

—prometelo

—lo prometo... hasta que el cielo deje de ser azul.— sellando su promesa con un beso que expresaba todo lo que nunca pudieron decir con palabras, y tras eso el agarre de Felix se aflojó, soltando la delicada mano de Hyunjin, mientras el helicóptero se alejaba en dirección al atardecer.

Hyunjin logro alejar a los zombies, estaba asustado, el dolor el su pecho aún permanecía ahí, los zombies lo rodeaban mientras él lloraba, pidiéndole disculpas al viento, esperando que se llevará sus palabras y así su hermoso ángel las escuchará.

Se limpio las lágrimas con sus manitas, camino a la orilla de la azotea y con toda su fuerza grito, los zombies corrieron en su dirección, y cómo idiotas se lanzaron del edificio sin saber que el grito de dolor provenia de Hyunjin, un chico que ya no quería sentir.

Y entonces el cielo se pintó de un hermoso tono azulado, anunciando el fin del atardecer y de la vida de aquel chico de hermoso cabello rojo que parecía caer del cielo como un ángel, pero realmente era un jóven lanzándose a su salvación y liberando su alma.








Aún falta el epílogo así que espero y se queden para leerlo, ojalá les guste.
Besos darksh.

Cielo AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora