Hace unos años...Era una fría tarde en Seúl, Corea del Sur, un pequeño Hyunjin iba caminando tranquilamente hacia su casa cuando un hombre de mediana edad le tocó el hombro.
— hola pequeñito, ¿Tienes tiempo para hablar conmigo?— dijo el hombre con una voz muy grave y molesta.
El menor quería decir que no tenía tiempo pero sus palabras fueron interrumpidas por el hombre quien empezó a hablarle de la energía negativa que sentía y que cosas malas pasarían si no dejaba que lo ayudarán, que él y su culto tenían la cura de su dolor. El pequeño Hyunjin estaba hipnotizado, intentaba que sus palabras saliera de su boca, pero lo único que podía hacer era asentir a todo lo que el hombre le decía.
No supo en qué momento llegó hasta aquel edificio blanco, el hombre le sostenía la muñeca con fuerza mientras lo guiaba hacia el interior de un elevador. En el momento en el que las puertas se volvieron a abrir Hyunjin sintió que algo no estaba bien, caminaron hacia un departamento el cual tenía dos cuartos, uno de ellos tenía en su interior una cama y una silla, la cuál tenía un conjunto de ropa perfectamente doblada.
— ponte la ropa que está en la silla y después entra al otro cuarto, te esperaremos con ansias— dijo el hombre en un susurro antes de salir del cuarto.
El menor se dejó su pantalón y se puso una bata larga blanca con toques dorados, mientras se dirigía al otro cuarto. Al momento de entrar lo primero que pudo ver fue una extraña estatua de lo que parecía ser un Dios, a los lados de la esta se encontraban unas pequeñas cajas doradas.
— es hora de que limpiemos tu alma —dijo una mujer que parecía ser la líder del culto.
Hyunjin se quedó parado en el marco de la puerta mientras veía como la mujer se acercaba a una de esas cajas dorados y sacaba una copa con un líquido desconocido.
La mujer se acercó al pequeño e hizo que bebiera todo el contenido de la copa. El menor sentía que su cabeza comenzaba a dolerle, un horrible dolor se depositaba en su pecho, sus ojos comenzaban a ponerse rojos, estaba desorientado y su corazón parecía latir más lento, asustado comenzó a retroceder hasta que un grito ahogado salió de su garganta, la mujer había abierto la otra caja y de esta había sacado un cuchillo dorado. A paso lento la mujer se acercaba a Hyunjin mientras una horrenda sonrisa se formaba en el rostro de la misma.
El pequeño sintió que su alma se salía, comenzó a asentir que su corazón casi no latía, no pensaba con claridad, su cabeza dolía al punto de querer estallar, sentía que estaba muriéndose por dentro, como... algo o alguien que había visto en películas pero que no podía recordar en ese momento. En un minúsculo momento de claridad logró correr hacia el elevador, las personas del culto lo iban siguiendo, la mujer estaba por alcanzarlo y enterrar ese cuchillo dorado en la espalda del menor, por suerte las puertas del ascensor se cerraron antes de que alguien pudiera entrar, rápidamente presionó el botón de la planta baja mientras se deslizaba por una pared sintiendo que todo su ser regresaba a la normalidad poco a poco.
En el momento en el que las puertas del elevador se abrieron Hyunjin corrió a toda velocidad hacia su casa, su lugar seguro. Corría sin detenerse, con la vista nublada esperando llegar pronto para poder abrazar a sus padres y llorar hasta que el miedo se fuera por si sólo.
No supo en qué momento dejaron de seguirlo pero el menor aún estaba temblando, se agradeció mentalmente por haber guardado sus llaves y su dinero en el pantalón, relajándose al instante en cuanto divisó su casa. Al entrar todas sus esperanzas se desvanecieron, las luces estaban apagados y un silencio sepulcral reinaba en su lugar seguro, en su hogar.
Cómo pudo ser tan tonto, como podía haber pensado que sus padres estarían en casa esperandolo con ansias, cómo pudo creer que era importante para alguien, se sentía triste y decepcionado, y cómo todos los días se encontraba encerrado en su cuarto llorando hasta quedarse dormido esperando que algún día alguien lo amara o le diera aunque sea la más mínima muestra de afecto.
El frío de la noche despertó a Hyunjin, esté se levantó caminando hacia su closet donde tenía un cobertor, pero se detuvo a ver la foto que tenía con su mejor amigo, aquel niño molesto que conoció en la escuela y que lo obligaba a socializar, ese pequeño niño que siempre lo esperaba enfrente de la casa de Hyunjin para jugar, una sonrisa se formó en sus labios mientras regresaba a la cama con la foto de su mejor amigo.
Talvez se había equivocado, si había alguien que lo amaba, alguien que si quería pasar tiempo con él y que siempre lo esperaría en casa. Su mejor amigo.
Jeongin.Holaaa, ¿cómo están?
Este es el primer capítulo y la verdad es que no sé si les guste pero díganme ¿qué les pareció?.
Por otro lado este cap es de suma importancia e influirá en la historia más adelante así que no lo olviden.Eso es todo, no olviden comentar todo lo que quieran (con respeto obvio) y espero que tengan un excelente día.
P.D. gracias a las personitas que vienen de tiktok.
Besos: darksh
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Cielo Azul
Fiksi PenggemarUn grupo de chicos intentan sobrevivir a un apocalipsis zombie, mientras luchan contra sus monstruos del pasado. "Escúchame cariño, suelta mi mano ¿sí?, todo estará bien, no hay de que preocuparse pequeño" Iniciada: 12/08/22 Finalizada: 19/12/22