Dos meses habían pasado desde que se había casado con Jungkook, y estaba bastante feliz porque desde aquella vez en living, había bajado bastante sus humos. Seguía siendo un imbécil pero de a ratos incluso parecía una persona decente.
— ¿Ya almorzaste? —preguntó el ogro.
— No... Recién llego. —respondió el rubio, dejando los zapatos en la entrada.
— Ven a la mesa entonces, no sé qué han cocinado pero huele bien.
— Pedí que hicieran spaguettis, oí que te gustaban. —se encogió de hombros.
— No vas a dejar de caerme mal y ser un llorón sólo porque trates de ser amable. —rodó los ojos— Algo ocultas, seguramente seas igual de interesado que tus padres.
— Fui el primero en oponerme a este putrefacto matrimonio, pero está bien. Puedes pensar lo que tú quieras, amorcito. —sonrió— Vamos a comer, ¿sí?
— Como quieras. Deja de intentar ser amable. —se metió al comedor— Nunca serás más que un-
— ¿Un cualquiera? —rió sin ganas— Tienes razón, seguramente nunca seré más que eso. —se sirvió en su plato para luego salir de allí— Provecho.
Luego, se fue a comer con la gente del servicio que almorzaba en la enorme cocina comedor donde desempeñaban su labor.
— Buenas, Jimin... ¿El joven Jeon fue malo de vuelta? —preguntó Haru.
— No... Pero ya estaba por serio. No tenía ganas de sentirme mal hoy. —rió.
— Démosle créditos, al menos no está siendo un imbécil en potencia todos los días. —se encogió de hombros Jiwoo.
— Sí, suele ser un tarado. —dijo otro de los jóvenes jardineros.
— No seas boca suelta. —el cocinero le dió un leve tirón de oreja— Que si nos escucha, estamos muertos.
— ¿Escuchar qué? —su esposo apareció detrás de ellos, haciéndolos dar un salto en la silla.
— Nada que te interese, amor.
— Quiero saber, si hay alguna queja contra mi o... —hizo un intento de sonrisa.
— ¿Como para qué? ¿Para echar a alguien? —preguntó— Eso, y que no necesitas escuchar de los demás qué les molesta de ti, cuando ya lo sabes bien. —mordió su labio.
— Jimin... —Jiwoo le hacía señas para que se callara, todos estaban aterrados.
— ¿Qué es lo que molesta? —dijo, con el ceño fruncido.
— No es momento para hablar de ello. —suspiró— Estamos comiendo, por favor, vete.
— Es mi casa, ¿por qué me iría?
— Porque también es mía. —respondió.
No se sentía para nada dueño de esa casa, pero por los medios legales, así era.
— ¿Y eso qué?
— Además, no soportas a nadie en esta mesa. Incluyéndome. —mordió su labio— Así que vete, déjanos almorzar a nosotros los "inferiores" en paz. —hizo comillas con sus dedos.
— Como sea, jódete, Park. —salió echo una furia de la cocina.
— Te quiero mucho, Minni. —rió Jiwoo.
— No puedes quererme más de lo que yo amo a mi esposo. —le guiñó un ojo.
Jimin sabía que estaba mal hablarle así, no porque fuese su esposo, sino porque no era propio de él ser tan grosero. Pero a veces, parecía que esa era la única manera de conversar con Jungkook.
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FALLING IN LOVE - KOOKMIN SHORTFIC [TERMINADA]
Fiksi Penggemar"Yo trato de llevarme bien contigo por las buenas, pero tú insistes en que todo sea para mal. ¿Sabes qué? Muérete, pasaré los siguientes tres años ignorándote, engreído hijo de puta." ACLARACIONES: - JK TOP JM BOTTOM - M-PREG