003. Su reputación.

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—¿Cómo localizamos a Hassan? —preguntó Soap mientras yo salía del coche, habíamos llegado a nuestro destino.

—Tendrá guardias armados, protección del cártel —dijo Alejandro.

Yo me puse detrás de una pila de palés, no podía confiarme. Me tumbé en el suelo, apoyando el rifle en el pasto, el brazo izquierdo jamás me había dolido tanto y se me hacía muy difícil sostener correctamente el arma. 

Lluny, no hagas nada. Te cubriré si es necesario —me dijo Ghost, yo tragué en seco y asentí—. De todas maneras, los Shadows atacarán con el AC 130, esperemos que no tengas que usar el brazo demasiado.

—Entiendo —susurré incorporándome, poniendo mi espalda contra los palés. Me puse de cuclillas y, tras la señal de Graves, comenzamos a actuar.

—Avanzamos al oeste por el invernadero —dijo Alejandro mientras el edificio volaba por los aires. 

—Tenéis vía libre hasta el complejo, os abriremos la puerta —dijo Graves, de repente, la puerta voló por los aires. Alejandro y Ghost avanzaron los primeros, les seguimos Soap y yo. Tuvimos suerte de que los Shadows nos estuviesen cubriendo, apenas unos soldados lograron dispararnos allí dentro.

—Estamos yendo hacia la entrada interior —dije.

—Sí, os estamos viendo —me respondió Graves—. Recordad que el convoy está a tres kilómetros. Hay que darse prisa.

—De acuerdo —habló Ghost esta vez. 

Al entrar nos encontramos a bastantes miembros del cártel, acabé únicamente con dos ya que Ghost, Soap y Alejandro entraron primero y se deshicieron de la mayoría.

—¡Shadow 1, identificación positiva! —exclamó Ghost.

—¡Está subiendo! —dije yo viendo como escapaba—. ¡Está saliendo del primer piso! ¡Lado noroeste!

—El objetivo está en el interior. Edificio suroeste, primera planta —habló Graves, nosotros corrimos hasta el lugar y, por fin, dimos con el hombre. Dimos con Hassan.

—¡Al suelo! —exclamaron Soap y Alejandro a la vez, yo le inspeccioné, no parecía llevar ningún explosivo.

—¿Quién cojones sois? —preguntó Hassan. Ghost se encargó de inmovilizarlo.

—Fuerzas Especiales Mexicanas, vienes con nosotros —dijo Alejandro.

—Shadow 1, aquí Bravo 0-7. Bingo. Objetivo asegurado —le susurró Ghost al walkie-talkie.

—Recibido, 0-7. ¿Cuál es el estado de la extracción? —preguntó Graves.

—Aquí Victor 1-1, extracción en dos minutos —respondió Alejandro.

—Recibido, todos atentos. El convoy se está acercando a la zona objetivo —comentó Graves.

Los Shadows se dedicaron a destruir convoyes enemigos y, gracias a eso, pudimos salir sin problemas hasta llegar al vehículo aliado. Soap se encargó de llevar a Hassan maniatado hasta el coche.

—¡Soy comandante de la Fuerza Quds! ¡No podéis...! —gritaba Hassan.

—Cierra la puta boca —dijo Soap metiéndolo en el vehículo.

—Lo pagaréis muy caro.

—Justo a tiempo, hermano —habló Alejandro.

—No iba a dejarte atrás —contestó Rodolfo.

Alejandro iba de copiloto, detrás estaban Soap, Hassan y Ghost, yo iba justo detrás de ellos, intentando no pensar en cómo tendría la herida. 

—¿Está bien, Teniente? —preguntó Soap.

consume | simon "ghost" rileyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora