Trio Perfecto

24- Piel con Piel

Mire directamente a esa persona a sus ojos quien alzó una ceja para luego sonreír, camino hasta atrás de mi para desarmarrarme de mis manos para poder, ponerme de pie y enfrentarlo más de cerca, esto era tan tonto de su parte, secuestrarme me hubiera llamado o algo así, pero no el quiso secuestrarme.

―Esto es tonto lo sabías―digo y el ríe con burla.

―No es tonto, lo aprendí de Agni―dice caminado hasta la sala de aquel departamento.

Lo seguí detrás de él mientras miles de preguntas venían ami mente, cuando el finalmente se da la vuelta de nuevo para verme, hize un gesto para que hablara.

―¿Aidan para que trajiste acá?―pregunté y el cruzo sus brazos hasta la altura de su pecho, soltó varios supiros.

―Lo hiciste con Agni a las pocas semanas que iniciaron, pensé que eras más lista―me reprochó y yo redee los ojos.

―Si es solo para eso, me hubieras llamado no hubieras hecho eso que es tan tonto―digo caminando hasta la cocina para tomen vaso con agua.

Andan me siguió con sus vista hasta llegar a la cocina, no dijo nada en ese momento, ¿enserió aidan?. Ahg...

Mire como caminaba hasta mi para luego atrincarse en la puerta cruzar sus brazos de nuevo. Lo miré de nuevo, mis piernas avanzaron hasta el para quedar unos centímetros cerca.

Mire detenidamente su rostro, era un dios griego en persona, cada detalle de él lo hacía más especial o más perfecto, Mire sus labios delgados y rojizos, pase mi lengua por mi labio inferior para luego desviar mi mirada a otro lado, no mentiré había ocasiones donde soñaba que besaba a Aidan, pero me detenía, no lo podía hacer y más por que el es hermano de mi novio.

Aidan se dio cuenta de eso, así que tomó mi mentón con su mano, lo mire de nuevo el alzó una de sus cejas.

―Vamos Dione se que tu quieres hacerlo―dijo y yo quede perpleja.

Lentamente se acerca hasta mis labios dejando un corto beso suave, deje el vaso con agua en la mesa para poner mis manos en las mejillas de el para acercarlo hasta mi y besarlo, solo quería que el tomara la iniciativa y lo hizo, sus manos se enredaron en mi cintura para pegarme más asu cuerpo de el, mis manos se enredaron en el cuello de Aidan.

Me cargo haciendo que mis piernas se enrredaran en su cintura de el, me llevo hasta el sillón blanco que estaba ahí, me dejo tan lentamente qué nuestros labios se separaron por unos instantes, sus manos viajaron hasta arriba de mis pechos, deje salir un pequeño jadeo con el roce de sus dedos de el con mi piel. Mis manos pasaron asu camisa para quitársela lo más lento posible que pudiera, pero el se la quito dejando ver su abdomen marcado, un collar colgaba de su cuello haciendo que esa imagen fuera más perfecta de lo normal.

Su mano deja mis pechos, y baja, sus dedos trazando mi estómago por encima de mi falda, brinco cuando su mano toca mi entrepierna.

―¿Segura?―pregunta y asintió.

No basto ni dos segundos para que yo asintiera.

Aidan toma mi borde de mi falda y lo desliza hacia arriba en una velocidad dolorosamente lenta.

Mi corazón latía muy rápido, mi respiración se estaba agitando.

Aidan subió hasta mis labios para dejar un pequeño murmullo haciendo, cuando Aidan mete su mano por debajo de mi falda, sus dedos se mueven arriba y abajo por encima de ropa interior, su lenta y rica tortura continua mientras inconscientemente sus dedos hicieron aún lado mi ropa interior, teniendo la perfecta acceso en mí,  mordí mi labio, quería sentir todo de el presionado a mí.

―Dione puedo sentir lo mojada que estas, con solo tocarte―la forma en la que el lo decía, era fuego para mí.

Su Cabeza bajo hasta mis piernas, tomándolas con sus manos, estoy mordiendo mi labio inferior tan fuerte para no gemir.

Mi espalda se arquea con el primer toque de su lengua de el en mi, mi respiración sube y baja, mis manos están aferradas en el sillón.

―Aidan...

―¿Si?―su voz, esa voz perfecta.―¿quieres ya tenerme adentro de ti?.

―Si.―murmullo despacio.

Obviamente en ese momento Aidan, me toma de la cintura para estar más cerca de él, lentamente baja su pantalón negro que traía, mordí mi labio lo más fuerte que podía.

Con una sola tocada el lo introdujo, rodee mis ojos con sentirlo adentro de mi, mis caderas se empezaron a mover contra el, sus manos subieron de nuevo ami camisa me la quito dejándolo ver mis pechos, lo apretó que estos cabían a la perfección en su mano.

―Sigue moviéndote así.

Oh mierda, sus palabras son como fuego para mi cuerpo, con su mano libre bajo hasta mis piernas donde las abrió más, quería saber porque mis piernas se abrían más de lo normal.

Estuvimos así por unos minutos hasta que el salió de mi, bajo de nuevo hasta mis piernas donde con sus dedos subían y bajaban de mi.

Sensaciones deliciosas sentía en ese momento.

Su lengua hizo contacto de nuevo en mi piel.

―Si bajo mi mirada será para verte como te vez en mis piernas―digo entre un gemido.

El sonríe.

Los movimientos con su lengua los hacia tan perfecto, que estaba cerca del orgasmo y más cerca estaba el aceleraba sus movimientos con su lengua.

Arriba y abajo lo podía sentir venir, mi cuerpo tiembla en anticipación.

―¡Aidan!―más sensaciones deliciosas.

―¿Te gusta?

―¡Dios si!―gimo sin control. Sentía el orgasmo más cerca.

―¿Agni no te hizo sentir así ¿cierto?

―¡No!

Con esa respuesta se aleja de mi, Tomo mi cintura para acercarme más a él, lo mire y el, con sus manos hizo que lo mirara de sin desviar mi mirada y lo hice, se agacho un poco hasta mi.

Lo sentí de nuevo el estaba adentro de mi, con una sola tocada hizo que mi orgasmo me desarma y me estremece, aquel orgasmo hizo que gemira tan fuerte que Aidan tapo mi boca con su mano.

El se empezó a mover tan lentamente, mis gemidos fueron detenidos por la mano de el, cada tocada de el era placer para mí, mis pechos subiany bajaban.
Su piel contra mi piel, mis gemidos salían de mi boca y eran provocados por el menor de los Gallagher, era una combinación perfecta en ese momento.