Extra 2

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Sus besos en mi piel, sus manos acariciando cada parte de mi piel, mi respiración agitada. Estaba segura que ponía morir con esa hermosa sensación.

Agni sabía lo que hacía y sabía que lo que amaba, subió hasta mi boca para besarme ese beso tan desesperado, amaba esa sensación.

—Hazlo...—murmure tan despacio que apenas me podía escuchar.

Sin más que decir, Agni me tomó de la cintura para estar más cerca de él, con una sola tocada entro en mi, arque mi espalda, sus lo movimientos que hacía, eso era su magia de él.

El vaivén de su cadera hacia mí eran perfectas, mis piernas en su cadera eso bien que encajaba.

—Mi bonita—dice mientras se mueve más rápido.

Mis gemidos salían de mi boca, podía jurar que se escuchaban por toda la casa pero eso que importaba, como si nunca y hubieran escuchando a una mujer.

—Se siente bien.

Mi jadeo salió con la última tocada de el.

—Siempre te hago sentir bien.

Dios su voz ronca y perfecta.

—Agni...—intente hablar.

—¿Si, bonita?—cuestiona.

—Más rápido—pedí y sin más él lo hizo.

Auto mentó la velocidad de su cadera, haciendo eco entre nosotros, mis manos se aferraban a su espalda desnuda de él.

Se me olvidaba lo grande que era, lo bien que él lo hacía. Y como no si es un Gallagher.

Sus manos subieron a mis pechos, tomándolos con delicadeza, como si fueran lo más Perfecto que había visto.

—Joven Agni—dice Máximo.

El tapa mi boca con sus manos.

—Si, dime.

—Es hora de irnos, tenemos la junta con los nuevos contratistas y no queremos llegar tarde.

—Si, solo me visto y voy para allá.

Escuche como se alejo máximo.
Mire Agni quien este con una sonrisa maliciosa, entro en mi lo más fuerte que puedo para que soltara mi último gemido.

—Nos vemos más tarde, bonita.

Trio PerfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora