Por quién sabe cuánta ocasión en ese día, el muchacho no pudo reprimir la risa. Emitió un ruidito y luego soltó la carcajada, seguida por un – Lo siento, ya – se disculpaba Zoycite – Es que me volví a imaginar la escena.
Su amigo arqueó la ceja. Definitivamente para Kunzite, ser el motivo de burla de Zoycite no era algo agradable pero al menos podía alegrarlo un poco. Eso era lo importante.
Y es que sabía que Zoycite, que normalmente era un tipo alegre, en últimos días no la estaba pasando muy bien. Él le había contado que su novia se iría a estudiar fuera de la ciudad por una buena temporada. Probablemente su amigo no quería preocuparla y no mostraba ante ella completamente lo que sentía: un gran agobio por alejarse de ella pero también estaba enojado.
Sí, Zoycite estaba molesto pero no con su chica y sus decisiones. Estaba enojado con el destino porque apenas estaba disfrutando de una importante relación, cuando ésta tenía que pausarse; incluso estaba molesto con Darien porque si con anticipación le hubiera hablado de ella y lo mucho que tenían en común, quizá hubiera aprovechado más el tiempo con su novia.
– ¿Te imaginas si nos hubiéramos conocido antes? – se cuestionaba – Ojalá Darien no hubiera sido tan cerrado...
Kunzite lo entendía de alguna manera. A él también le hubiera gustado conocer antes a Mina, en lugar de pasar tanto tiempo solo y lamentándose porque pensaba que así sería el resto de su vida.
Definitivamente él (Kunzite) no quería entrar en esos debates sobre Darien y prefería concentrarse en el presente. Quizá para él era más sencillo, porque Mina hacía que las cosas fueran más fáciles y agradables en la relación que estaban construyendo, pero su amigo se enfrentaba a un dilema y lo único que le quedaba por hacer era escucharlo e involuntariamente hacerlo reír.
– Listo – dijo Zoycite – Ya terminé de revisar las proyecciones que pidió el señor Kaiou para la presentación y... – al voltearlo a ver no pudo evitar volver a reír.
Kunzite sólo respiró profundamente. Sin duda, el ver de nuevo su rostro había provocado la risa de su amigo, pues no podía ignorar el rasguño que atravesaba su mejilla.
Le había contado que esa marca surgió apenas la noche anterior, cuando fue a conocer a los padres de Mina y cenó en casa de ella. Él estaba bastante nervioso por presentarse por primera vez con la familia de una chica, pero los señores Aino lo habían hecho sentir muy bienvenido.
Sin embargo, la pequeña rubia quería que él conviviera con todos los miembros de la familia, incluyendo a su gatito Artemis, su "bebé" (como ella lo llamaba). Kunzite no era afecto a las mascotas, de hecho su padre jamás le dejó tener ni una sola, así que no sabía qué esperar. El muchacho no las odiaba ni nada, sólo le era indiferente.
Claro, a Artemis no le era indiferente él y, para ser sólo un pequeño animalito, parecía celoso de que su humana favorita le prestara más atención a alguien más. En determinado momento de la velada, estaban conversando y tomando té en la sala. Mina se había sentado muy cerca de su novio y cuando él tomó valor para tomarle la mano frente a sus padres, de la nada su felino guardián (que descansaba posesivamente en el regazo de su ama) saltó y le dio tremendo rasguño en la mejilla.
Si Artemis fuera un humano, vaya que tendría un digno rival.
Se trató de una herida muy superficial, aunque todos se apenaron mucho, pero de alguna manera Kunzite lo entendió; si él pudiera descansar todas las noches en el regazo de Mina, definitivamente no dejaría que otro se le acercara.
Además, Artemis era una parte muy especial en la vida de su novia y, si esa pequeña bola de pelos blanca la hacía feliz, él estaba feliz con ello.
Desde luego la anécdota completa hizo reír a su amigo, quien por primera vez conocía la faceta de Kunzite como novio, en una dinámica familiar y hasta aguantando al "gato bebé". No era por burlarse de él, simplemente se decía complacido y maravillado de todo lo que estaba pasando con su amigo.
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El destino se equivocó
FanficPara Serena, su destino estaba más que escrito. Su novio perfecto era todo lo que había soñado alguna vez; pero un poco distancia entre ellos, sumado a nuevas personas en su vida, le hará dudar sobre lo que siempre creyó su destino. ¡VOLVÍ A LOS AU...