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—En la penumbra de un acantilado se encontraba él, sentía el viento acariciar su rostro y sobre todo eso... Paz.
No comprendía como aquello podía sentirse así, el viento, el mar cantar suavemente con el ruido de las olas.
El pasto de un verde vivo, y él allí.
Sonreía plácidamente perdido gravemente en la sensación de que todo allí estába bien.
Sintió una mano posar el peso sobre su hombro, al girarse la vio alli, de pie. Con su sonrisa blanca y llena de brillo por sus perfectos dientes.
Un hueco se hundió en su pecho y corrió para abrazarla, aquella con una sonrisa le abre sus brazos para corresponder aquella acción.

Podía sentir su calor, su suave piel, su cabello largo con olor a lavanda.
Este la apretó aún más, quería que aquella hermosa mujer se volviera parte de él.

—No... —fue el único monosílabo que logro salir de su boca, su cabello se comenzó a mover.
Ella le acariciaba con ternura como siempre lo hizo, era eso lo que buscaba. Su paz.

—Sasuke...

—¿Si? —pregunto con  melancolía, él seguía aprisionado en su cintura como si fuese una tabla de salvación y de hecho si lo era, ella era lo único que él necesitaba para poder estár bien, si ella volvía prometía cambiar, lo juro mil veces y hablaba enserio, el pobre lo haría.

—Te extrañe mucho —este al escuchar aquellas aterciopeladas palabras llenas de amor, lo lleno, simplemente no necesitaba nada más, no estaba enojada con él, no habían recortes, no habían decepciones.

—¿Por que te fuiste? —exclamo la noche nocturna. Está posa sus brillantes ojos en el y podía jurar que esos eran los faroles que necesitaba para salir de aquella mate oscuridad, eran las estrellas que habían perdido su cielo nocturno. —tenia que hacerlo...

Nuevamente se puso triste, pero no importaba no la volveria a perder. La cogio de el brazo tirando de ella para que lo siguiera. —Sasuke ¿Que haces? —pregunto la mujer que caminaba, pero no de mala forma. —Te llevaré a casa...

—Detente...

—Haremos cosas diferentes... —Decia la noche aún tirando de sus brazos mientas un gran nudo le desgarraba la garganta.

—Detente...

—Iremos a la playa como siempre quisiste lo prometo....

—Detente... —El nudo raspaba su garganta casi como si fueran hojillas filosas esperando una última palabra para cortar más.

—Cambiare... Esta vez... Si —Sus ojos se volvieron tan cristalinos hasta convertirse en una fina capa de vidrio lista para romperse.

—Cambiare si ese es el problema... —voz chillona y se quebró, por fin salió la primera lágrima atrapada en ese ser que jamás lloraba, pero no importaba ella lo había visto llorar infinidades de veces, no había porque avergonzarse, no quería llorar sin embargo las lágrimas no paraban de salir de sus ojos...

—Detente... —Seguía ignorando las palabras de la mujer. No, no quería escuchar nada más. No era necesario.

Hasta que un peso lo detuvo
No podía para de llorar y tiro aun con más fuerza, ya casi estaba en su destino, casi a centímetros de ellos, solo un poco más, espera un poco, se decía invadido de dolor.

—Hijo es hora de despertar.... —Miro a su madre con la vista puesta en él pero igual dulcemente.

—Sasuke....

Abrió los ojos, todo era un sueño. Miro el reloj que estaba encima de su mesita de noche, marcaba aproximadamente las 05:08am. Joder no puedo creerlo que estafa, se dice así mismo impotente, débil cogió su teléfono movil y habían casi 102 llamadas perdidas y 19 en el buzón de voz.
¿Por que tanto escándalo por saber de  él?, Que fastidio pensó mientras se levantaba de la cama con una calentura en su estómago, quizás era hambre y decidió levantarse. Camino por el pasillo de madera hasta llegar a la cocina, miro el teléfono local y tenía casi la misma cantidad exagerada de mensajes de voz, ¿Porque tanta gente quería contactarlo?. Miro la habitación de su padre que permanecía cerrada ¿Con que no llegó anoche tampoco? He, sonrió eso era bueno, quizás con suerte no volvería a verlo.

Abrió la nevera y solo habían huevos y pasta de tomate junto a una leche que llevaba ahí dios sabe cuánto, la cogió sin importancia, pego su nariz de la orilla y sí, en efecto, no se había dañado.
Abrió el gabinete y saco el cereal, lo hecho en un tazón y se sentó en la mesa a comer, apretó el reproductor para escuchar los mensajes.
El gato negro se posó en sus piernas mientras maullaba casi molesto. Sasuke irritado lo arrimo con su pie descalzo.

—Alejate... —lo espanto. El gatito sin embargo siguió maullando...

—Primer mensaje de voz: hola, habla Itachi ¿Como está papá?, Los llamaba para eso ya que papá no contestaba mis llamadas desde su celular, espero que estén bien y para que sepas que les deposite un dinero a la cuenta de papá, cuando escuches este mensaje devuelve la llamada gracias.
La molesta voz tranquila de Itachi lo amargo enseguida ¿Que se creía ese hijo de perra al hablarle de ese modo?.

—Segundo mensaje de voz: trago. Sasuke Maldito.

Cerro los ojos, la molesta voz de Naruto nuevamente llamándolo.

—tercer,cuarto,quinto... 54: mensajes de Naruto diciendo cualquier tipo de insulto, se llenó de ira, sabía que si revisaba su teléfono sería igual de molesto. ¿Como se atrevía a llamar a su casa ese maldito insecto y sobre todo para insultarlo si su padre oía eso.... Uff

—Mensaje número 56 en reproducción, Naruto nuevamente: Teme estoy muy preocupado por ti Sasuke, te estuve llamando a tu celular y no me contestas, solo espero que el maldito de tu padre no te allá vuelto a hacer algo o se las verá conmigo. —Sasuke se ahogó con la leche y cubrió su boca, Naruto.... Estaba vez lo escucho hablar enserio.

—Mensaje número 57 en reproducción otra vez la voz de Naruto : Teme te estuve tocando la puerta pero nadie salió, ¡Joder Sasuke dónde estás! Llevo dos días enteros intentado contactarte.
Sintió un escalofrío que lo detuvo en seco.

¿Dos días?, ¿De que hablaba Naruto?, Parpadeo varias veces y se puso de pie, camino hasta la habitación con prisa y miro el tazón del gato Vacío... Se preocupo aún más, camino hasta la cama donde estaba su teléfono y reviso. En efecto marcaba la fecha del 06 de octubre, soltó el celular sentandose así al borde de la cama y miro la jeringa que descansaba descarada en la mesita junto al reloj, podía jurar que desde su distancia podía ver  que tenía aún unas debil gotas de heroína en su interior, era casi como si pudiera escuchar caer una gota tras otras interminables veces, puso las manos en su cabeza y dijo entre dientes

—joder...



🥀Adictos🥀 (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora