9.

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Aveces, y solo aveces, quisiera meterme en la bañera, bajar hasta el fondo y meditar ahí, meditar hasta que mis pulmones, se llenen de agua por completo y acabe con mi oxígeno; caminar hasta aquella luz y que me abrigue del dolor, ahogar la pena y que muera ahí.

Su mirada estaba inexpresiva, al parecer no tenía ni un poco de remordimiento por romper mi muñeca, y por su fuerza bruta supe que no era solo una amenaza.

cogí el cuchillo y lo apreté con aún más fuerza; Mi adrenalina subió como una corriente por todo mí cuerpo, aún así... Aún así, no puedo hacerlo. Cerré los ojos tan fuerte que parecía todo un sueño ¡Una idea absurda! pero las lágrimas cayeron tan rápido que me di cuenta de la realidad, de está jodida realidad, quería convertirme en una asesina, (pero, si todo estába bien)

—¿Sakura, de verdad querías asesinarme? —junte los dientes dispuesta a estillarlos pero no logre encontrar una respuesta concreta, mire sus ojos sin brillo ¿Como puede ser que no se sienta como yo?, quería gritar. La ira me consumió en una emoción, perder el control y asesinarlo. Aquellas gotas de agua caían y caían como un pozo que no se seca.

—¡Sí! ¡Quiero que estés muerto!, ¡¿Que has hecho?! ¡Yo te amaba!, ¡Yo te amaba! —grite tan fuerte como mi garganta me permitía, solte lo que guardaba en el fondo de mi corazón, creí que todo terminaría; por favor acaba con mi vida tú.
Para mí sorpresa, no pasó. Solo sentí sus manos rodeando mi cintura: mís instintos se activaron y comencé a temblar enseguida que comenzó acariciar mi melena suavemente, como una niña que necesitaba consuelo.

Solto aquellas aterciopeladas palabras que condenaron —Ahora todo estará bien —respiro en mi cuello —, Sakura, solo me tienes a mí y yo no voy a abandonarte.

Entonces me sumergí en aquel lugar feliz; dónde estaba con mi madre corriendo, riendo; junto a Ino, Cuando Sasori, me cuidaba, y todo era diferente, mi corazón se sentía cálido, ¿Acaso la tempestad ha terminado?

Desperté. En ese entonces la emoción de abrigo no se había enfriado, en aquel lugar feliz dónde todo estaba bien.
Al pensar eso sientes que todo se quedará así para siempre, aún así cuando parpadeas te encuentras en otro lugar completamente diferente, y que nada es lo que esperabas; los años han pasado.

Me observo a mí misma sentada en una banca, viendo como mis amigos se gradúan con honores; Sasuke, cómo policía, Sasori, cómo doctor; al final termino escogiendo algo diferente.

Mis lágrimas caían sin sentir algo, (estaban tan cambiados) ¿Por qué lloro?, Aquello fue como un flash back: Sasuke, golpeándome nuevamente, obligandome a estar con él, creí que todo pararía, pero llegamos tan lejos que ya si hablo con alguien respecto a esto, no me creerían.

—Sakura-chan —alguien a mi costado me coge del brazo, me vuelvo para observar (me asusté a tal punto de casi perder el equilibrio), los ojos azules de Ino, temble; en realidad debi irme en cuanto terminara la ceremonia para pasar desapercibido.
»Pero solo sentí sus larguchas manos apretarme junto a su cuerpo, me quedé estática a su tacto que hacía tantos años... sin saber de Ino, lo último que supe fue que se había ido de la ciudad con Sai sin decirle a nadie ( no llamo, ni una carta, nada. Ni antes ni después) sentí el molestó nudo en mi cuello.

—Regrese para felicitarlos —me examina indiscretamente, ¿Cómo puede tratarme así después de tanto sin saber de mí presunta mejor amiga? trate de juntar mis manos para no sentirme incomoda, molesta, fue inútil.
—te ves genial, aunque tus ojeras y cara dicen mucho por ti, no estás bien —su palabra me descolocó ¿De verdad me reconoces Ino? medio sonreí falsa para que pensara que aquello no me habia molestado; traía una falda bastante larga para cubrir mis piernas, un suéter de lana para cubrir lo moretones en mis brazos y el daño que interminables veces me causaba.

🥀Adictos🥀 (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora