Public Figure | Luar la L

PUF-035.

Tras contarle a Armando que tendría que colaborar con mi ex y todo el drama en el que nos vimos envueltos no pareció muy feliz pero lo podía entender, principalmente quiso saber si yo había conseguido borrar todo lo que sentía por él, a pesar de lo que me hizo podría darse que en efecto, aún sintiera cosas (no era el caso), dejó claro que eso sería lo único que le podría hacer sentirse algo inseguro.

Mi ex filtró contenido sensible mío que o bien tomó cuando estábamos intimando o que yo misma le mandé pensando que en sus manos estaría seguro pero ya vimos que no fue así.

Aquella mañana no me sentía bien, estaba sentada en el balcón con las mejores vistas de Dubái y era incapaz de sentirme feliz, estaba abrumada, nerviosa e incluso incomoda conmigo misma por rebajarme a colaborar con él.

—¿Es café?.—tomó un sorbo antes de que yo pudiera responder.—Lo es.

—¿Y qu...—ahí caí en que acordamos que aunque no fuera seguro, por el momento trataría de consumir aquellas cosas que pudieran afectarle menos al bebé.—Mala mía...—alejó la taza.

—Buen día.—estaba usando su tono de molestia porque él realmente odiaba que lo primero que saliera de la boca de las personas una vez despertaban fuera cualquier otra cosa que un cordial saludo y yo tenia la mala costumbre de no saludar.—¿Qué pasó?.—besó mi frente.

—Nada..—se sentó a mi lado.

—¿Me harás ir por mi pasaporte pa comprobar si es que yo nací ayer pa que andes tirándome mentiras así en mi cara?

—Es una sesión en lencería y...parece que habrá un especié de anuncio, será una escena en una cama en un ambiente...Complicado.

—¿Lo dices por mi o por ti?

—No quiero guardarte nada, solo te cuento las novedades que me llegaron en la mañana, yo pensaba que sería otro tipo de colaboración.

—¿Quieres hacerlo?

—¿Quieres que no lo haga?

—No cambies la pregunta, quiero saber si quieres hacer el cabrón trabajo ese con tu ex o no.

—Contigo no se puede hablar.

—Paris, me importa un bicho si haces publicidad con él, es tu maldita actitud la que me tiene la cabeza volá' porque es que si no te importa porqué vas de acá para allá toda pensativa, te ves preocupada por cómo reacciono, me explicas las cosas con miedo , parece que deseas que te pida no ir porque temes enfrentar algo y lo único que podría ser es que el gato ese aun te gusta.

—No.—entrelacé nuestras manos.

—Tus acciones me andan diciendo otra cosa.—miró nuestras manos.—Te buscaste tu propia Nesi.

—¿Que carajos quiere decir eso?

—Alguien que me va a hacer pelear contigo todo el tiempo.

—No es para pelear, es el pasado y no tienes nada por lo que enfrentarte a él .

—El anuncio es casi que el presente, Paris y a mi todo me llega so deja que yo mismo decida si tengo motivos para ir por él o no.—se levantó del asiento y decidí dejarlo ir ya que perseguirlo solo haría que nuestra conversación subiera de tono y se volviera mas agresiva de lo necesario, activaríamos el modo hiriente y en par de horas no podríamos mirarnos a la cara sin querer matarnos.

Tenía la intención de seguir tomándome mi café pero Armando regresó al balcón, agarró la taza y se volvió a meter para dentro, sonreí de forma breve al ver cómo cuidaba a una criatura inexistente, sería bien papá eso si que nadie se lo podía negar.

—Vamos.—tenía la cabeza asomada.—Quiero que hagamos algo.

—¿El que?

—Vamos.

—¿Me cambio o que?, necesito información.

—Así estás bien.—extendió su mano y la tomé, estaba algo confundida porque creí que estaría molesto algunas horas pero algo pareció hacerle cambiar de idea.

(...)

—Yo podía montar sola.

—No podían.

—Deja de hablar de mi en plural.—acaricié con delicadeza al camello.

Estábamos en el desierto, justamente como lo oyen,no pueden venir para Dubái sin hacer el mítico paseo en camello.

—¿A donde más quieres viajar?

—No lo sé.—me incliné un poco hacia delante para colocar correctamente el sombrero que traía el animal.

—Muñequita, ten cuidado.—susurró pasando su brazo alrededor de mi cintura.—Ya oiste que no les gusta que les toquen así.

—Pero este está tranquilo, lo ha estado desde que subimos.

—Subiste.

—¿Mmm?

—Sí.—observé el paisaje monocromático con admiración, que lugar tan lindo..—No respondiste.

—Quiero ir para Japón y eso lugares.

—¿De luna de miel?

—¿Que carajos dices ahora, Armando?.— me reí.—No vamos a casarnos o al menos no me dijiste.

—Quiero saber a dónde es que debo reservar cuando esté preparando todo.—vimos al encargado del lugar acercarse a nosostros.

Al parecer el tour había terminado y tocaba bajarse, aproveché para que nos tomaran par de fotos (algunas también en solitario).

—No deberías tener mente para es...—estaba sentada en la arena ya que fue la pose de la última fotografía y el camello se acabó tumbando apoyando su cabeza sobre mis piernas.—Mente para es...—no entendía lo que estaba ocurriendo.—¿Qué pasó?.—lo acaricié.

—Creo que quiere irse con usted.—bromeó el encargado mientras lo atraía hacia él.

Luar me ayudó a levantarme, estaba mirándome fijamente y yo no entendía por qué.—¿Qué hice?

—Nada, muñequita.—sonrió de lado.—Podemos ir a pasear un rato por la playa.

—Estoy cansada,¿sera que podemos regresar?.—asintió antes de dejar un beso sobre mis labios.—De luna de miel quiero ir a la ciudad del amor.—me miró mal.

—Francia no me gusta, no está lindo para celebrar que nos unimos pa siempre.

—Entonces elige tu, sorpréndeme, Armandito.—volvió a besarme.—Que besucón estás hoy.

—¿Ah?.—me agarró por las mejillas.—Obvio,esa boquita es pa' mi y me la voy a disfrutar cuánto quiera...—me mordí el labio.—Bellaca.—sus manos descendieron de las mejillas al cuello.

—Mmm...—humedeció sus labios.

—¿Qué quieres?

—A ti.

Sonrió de lado.—Vamos pa' la suite.

—Sí, señor.—me abrazó por detrás y fuimos por el carro.

Cuando llegamos a la suite decidimos darnos un baño aunque bueno, surgieron par de cosas que lo alargaron.
••••••
Los adoro😭😭