Public Figure | Luar la L

PUF-031.

Narra Paris.

—¡Muñequita!.—caminé algo nerviosa por el baño.

—Estoy aquí...—dije por fin.—Se están yendo algunas marcas...—dije examinando mi cara, ya apenas me dolía, solo tenia algunas molestias de vez en cuando.

—¿Segura?.—asentí con mi cabeza.—¿Te ayudo a aplicar la pomada esa?.

—Armando, no tienes que hacer esto.

—¿El qué?

—Sentirte responsable.

—No comiences porque esta conversación ya la tuve contigo, conmigo mismo, con tu papá , con Bry...—se estaba esforzando por parecer fuerte pero en el fondo yo sabía que sufría porque se culpaba continuamente.

—Vinimos aquí a no pensar en todo lo malo que dejamos allá.—me subí al lavabo cuando me di por satisfecha con el tatuaje camuflador.—¡Volví!.— dije mirando la pantalla, estaba grabando un story.—Me fui de vacaciones y nada más miren que baño tan lin...—chillé fingiendo sorpresa cuandk enfocó a Luar —¡Ay Dios, es L!.—el tipo de sonrojó.

—Arranca pal carajo.—su risita nerviosa me enterneció.

—Pero ven acá, ¿que tú haces en mi baño ah?

—Concierto privado.

—¿Ah si?.—humedeció sus labios.—¿Y donde está el micrófono?.

—Apaga la cámara esa y tu va a ve' donde es que lo tengo.

—Cafre.—dije mientras tecleaba en el cel para mencionarlo.—Luar la L.

—¿Mmm?

—Dijiste que haríamos un feat.

—Con en emoji del bebé.

—Aggg, ¿que te picó, por qué quieres hacerme un nene ah?

—Quiero ser papá.

—Pero, ¿así nada más y tan pronto?

—Cuando estés ready, muñequita.—su teléfono sonó indicando la llegada de una notificación, lo desbloqueó y mientras leía tenía una sonrisa disimulada en su cara.

—Olvídalo, igual parece que en ese trasto tienes algo más importante que leer...—quise pasar por su lado pero su brazo me detuvo.—Luar, suéltame que no quiero pelear.

—No pelees, entonces.

—Yo no quiero hacerlo pero es qu...—me quedé callada al ver que no me miraba.—¿Estás escuchándome?

—Te escucho y analizo lo rica que te ves mordia'.—me reí sin ganas.—¿Y este comportamiento que, ah?.—mordí mi labio.—¿Quieres que te trate igual ah?.—me retó.—Dale pa la cama, vamos a resolver.

—¿Serio?.—susurré de forma seductora.

—Como que me llamo a Armando, esta noche te desarmo, Paris.—por fin soltó el agarre, caminé hasta la habitación, la suite era más grande de lo que vi en las fotos.

Para cuando Armando llegó yo ya estaba metida en la cama, me miró con una ceja alzada así que supe que venía con ganas de jugar.

—Espejito espejito, ¿quién es la más bellaca del continente?—se mordió el labio cuando descubrió porqué yo estaba tapada,—Me robaste el privilegio de desnudarte, que mala.

—¿Lo soy, que harás al respecto?

—Ay, Paris...—con su dedo índice comenzó a dibujar un camino imaginario desde mi mandíbula hasta mi ombligo, su mirada estaba fija sobre mi admirando cada detalle,como si fuera la primera vez que me veía desnu'.—Tan bella...—susurró.