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Auron va encaminado a la merienda, con una canasta de galletas de chocolate y crema, un pastel decorado con flores de dulce y unos panecillos saborizados con semillas. En esa reunion acompañados de deliciosos bocadillos, se charlaría acerca de los atentados que fueron realizados en el pueblo verde los ultimos dias. Por suerte, el no había recibido ni causado ataques desde hace dos semanas, mas bien se había centrado en ayudar a sus compañeros a reconstruir y reparar sus terrenos que fueron atacados.
Auron se sentía feliz de finalmente haber cambiado, de dejar atras su pasado de "perro malo" y empezar un nuevo capitulo donde solo se centraría en apoyar a sus amigos. Auron acomoda su ropa y de camino a la antigua terraza de Ibai recoge unas flores de diversos colores y tamaños, pues les recuerda de cierta manera a sus compañeros. Se ríe antes de tomar una que parecía tener tenía los mismos colores que los ropajes de Biyin y la guarda para entregársela despues.
"Gracias por ayudarme Auron, eres sin dudas una de las mejores personas que pude conocer" —Auron se grabó aquellas palabras ese día, pues demostraba que no todo estaba perdido y que al menos en ese mundo, había gente que lo valoraba por lo que era. Sonríe de oreja a oreja y sus mejillas se ruborizan por la ternura de sus pensamientos.
Pronto se da cuenta de que esta llegando tarde y que ni siquiera estaba cerca de llegar a su destino, por lo tanto, comienza a correr mientras abraza su canasta en un intento de que su interior no se sacuda y caiga al cesped. Su rostro se ilumina con un sutil brillo al ver las figuras de sus amigos en la lejanía y el poder del chisme, galletas y una silla lo impulsan a seguir el trote.
Finalmente llega, no dice nada aun, quiere darles un buen susto. Auron se esconde atras de una pequeña pared y con una sonrisa traviesa se prepara para saltar.
- ¿Ustedes de verdad creen que haya sido Auron? A ver, es probable, pero. . . —Interroga un pirata de nombre Marius, el resto parece hablar por encima de todos.
- Hombre, ¿A ustedes no les parece sospechoso su repentino cambio de actitud? Lo mas seguro es que el hijo de puta este tramando algo gordo. —Acota Tanizen mientras Marius respira hondo. Auron detras del muro, intenta asimilar un poco lo que esta escuchando.
- Esta vez coincido con Tani, conozco a Auron desde hace tiempo y la verdad es que huele a mierda. Yo sinceramente no me creo su cuentito de niño bueno. —Juan agudiza su voz en un tono de burla y ríe.
-¡Ha! ¿Que apostamos a que ahora mismo debe estar plantando alguna mina en sus casas? Por eso no esta aquí todavia. —Interrumpe Reborn entre risas.
La canasta de Auron esta apunto de caerse de sus manos, sus ojos se encuentran fijos en el suelo y toda intencion de hacer una broma se esfuma con una respiracion. Automáticamente sus sentidos se nublan y sus dientes amenazan con partirse entre sí.
"Todo esto, ¿para nada?" —Es lo unico que puede pensar el castaño, mientras continúa oyendo como los que el pensaba como sus amigos, iniciaban un plan destructivo en contra de el y de sus supuestos planes macabros. La canasta se estrella contra el suelo, pero el ruido no es lo suficientemente capaz de atraer la atencion de los pueblerinos.
Auron, con una mirada llena de tristeza e ira desprende una pequeña llamarada de su mano que aterriza encima de aquella canasta y las flores que yacían tranquilamente en esta, comienzan a arder. No espera mas, se aleja de la casa a pesar de por fin oír voces reclamando nerviosos su presencia.
"Vaya"—Concluye finalmente — "Asi que este es el dolor de ser bueno"
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