CAPÍTULO 18: EL PRINCIPIO DE UNA RECONCILIACIÓN

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Desde pequeña le habían enseñado que no estaba bien escuchar a escondidas conversaciones privadas y ella en cualquier otra circunstancia habría seguido aquel consejo, pero cuando escuchó la pregunta de Naruto no pudo hacer otra cosa que esconderse.

"¿Te gusta Hinata-chan?"

Su corazón latía como loco solo por la pregunta y de alguna manera sus nervios se habían disparado. No sabía por qué, pero ansiaba escuchar la respuesta. De verdad que quería hacerlo, pero cuando Sasuke abrió su puerta y expresó sus verdaderos sentimientos algo dentro de ella se rompió.

"¡Solo la estoy tolerando porque es mi guardiana, si ella no hace un buen informe de mí no podré líbrame de los estúpidos del consejo y marcharme de la aldea! ¡No me gusta, solo la estoy usando!"

Había sentido aquellas palabras como si mil estacas atravesaran su corazón.

Solo quería salir corriendo y cuando sus ojos se conectaron con los de Sasuke ese sentimiento solo se acrecentó todavía más.

Intentó mantener la compostura a pesar de que no quería estar allí, así que como toda una kunoichi se mantuvo fuerte, debía cumplir la misión que le habían asignado. Además, si así era como Sasuke realmente se sentía por ella lo mejor era intentar mantener las distancias con él para no incomodarlo más de lo que seguramente ya había hecho.

Se preguntaba cuántas veces había sobrepasado la línea sin darse cuenta.

Por eso trató de parecer normal y le habló lo más formal que podía para que así no sintiera que se volvía a extralimitar ni incomodarlo.

Le dio una corta respuesta y luego se fue a su habitación. Esa noche lloró sin comprender muy bien el porqué de sus lágrimas, ni con Naruto había sentido un sentimiento tan amargo ni un vacío tan fuerte.

A la mañana siguiente se sintió un poco más calmada, aún tenía varios meses antes de que su misión concluyera, por lo que debía intentar mantener una relación cordial con Sasuke hasta el final, no quería obligarlo a actuar de manera que en verdad no se sentía.

Actuaría con profesionalidad para no molestarlo más. Entonces. ¿Cómo habían llegado allí? ¿Por qué ahora le estaba pidiendo perdón?

—Lo siento—volvió a repetir Sasuke.

Hinata parpadeó un par de veces por las palabras que acababa de pronunciar el chico, se encontraba un poco confundida, la verdad es que no esperaba para nada aquello.

—¿Por qué se disculpa? —preguntó algo nerviosa.

—Porque soy un idiota—dijo molesto. —Naruto me estaba molestando y yo solo quería que se fuera y dije lo primero que se me vino a la mente. Pero no me siento así en absoluto.

Hinata lo miró, una parte de ella quería creer lo que acababa de decir, quería correr a abrazarlo, pero se había prometido no volver a incordiarlo.

—Uchiha-san no debería mentir solo para hacerme sentir bien—dijo ella de pronto sorprendiéndolo, había esperado que le dijera cualquier cosa, pero esa frase lo había tomado completamente desprevenido.

—¿Mentirte? —repitió sin entender bien y ella solo asintió.

Se quedaron mirando por unos segundos que pareció toda una eternidad, cada uno con diferentes pensamientos en su cabeza.

Sasuke sabía que después de lo idiota que había sido hasta la bondadosa Hinata no lo perdonaría fácilmente, pero de allí a que ni siquiera creyera en sus palabras.

—Prometo no volver a traspasar mis límites ni tratarlo con más familiaridad de la debida—dijo Hinata solo logrando hacer sentir peor a Sasuke.

Cuando vio que estaba por irse el miedo se apoderó de él, sentía que si la dejaba ir con ese malentendido nunca volverían a tratarse igual, que perdería el derecho de estar a su lado y de alguna manera esa simple idea lo aterraba.

Se había acostumbrado a ser Sasuke-kun, no quería que lo tratara con frialdad, no soportaba no volver a obtener una sonrisa de su parte.

Antes que se fuera él tomó su brazo presuroso sorprendiéndola.

—¿Uchiha-san? —dijo extrañada.

Siempre había preferido que las chicas lo llamaran por su apellido que no con ese molesto Sasuke-kun, pero con ella era diferente, su apellido sonaba tan mal en sus labios, como remarcando que ahora había una distancia entre ambos.

—¿No me vas a perdonar?

Hinata lo miró asombrada, sin saber muy bien que decir. ¿Sus palabras habían sido ciertas?

—Nunca he sido bueno para disculparme, no sé si con solo un lo siento las cosas vuelvan a ser como antes—confesó sorprendiendo a Hinata. —Sé que mis palabras te han lastimado, y no puedo negar que fue mi error, pero no te quiero perder. Me siento bien a tu lado—dijo sincero.

Él aún mantenía su mano aferrada al brazo de ella, pero frente al silencio de Hinata la liberó, se sentía como un tonto. Él solito había echado a perder una relación que, aunque no lo quería admitir le llenaba, era diferente a lo que tenía con Naruto, Sakura o Kakashi.

Para él Hinata era diferente.

Su presencia le daba una tranquilidad que nunca antes había sentido, además de un calor familiar que pensó no volver a sentir. Hinata le proporcionaba tantas nuevas sensaciones y desde que estaba con ella las pesadillas y malos recuerdos de su pasado habían disminuido, incluso se había comenzado a perdonar a si mismo por todos sus errores.

—No me dejes—dijo él logrando que los ojos de ambos se cruzaran.

Hinata lo miró, y lejos de encontrar al altivo Sasuke que todos conocían vio a otra persona, una que solo había visto cuando le había hablado aquella vez de su hermano. No iba a seguir negándolo más, tal vez iba a salir lastimada, pero quería creer en sus palabras. Además, odiaba verlo tan vulnerable, por lo que sin pensarlo corrió a abrazarlo.

Cuando Sasuke tuvo a la chica entre sus brazos y su olor a lavanda y canela inundó sus fosas nasales la tranquilidad volvió a su cuerpo. Sin darse cuenta la apretó más.

—No quiero estar lejos de Sasuke-kun—dijo Hinata. —Para mí él también se vuelto una persona muy importante—declaró mientras hundía su rostro en el pecho del Uchiha.

Pasaron así unos segundos, pero ninguno quería separarse primero, se sentía tan correcto, como si por fin encontraras una pieza que no sabías que faltaba.

A Sasuke le vinieron las palabras de Hiashi, no podía seguir negándolo; le gustaba Hinata y le gustaba mucho.

oOoOoOoOo

En los campos de entrenamiento Naruto miraba por enésima vez la nueva técnica de Kiba, había estado bien al principio, pero ahora ya se estaba comenzando a aburrir. Solo esperaba que su sacrificio hubiera valido la pena y que esos dos hubieran arreglado sus diferencias, porque si no cuando llegara haría que Sasuke le pidiera perdón de rodillas a Hinata.

Notas de la autora: Hola otra vez, de verdad que lamento ser lenta, pero como dije acabaré cada una de mis historias, debo decir que el Sasuhina está comenzando a avanzar, así que espero que les guste. 

Gracias por todo, ya nos leemos.

El principio de algo [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora