CAPÍTULO DOS
El PRINCIPIO DE UN NUEVO CAMINO
Un ligero toque sonó en su puerta, supuso que debía ser Sakura, le tenía que poner el medicamento. Cuando la puerta se abrió se asomó una dorada cabella que rápidamente identificó. Era sorprendente que el rubio no hubiera irrumpido en su habitación estruendosamente como hacía siempre. Lo notaba extraño, demasiado callado para ser él, mas sin embargo tampoco era como si le fuera a preguntar algo.
—Teme, ¿Hinata-chan te ha venido a ver? —preguntó haciendo que el morocho arqueara ligeramente una de sus cejas.
—Sí—respondió secamente incomodando más al Uzumaki. —¿Por qué? —preguntó, pero Naruto permaneció callado.
El ojiazul no sabía que responderle sin exponer demasiado a la peliazul. Ya que no entendía porque ayer Hinata, al ir a visitarlo le había preguntado sobre los gustos del azabache, cosa que le había causado mucha curiosidad. Ya que él supiera ellos dos nunca habían hablado mucho, incluso dudaba si alguna vez habían entablado alguna conversación. Así que no comprendía porque la ojiluna le había hecho una visita al morocho y ahora sentía interés por su amigo. Lo único que se le ocurría era que ella se había enamorado del Uchiha, pero se le había confesado hace nada, por lo que dudaba. Conocía muy bien el carácter de la ojiluna, no era una chica enamoradiza, nunca se acercaba demasiado a los chicos, la verdad es que tampoco sabía que le había visto a él mismo, y a pesar de no corresponderle lo agradecía.
Una burlona sonrisa se poso en el rostro del pelinegro, podría ser que Naruto se sintiera... ¿celoso?, lo dudaba, pero podía molestarlo.
La Hyuga es interesante—dijo haciendo que el blondo arrugara su frente en una clara mueca de desconcierto y sorpresa.
Una loca idea pasó por la mente del rubio, ¿y si no era Hinata quien estaba enamorada, sino Sasuke? ¿Y si ellos se habían vuelto amigos porque el Uchiha le había comenzado a hablar a ella?, esa podía ser la razón por la cual la ojiluna le preguntaría sobre que le gustaba comer al moreno, ya que se había vuelto amigos, eso justificaría a la peliazul, pero... ¿Sasuke enamorado? Negó frenéticamente, el Uchiha no era alguien que tuviera interés por el amor, cosa que su pelirosa amiga sabía mejor que nadie, así que le parecía bastante improbable.
La puerta volvió a sonar y Sakura entró en la habitación, encontrándose de frente con Naruto, parado allí, por lo que no tardó en regañarlo duramente, le había dicho que no saliera de su habitación, que aún estaba curándose. El rubio rápido salió de allí dejándolos solos, mientras más dudas surgían en su cabeza. Si aquello que había pensado podía ser cierto... ¿cómo se lo tomaría Sakura?
—Sasuke-kun, la prótesis de Naruto ya está—le dijo atrayendo la atención del azabache. —Sé que esto pueda molestarte, pero le pedí a Tsunade-sama que te hiciera otra para ti también. Ya está lista—dijo mirándolo mientras él solo soltó un soplido de resignación.
—Bien—dijo cansado mientras a la chica se le iluminaban los ojos y corría a abrazarlo, pero él la paró en seco. Eso era lo que no le gustaba de ella, él había cedido en una cosa y ahora ella quería más. Porque sencillamente no se podía conformar, era una gran molestia.
. . . . . . .
La peliazul soltó un largo suspiro, por más raro que le hubiera parecido le había resultado mucho más fácil ir a hablar con el intimidante Uchiha que con Naruto, claro que después de que él la había rechazado, era normal que se sintiera así de ansiosa al estar a solas con el blondo. Aún recordaba la cara de sorpresa del rubio al verla allí, suponía que no esperaba su visita. Pero ella le había prometido ir a visitarlo todos los días hasta que se recuperara y no se retractaría de su palabra, a pesar de toda la vergüenza que estaba sintiendo.
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El principio de algo [✔]
FanfictionPor una simple conversación Sasuke infunde valor en Hinata, tanto que se atreve a confesarle sus verdaderos sentimientos a Naruto y aunque las cosas no salen como la chica quiere, una nueva misión le ayudará a olvidar sus problemas. Además gracias...