EL PRINCIPIO DE UNA RECONCILIACIÓN

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Kakashi no estaba del todo seguro con la decisión de Hiashi. Sí, Hinata era una gran kunoichi, pero por su carácter temía que su exalumno se aprovechara de ella. Además, estaba seguro que Sasuke no se quedaría tranquilo cuando le dijera que tenía que estar durante todo un año con ella, las 24 h del día.

—Yo ni siquiera quería ser Hokage—se quejó el peliblanco mientras se estiraba en el sillón.

Lo mejor sería que fuera él mismo al hospital a hablar con su exalumno que encontrase con la Hyuga mañana por la mañana allí. Quería por lo menos calmar un poco el mal humor del chico cuando se enterara de la noticia y hacerle un poco más fáciles las cosas a la peliazul.

. . . . . .

Sasuke estaba de un humor de perros, bien podría ser que había aceptado la condición de los ancianos para quedarse en la aldea, pero aquello no significaba que estuviera conforme con ello, le pensaba hacer imposible la vida de la persona que se encargaba de su "supervisión", él no era un maldito crio, tal vez no había sido una buena idea aceptar ese estúpido trato.

A su mente vino Itachi, y su deseo de que él permanecería en Konoha, sabía que se lo debía, que por él tendría que aguantar. Pero esa niñera que la iban a asignar, eso ya era otro tema, no se pensaba quedar tranquilo, iba a hacerle pagar, iba a hacer que renunciar como se llamaba Sasuke Uchiha.

Escuchó unos toques en la puerta para que después apareciera su pelirosa amiga con su prótesis entre las manos. Se notaba nerviosa, pero él no dijo nada, sino que dejó que ella hiciera lo que pareciera más oportuno, no había hablado desde lo que había sucedido.

—¿Recuerdas? Le pedía a Tsunade-sama que hiciera una más para ti—dijo intentando sonar normal, pero aún estaba un poco dolida. —¿Está bien que te la ponga o prefieres que no...?

Aquello lo sorprendió un poco, antes Sakura habría ido directamente a ponérselo, sin preguntar por su opinión, pero parecía que ahora, después de lo sucedido ya no era tan insistente. Además, la ojijade era importante para él, igual que Naruto, valiosos amigos que no se habían rendido a traerlo de vuelta a la aldea, incluso cuando había dejado que la venganza lo consumiera por completo.

—¿La pediste para mí, no? Entonces hazlo—dijo secamente, pero aquello hizo sonreír a la ojijade, que rápidamente se acercó a él para ponerle el brazo artificial.

—Creo que Hinata es una buena influencia para ti—dijo con una sonrisa extrañando al azabache, que no entendía a que se refería.

Recordó a la peliazul, sin ella seguramente no podría estar teniendo una conversación tan tranquila con la pelirosa y gracias a ella había podido hacer que la chica entendiera sobre sus sentimientos, así que tal vez sí que era alguien útil para él.

—Solo ve con cuidado no está del todo ajustada a ti, si tienes algún problema no dudes en decirme y le diré a Tsunade-sama—dijo ella para después dejarla solo otra vez, pero aquello no duró mucho ya que otra presencia apareció.

—Hola—dijo su exmaestro atrayendo la atención del azabache.

—Vaya, el Hokage en persona—dijo sarcásticamente haciendo que el peliblanco sonriera debajo de su máscara. —¿A qué has venido? —preguntó.

El albino lo miró y soltó un largo suspiro, el chico podía ahora ser más grande, pero su actitud era la misma de cuando era un simple genin.

—Venía a decirte quien será tu guardián—dijo serio el Hatake, haciendo que el Uchiha le diera una sonrisa arrogante, por fin iba a conocer el nombre de la persona que haría su estancia un infierno.

.

Por la mañana

.

Hinata estaba frente a la habitación de Sasuke, hoy le daban el alta y como su guardiana lo tenía que llevar a su casa y vigilarlo por el resto del día. Su padre le había dicho que su hermana pasaría más tarde dejando sus cosas, que ahora lo único en lo que se tenía que concentrar era en vigilar al Uchiha.

Ella había querido ir hoy para visitarlo y darle las gracias por sus palabras de confort, pero desde que se había enterado que se convertiría en su guardiana no sabía como el morocho se lo tomaría, ¿se molestaría con ella? ¿se negaría a recibirla?

La verdad es que no había sido ella quien había escogido eso, pero podía entender que el azabache se enfadara. Después de todo su padre le había dicho que no le había dejado mucha opción al chico o era tener un guardián o que lo expulsaban de la aldea.

Sí, el chico había tomado decisiones equivocadas al largo de su vida, pero al final había hecho lo correcto, había decidido pelear junto a Naruto-kun por el bien del mundo shinobi, sin él es muy probable que el rubio no lo hubiera logrado solo. Por lo menos deberían darle una oportunidad, no que alguien le vigilase todo el tiempo y que informase de sus actos.

No se lo había dicho a su padre, pero a ella no le gustaba mucho eso, era casi como si fuera a contar cosas sobre el pelinegro sin su consentimiento.

Nerviosa tocó la puerta para encontrarse con dos pares de ojos azules que la miraban con una gran sonrisa, haciendo que las palabras que él le había dicho volvieran a repetirse en su mente y sin poder evitarlo su semblante se tornó más serio.

—Hola Hinata-chan. De verdad no sabes lo mucho que me alegré cuando Kakashi-sensei y Shikamaru me dijeron que tú serías su guardiana. No creo que haya nadie mejor para el trabajo que tú, además así el teme no será tan capullo—dijo con una sonrisa zorruna.

La ojiperla solo le dio una sonrisa torcida haciendo que el rubio la mirara extrañado.

—¿Esta bien Hinata-chan? —preguntó, pero ella negó y volvió a darle otra vez esa triste sonrisa que de alguna manera inquietaba al Uzumaki.

—Hyuga—la voz neutra y carente de emociones de Sasuke llamó la atención de ambos.

—Uchiha-san—dijo ella un poco arrepentida. —Con que tú serás mi guardián—dijo gélidamente. —Fue por eso que te acercaste a mi ¿no? Querías obtener mi favor y que así fuera fácil de manejar—dijo él con voz fría dejando sorprendido a todos los presentes.

—Sasuke-kun—le trató de reprender Sakura al ver lo que el chico estaba tratando de decir.

—Está bien Sakura-san—dijo Hinata acercándose a paso decidido al morocho sorprendiéndolo un poco por el actuar de la chica.

Ella se había esperado una reacción así por su parte, así que no se pensaba amedrentar. Solo tenía que hacerle entender que aquello también había sido algo inesperado para ella, tenía que volver a ganarse su confianza.

Lo haría tal cual como lo había ensayado.

Notas de la autora: Hola otra vez, he vuelto, espero poder ser un poco más constante con esta historia, pero no prometo nada, que no me gusta incumplir mi palabra. ¿Me pregunto que le dirá Hinata? En verdad ya tengo una idea, nos vemos en el siguiente cap.

El principio de algo [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora