Alice Clarence ha tenido una vida difícil, las preocupaciones, son parte de su día a día, y es aún peor al iniciar su último año del instituto, la incertidumbre del futuro parece estar en su contra, pero ella no imagina que este viene con una grata...
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La inminente llegada del invierno es anunciada por frio aire que oscila por las calles de Seattle, cada día será más frio, todos lo sabemos, pero no podemos hacer nada... de la misma manera en la que atravesamos las estaciones del año, pasamos por dichas y adversidades en la vida, es un ciclo interesante, cuando cada estación llega a su auge hay una nueva esperando por nosotros, con sorpresas, dichas, o nuevas experiencias. Incluso si el frio o el calor nos hacen sentir desdichados, deberíamos mantenernos fuertes para recibir lo que el destino depara en el trayecto de nuestra vida. Intento mantenerme optimista todos los días, quizá porque a pesar de las adversidades, estoy segura de que a mi futura Alice Clarence le enorgullecería eso...sé he llorado una y otra vez, mis lagrimas se reducen al mismo punto de partida; la soledad y el deprimente complejo de inferioridad, pero incluso así, después de levantarme tantas veces sobre mi tristeza podría estar lista para no ser derribada.
Lavida es así; si no puedo decidir simplemente hacer todo lo que quiera, puedoelegir amar lo que debo hacer Asistir a mis clases es un derecho, que estando dentro del instituto se vuelve una obligación, pero incluso si el frio azota mi cuerpo ahora mismo puedo soportarlo, porque sé yo interior no siente eso sino la satisfacción de la responsabilidad.
La mayoría de los alumnos han optado por asistir temprano a clases; el aula está repleto de alumnos. Sin embargo, los miembros del equipo de basquetbol no están.
El recordatorio del director reiterando la orden de que todos podemos retirarnos tempranos de las clases, para asistir al torneo del instituto resuena por todo el instituto. Ahora mismo, incluso mirar un torneo de básquetbol está bien para mí.
—Alice, espera—Ethan está ahí sonriendo, con unas cuantas bolsas de chatarras entre sus manos, más unas latas que apenas puedo ver entre las bolsas de su suéter— ¿Puedes ayudarme con esto? —unas cuantas bolsas pasan a mis manos— Gracias
Lo veo sacar una gorra con el nombre el equipo y ponérsela.
—¿Para qué es todo esto? —pregunto.
—Es para disfrutar el torneo y luego para celebrar. Yo creo que el equipo de nuestro instituto ganará otra vez.
—Tal vez sea así —digo sin afirmar, aunque también lo creo.
Nuevamente lo observo sonreír. Sigo el ritmo de los pasos de Elmer, a pesar de que estos sean un tanto apresurados y mis piernas no sean tan largas como las suyas. En el gimnasio del instituto los alumnos espectadores se mantienen tan efusivos como su desesperación por ver el torneo se los permite. Ambos nos ubicamos en la parte más baja de las gradas, Ethan no podría estar en un torneo de sus amigos sin estar en la primera fila. A diferencia del torneo anterior, ahora es más complicado intentar evadir todo a mi alrededor, de cualquier manera, dudo que con Ethan a mi lado pueda fingir que no estoy presente.