19: Novios

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19: Novios.



Caminar era la idea de Alonso después de que todos desaparecieron. Creí que estarían dentro de la casa así como creí que Alonso continuaría con su discurso así como el resto de los chicos. Pero ninguna de las dos cosas sucedió. En su lugar, el chico me pidió caminar en un parque cerca de la casa de Bryan. Así que, justo ahora, nos encontramos caminando bajo los faroles de las calles en busca del famoso parque.
Por el rabillo del ojo puedo ver como Alonso se toquetea una y otra vez el cabello completamente nervioso al igual que no ha dejado de mensajearse con no sé quien durante todo el camino.

—Alonso—digo malhumorada—. Si tantas cosas tenías que hacer más importantes que esta cena pudiste simplemente decirlo y ya, lo hubiéramos dejado para otro momento.

Alonso deja su celular en el bolsillo trasero y me mira esbozando una pequeña sonrisa de lado, casi como si temiera hacerlo. No obstante, el nerviosismo en su rostro seguía ahí completamente intacto.

—¿Sabes ____________?—dice—. Todavía puedo recordar cuando te conocí, cuando entramos por esa puerta tú estabas ahí parada dándonos la espalda junto a Margot, recuerdo que apenas y podías vernos a la cara porque eras muy tímida, dejaste que Margot hiciera la mayor parte del trato y todo lo que podía pensar era «debemos ser realmente intimidantes»—suelta una risita tímida—. Al día siguiente, recuerdo a Bryan entrar a la habitación diciendo «¡Freddy me hizo golpear a la chica nueva por accidente! Que pena» entonces Alan dijo «¿Por qué no la invitamos a comer? Así de paso y te disculpas con ella» todos estuvimos de acuerdo y fuimos a buscarte y al entrar a la habitación ¡sorpresa! Jos ya era tu amigo, bueno, no es como si fuese una gran sorpresa. Después de todo, él ya estaba emocionado sabiendo que tú eras la gran autora del libro, no dejaba de hablar maravillas de ti—Hubo un gran silencio en el que creí que ya había terminado de hablar, pero no fue así—, lo recuerdo todo.

Hemos llegado al parque y lo que veo me deja completamente atónita. Todo el lugar era iluminado por velas y frente a nosotros había un gran camino de pétalos de rosa, no sé a donde llegan pero Alonso me guía en su dirección. El olor a flores frescas inunda mis fosas nasales al igual que la belleza del lugar me hipnotiza, ¿qué es todo esto?
Alonso vuelve a hablar, esta vez su voz es un murmullo que calma todo mi cuerpo haciéndome sentir segura de alguna manera.

—Tenía miedo ___________, estuve repasando todos mis sentimientos durante el ultimo mes. Supongo que debí darme cuenta de lo que sentía por ti desde el momento en el que tus palabras me provocaban un bienestar que no podía encontrar en ningún lado. Sin embargo, fue el beso que Freddy ocasionó y los celos que sentí aquella noche lo que me hizo darme cuenta de que estaba perdido en un mar de emociones, me dije a mí mismo y a los chicos que debíamos esperar a conocerte mejor, ¿es que no te conozco ya lo suficiente como para estar seguro de quien eres y quien soy yo? Era más que obvio que no necesitaba conocerte más de lo que ya te conozco, solo tenía que encontrar el valor suficiente para organizarlo todo y para mi sorpresa los chicos aceptaron ayudarme—esta vez toma mi mano, entrelazando nuestras manos—. Hay un millón de razones para irte ____________, un millón por la cual el destino no nos quiere juntos y solo una razón para quedarte y luchar por lo que sentimos, (los chicos me lo han contado todo, no te molestes) sé lo que sientes y lo que yo siento es exactamente lo mismo. Eres lo que el corazón quiere sentir y todo lo que puedo decirte es....

Entonces llegamos al final del camino de las rosas, el camino que me lleva al auto de Alonso en donde se encuentran los chicos sosteniendo una gran manta en la que se puede leer claramente la frase:
«___________, ¿quieres ser mi novia?»
Alonso se posiciona frente a mí con esa sonrisa única que solo él puede ofrecerme.

—___________ Smith, ¿quieres por favor ser mi novia?

Puedo sentir el ritmo de mi corazón completamente acelerado, una mirada a los chicos y ellos se encuentran esbozando una gran sonrisa, otra mirada a Alonso y lo veo en espera de mi respuesta y al final estoy yo, completamente nerviosa, ¿cuantas veces esperé esto? No me alcanza el tiempo para contar las veces que lo esperé.
Puedo sentir la adrenalina correr por mi cuerpo en cuanto la frase sale de mi boca:

—Por supuesto que quiero.

Entonces la sonrisa de Alonso se ensancha y sus nervios desaparecen dando lugar a la emoción en su rostro. Se acerca y me toma entre sus brazos para estampar sus labios en los míos en un dulce y agradable beso mientras los chicos aplauden y vitorean desde atrás de nosotros.

Alcanzar una estrella. (A.V)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora