Alcanzar una estrella. (A.V)

32: Un desastre se fiesta.

32: Un desastre de Fiesta.

3 meses después

«¡Feliz cumpleaños _________!»
De acuerdo, esto era y es  simplemente vergonzoso.
Había pasado las últimas semanas tratando de convencer a los chicos para que no me hicieran una fiesta y todo lo que obtuve fue un «—Tranquila __________, todo saldrá de lo mejor» por parte de Alan. Así pues, dos semanas después me encuentro en medio del patio trasero en casa de Bryan entre un montón de gente que no conozco a excepción de mi hermana y mi prima, Connor y por supuesto los chicos. Pero por arte de magia todos esos "conocidos" han desaparecido de mi vista y a cambio están todas estas personas felicitandome por mi maravilloso cumpleaños numero 19 y puedo apostar a que ellos no me conocen en lo absoluto (y eso es porque ni siquiera somos amigos) y que solo están aquí por el alcohol que los chicos han conseguido en exceso.
Puedo sentir los fuertes brazos de Alonso rodear mi cintura por detrás de mí, me giro y lo veo, en su rostro está esa hermosa sonrisa y ese brillo en sus hermosos ojos.
Vaya que las cosas han mejorado en nuestra relación en estos últimos tres meses, ahora parecíamos una autentica pareja saliendo a todos lados juntos como si hubiéramos nacido pegados. No obstante, ambos tratamos de darnos nuestros espacios de vez en cuando para salir con nuestros respectivos amigos (aunque era obvio que los chicos eran mis únicos amigos..., y Connor).
Los suaves labios de Alonso cubren los míos para formar un tierno y lento beso en el que me permito saborear sus labios y él los míos. Puedo sentir sus frías manos descender lentamente hasta el final de mi espalda para luego pasar a meterlas bajo la blusa y acariciar mi piel. Suena un poco desapropiado que lo haga frente a toda esta gente (y vaya que lo es) por lo que, decido separarme de él para observarlo. Él solo me sonríe completamente divertido.

—En mi defensa—dice—, puedo asegurar que ni siquiera nos ha prestado atención en lo absoluto—sonrío y él me da un corto beso—, ¿cómo te la estas pasando cumpleañera?

—¿Honestamente?—alza un ceja—, teniendo en cuenta que odio las fiestas y de que no conozco a nadie aquí (aparte de ustedes claro), entonces creo que no, no le la estoy pasando nada bien.

—¿Quieres que te lleve a casa?—frunce el ceño—, estoy seguro de que no van a notar tu ausencia o la mía.

Sé que esa idea suena realmente tentadora, pero incluso aunque quiera no puedo darme el lujo de abandonar una fiesta hecha por los chicos, después de todo se han esmerado incluso en el pastel gigantesco con forma de libros. Así que muevo la cabeza negativamente.

—Sabes que incluso aunque quiera hacer eso mi orgullo no me lo permitirá, han hecho esto con demasiado entusiasmo y que yo desaparezca no es del todo correcto.

Una vez más me encuentro envuelta en sus brazos.

—¿Te han dicho alguna vez que eres una persona muy persuasiva?—inquiere y yo asiento ganándome la risa de éste—, te quiero.

De acuerdo, sé que es muy rápido para decir te amo, pero era demasiado frustrante tener que decir te quiero cuando en realidad las palabras que deseaban salir de mi boca eran te amo. Pero sería una completa idiota si soy la única que lo dice por lo que simplemente murmuro un:

—Yo también te quiero—espero que mi voz no fuese un murmullo bajo porque ni yo pude escucharlo—, ¿cómo es que no estás ebrio como el resto de las personas aquí?—inquiero para cambiar de tema.

Alonso arruga la nariz lo cual lo hace lucir realmente adorable.

—No soy la clase de personas que va a una fiesta para ponerse ebrio, ¿que hay de ti? Pensé que la cumpleañera a estas alturas ya debería estar en las nubes.