9: interrogatirio amistoso.

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9: Interrogatorio amistoso.



AVC.

—Ya te dije que no nos pasa nada Alonso—aclaró una vez más Jos recostandose  en mi cama.

Durante los últimos días los chicos estuvieron actuando un poco muy extraño, ya ni siquiera me llamaban por las tardes a excepción de Freddy o Jos y solo era para decir que tal vez más noche se pasarían por mi casa, cosa que nunca sucedía. Cuando comíamos juntos siempre se comportaban distantes, incluso ___________ pasaba la mitad del día evadiendome cada vez que nos veíamos en cualquier lugar. Parecía avergonzada por algo mientras que los chicos lucían más relajados aunque distantes conmigo, ¿qué ocurre? Toda esta situación de mis mejores amigos lejos de mi me ponía algo triste. Doy gracias al cielo a que al menos finalmente Jos y Bryan se decidieron a acercarse a mi casa después de un largo tiempo de estar separados.
Juro que si pasaba un día más encerrado en mi casa sin amigos me volvería loco. Y posiblemente un poco gruñón.

—Por cierto Alonso—Bryan mira la pantalla de su celular tecleando un mensaje para quien parecía ser (si mi vista no me falla) Alan—, mañana Freddy quiere ir a la feria de la ciudad, esa en donde grabamos el video de «Eres», ¿la recuerdas?—asentí—. Bueno pues, queremos ir todos, ¿qué dices?

¿Qué si quería perderme la oportunidad de tener cerca a mis amigos una vez más? Creo que ya fue bastante tortura anti-social para mi mismo.

—Claro—digo—, ¿por qué no?, ¿irá también _____________?

Los chicos me miran atentos en cuanto termino la pregunta. Jos se ha sentado con los ojos bien abiertos mientras que Bryan apaga su teléfono ignorando el molesto «Ding» que inunda una y otra vez el pacifico silencio de la habitación, ¿dije algo malo. O...?

—¿Qué sucede?

—¿Por qué el interés por la pi..., quiero decir, por __________?—pregunta Jos—, ¿es que acaso te gusta?

Ambos chicos elevan sus cejas pícaramente completamente emocionados.
¿Qué?

—¿Es qué no puedo hacer una pregunta sin que alguien me guste?

—Depende de tus intenciones—Bryan se acerca tanto a mi rostro que puedo oler su aliento, esto era incomodo—, dime pequeño Alonso, ¿es que acaso de gusta __________?

Por el rabillo del ojo puedo ver a Jos acercarse tanto como lo esta Bryan ahora de mi.
¿Me llamó Pequeño Alonso? ¿Quién era él? ¿Bryan el ansestro de los dinosaurios?

—Si Alonso, responde—Jos pica mi pecho.

¿Qué puedo decir? Ni siquiera conozco a ___________ lo suficiente como para saber si me gusta o no. Quiero decir, _________ es una persona realmente agradable y una muy buena amiga, pero nunca he tenido una charla realmente extensa con ella porque siempre respondía con monosílabas o bien porque los chicos siempre se escabullían hacia algún lugar con ella sin darme tiempo de siquiera saludarla.
Claro que era linda. A su manera, y tal vez haya llamado mi atención en alguna ocasión. Pero, ¿gustarme? Nunca me había puesto a pensar en eso.

—En primera Bryan y Jos, quiero que se alejen de mi rostro—ambos lo hacen—, en segunda, no conozco a ___________ lo suficiente como para decir si me gusta o no—y eso es verdad—. Es bonita cierto, pero ni siquiera hemos platicado lo suficiente como para saber si me gusta.

—Pero—interviene Jos—. ¿Qué sucedería si la conocieras mejor?

—¿Es que acaso piensan crearnos una cita romántica?

Quería reír, pero el chiste no pareció ser un chiste del todo para ellos.
Los chicos se miran entre sí sopesando la idea que acabo de darles, ¡Pero si no hablaba en serio! Claro que quería conocer a ___________, pero no de esta manera en la que mis amigos se entometieran. Si iba a conocerla quiero que sea por obra del destino y lentamente no a base de una cita planeada por los chicos.

—¡Era un chiste chicos!

—Ya—masculla Jos, con una sonrisa que no parecía nada amigable—, claro pero, nunca se sabe, ¿que tal que __________ es tú alma gemela y no quieres conocerla?

—Yo nunca dije eso, es solo que quiero hacerlo por mi mismo y no por ustedes par de cupidos.

—Pues que así sea—canturrea Bryan con un brillo en sus ojos—. Tú lo has dicho Villalpando, el destino es el único que puede hacer que la conozcas.

—¡Chicos la cena está lista!—es mi madre quien grita.

—¡Al fin!—grita Bryan entusiasmado—, vámonos terrícolas.

—Hey Alonso— escucho decir a Jos detrás de mi—. ¿Puedo quedarme esta noche en tu casa? Mi hermana ha hecho pijamada con sus amigas de la universidad y la ultima vez que estuve en una la chica rubia casi arranca mi ropa mientras dormía.

—Claro, ¿por qué no?—me encojo de hombros—. Ven vamos o Bryan se servirá la comida de ambos.




La cena fue las más incomoda que pude haber recordado en toda mi vida entera. Y Todo comenzó con la pregunta de Braulio.

—Oye Alonso, ¿cuando va a venir de nuevo tú novia?

Realmente no supe que responder a eso, pude sentir mis mejillas teñirse de rojo al responderle a mi hermano pequeño.
¿Por qué todo el mundo cree que a mi me gusta ___________?

—________ no es mi novia enano, es una amiga.

Creí que eso era todo, pero no fue así. Tanto Bryan como Jos lograron avergonzarme lo suficiente charlando con mi madre de __________, y de pronto, me vi envuelto en un interrogatorio del amor referente a __________ y lo que más me gustaba de ella. Daba gracias al cielo porque mi familia no hubiese hecho ese cuestionario cuando ella se encontraba cenando la prima vez con nosotros y más aun agradecía que ella no se encontrase aquí en este momento o estoy seguro que esta vez no me daría ni la hora.

Alcanzar una estrella. (A.V)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora