Alcanzar una estrella. (A.V)

27: Un día con Freddy (parte 2).

27: Un día con Freddy - Parte 2.

La temporada de lluvia era realmente la mejor de todas. Amaba cada cosa de ella, el sonido de la lluvia, el olor a tierra mojada y la brisa que soplaba cada vez que la tormenta terminaba. En casa siempre solía abrir las ventanas de mi habitación y dejar que la mezcla de todo surgiera al natural, en México no era mucha la diferencia a excepción de que ahora me encuentro en el coche con Freddy varados a la mitad de la nada.
En cuanto Freddy regresó insistió en que sería genial llevarme a conocer la ciudad y más aún si se trataba de sus lugares favoritos en este mundo, bien, su lugar favorito en el mundo era el bosque a lo lejos de la ciudad, tuvimos que regresar por la tormenta pero justo en ese momento, ¡pum! El auto de Freddy se detuvo abruptamente en medio de la carretera de regreso a casa. Suena a cliché se película. Tal vez algún asesino serial esté cera..., espero que no.

—Plan B—dice Freddy, apareciendo frente a mí con sus perfectos rizos completamente empapados por la lluvia—, llamaremos a los chicos.

Lo miro divertida, ¿no hablaba en serio, verdad? Saco mi teléfono del bolsillo trasero de mis pantalones y se lo muestro con una pizca de incredulidad en mis ojos.

—Hazlo chico naturaleza, pero te puedo asegurar que aquí no encontrarás ni una sola pizca de señal por la tormenta.

Freddy toma mi teléfono incluso más incrédulo que yo, saca su teléfono y su mirada refleja cualquier cosa menos tranquilidad.

—¿¡Qué vamos a hacer ahora __________!? ¡Vamos a morir y probablemente nadie lo note hasta que estemos en nuestra propia tumba!

—¡Freddy calmate!—río ante su rostro lleno de preocupación—, nadie va a morir, sólo debemos esperar a que la lluvia se calme para que la señal regrese y poder llamar a una grúa o a alguien más y asunto resuelto, ahora—abro la puerta del piloto y señalo energéticamente el lugar—, toma asiento junto a mí antes de que la apariencia de un puddle en tu cabeza me haga creer que en verdad lo eres.

Freddy me mira mal antes de subir al auto y revolver su cabello en mi dirección para que las gotas caigan sobre mi cuerpo.

—¡Hey!

—Pensé que necesitabas refrescarte un poco—sonríe de lado, acomodandose en su asiento.

Sonreí sin decir nada. Durante un largo rato ambos nos quedamos en un silencio tranquilizador en cierto modo, no fue sino hasta que sonó la grave voz de mi compañero que volví a la realidad.

—Cuéntame algo—pide sin mirarme.

Frunzo el ceño.

—¿Cómo qué?

Todo se queda en silencio dentro del auto, el único sonido audible era el de la lluvia caer a nuestro alrededor.

—Cuéntame sobre tu vida antes de todo esto, como comenzó tu sueño de escribir o en que te inspiraste, ya sabes, amigos, familia o algo.

—Antes de esto no había nada—digo—, era simplemente una chica callada al fondo del salón de clases a quien todo el mundo odiaba. Hablo enserio, todavía puedo recordar a toda esa gente a mi alrededor hablando mierda sobre mi vida sin conocerme, lo peor es que yo sólo sonreía como si nada malo sucediese a mi alrededor, todas sus palabras han quedado conmigo desde entonces, «apuesto a que ni siquiera terminará la escuela» «sólo mirenla, es tan patética»—suelto una risita tímida, y aunque no volteo a ver a Freddy sé que me mira con los ojos bien abiertos—. Entonces supe que quería demostrarles que yo no era lo que ellos creen que soy o que era, me tomó seis años escribir una historia en la que pudiera reflejar como me sentía realmente..., una vez que lo hice pude ver mi trabajo finalizado y como si fuese un sueño, todos aquellos que alguna vez me odiaron regresaron a mi diciendo lo mucho que me querían y que todo este tiempo siempre estuvieron en total desacuerdo con el resto de los chicos que me molestaban, pero en el fondo sabía que eso no era cierto y que debía alejarme de ellos y así lo hice. Meses después me llamaron para hacer la película y bueno, ya conoces el resto de la historia.

El lugar se queda en silencio durante un largo rato.
Finalmente Freddy me abraza, una vez que me suelta, puedo ver la sonrisa en su rostro angelical.

—Ya no estas sola _________, yo estoy contigo, tienes una familia en CD9 que te ama y ni hablar de Alonso, tu eres su mundo y puedo asegurarte que nadie volverá a molestarte.

Sus palabras me toman por sorpresa, pero aun así le sonrío porque sé que tiene razón.

—Te quiero Freddy, eres el mejor amigo que he tenido.

Y por primera vez en mi vida, puedo sentir que no estoy sola.