30: La chica especial en mi corazón.

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30: La chica especial en mi corazón.




AVC.




—¿Estas molesta?—pregunto sin mirarla.

Vaya que era la pregunta más ridícula que he hecho en toda la noche. ¿Qué si estaba molesta? Natalia se había encargado de pasar el resto de nuestra cita comparando nuestra relación (la cual fue hace cinco años atras) con mi actual relación junto a __________, «—tú solías siempre darme esto...» «—¿Qué ha sucedido con tu caballerosidad?» incluso para mi resulto un poco tedioso y molesto, además de tomar en cuenta que no paraba de toquetearme frente a ____________ mientras ésta se mordía el interior de su mejilla para no soltarle un golpe. Traté de alejarme un poco de ella al igual que trate de remarcar lo feliz que me siento junto a ____________ en estos momentos, pero nada parecía ser suficiente para Natalia con todos esos comentarios. No entiendo que ha cambiado, ella no solía ser así antes, supongo que la gente cambia.

—No estoy molesta contigo—dice finalmente.

Le hecho una rápida ojeada a ___________ antes de dirigir mi vista a la autopista una vez más. Incluso con la obscuridad cubriendo su rostro puedo ver su ceño fruncido y las chispas emanando de sus ojos.

—¿Entonces con quién?—inquiero—, ¿Con Nat?

De acuerdo, esa es la segunda pregunta más estúpida que he hecho esta noche.
___________ no responde lo cual puede y suele ser una mala señal si no lo hablamos ahora por lo que, detengo el auto frente al hotel. Aún así, me aseguro de poner el seguro para que no salga del auto.

—¿Qué haces?—oh, claro que está molesta conmigo.

—Hablemos—es lo único que sale de mi boca—. Dímelo, sé que te molestó que Natalia se apareciera en el restaurante y sé que te molestó su presencia.

La risa seca de ____________ me provoca un leve escalofrío en todo el cuerpo, pero aun así intento mantenerme firme.

—¿Qué si me molestó?—ironiza completamente molesta—. ¡Por Dios Alonso! Esa tipa prácticamente se la pasó alardeando sobre la relación que tuvo contigo sin tener que mencionar que prácticamente te violó con sus larguiruchas manos y tu no parecías querer contradecirla en lo absoluto.

Sé que no debo reír ante su comentario sobre la violación pero resulta tan absurdo que suelto una carcajada lo cual fue un gran error tomando en cuenta la cara de molestia de mi novia. Es entonces cuando mi risa de desvanece e intento lucir serio.

—____________, conozco a Natalia, ella no es la clase de persona que arruina una relación, ella sólo estaba jugando.

—Mira Alonso, yo no sé que clase de persona crees que sea, pero si crees que voy a soportar a otra chica intentando "jugar" estas muy equivoado.

¿Jugar? ¿Es que yo me molesto cuando mis amigos (y por amigos me refiero a Jos y Freddy..., en especial Freddy) juegan con ella a abrazarla y llamarla pichonsito frente a mis narices con voz melosa? Esta vez el molesto soy yo.

—Estoy seguro de que yo no he hecho esos comentarios cuando Freddy se te encima como si fuese tu novio y tu tampoco sueles parecer molesta.

—¡Ellos son tus amigos!—exclama—. ¿Acaso crees que te engañaría con uno de tus mejores amigos?

—Bueno, no te conozco lo suficiente como para asegurar que no eres una cualquiera—de acuerdo, ese comentario estuvo mal y en cuanto sale de mi boca trato de arreglarlo—, __________ yo...

Pero ella no parece querer escucharme, lo próximo que sé es que su pequeña y delgada mano se estampa contra mi mejilla «Te lo merecían Villalpando» me digo a mi mismo.

—¡Vete a la mierda Alonso!—su voz es un murmullo tembloroso en el que puedo escuchar las lagrimas salir de sus ojos—, no vuelvas a dirigirme la palabra hasta que te asegures de que no soy una maldita ramera.

Y sin más, sale del auto dejándome solo completamente pasmado, ¡Pero que idiota!
No lo pienso dos veces antes de aparcar el auto dentro del estacionamiento del hotel. Una vez dentro prácticamente corro en busca de la habitación de ___________.
No sé que esperaba, pero definitivamente no estaba en mis planes que ella abriera con los ojos llenos de lagrimas e ira emanando de ellos.

—¿Qué quieres?—su voz es más seca de lo nunca la había escuchado—, ¿ya com...

Pero no la dejo terminar porque lo único que hago es besarla mientras ruego a todos los dioses del universo por que no me abofeteé por ser un completo idiota después de esto. Pero no lo hace, en su lugar, sus suaves manos acunan mis mejillas mientras que las mías buscan algo a lo cual aferrarse. No quiero y sé que no puedo separarme de ella pero incluso aunque lo deseé tengo en cuenta que ambos necesitamos del oxígeno para no morir.

—Sé que soy un idiota y sé que tu no eres ninguna cualquiera ___________, en verdad lo siento, yo sólo...., estaba molesto y celoso y aun lo estoy pero es porque sé que de algún modo alguien más puede robar tu corazón y no estoy listo para perderte.

Ella no responde nada, en su lugar, vuelve a besarme del modo más delicado que puede existir.

—Eres el mejor idiota, y si te sirve de algo, yo tampoco estoy lista para perderte y francamente no quiero hacerlo, es solo que..., nunca antes me había hecho sentir como tu lo haces y ver a Natalia hace que sienta lo mismo que tu.

Escuchar sus palabras ocasionan que mi corazón se estruje, ¿me ama? Ni siquiera lo ha dicho. Pero puedo asegurar que yo si lo hago.

—Natalia no existe para mí, ya no lo hace. Porque ahora para mí solo existes tú.

Alcanzar una estrella. (A.V)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora