dieciocho

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Hay muchos lugares que pueden sentirse extremadamente perfectos sin importar que no sea un lugar común, BeomGyu siempre sentía eso cuando en cualquier lugar dónde sus manos moldearon la masa para crear un nuevo arte

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Hay muchos lugares que pueden sentirse extremadamente perfectos sin importar que no sea un lugar común, BeomGyu siempre sentía eso cuando en cualquier lugar dónde sus manos moldearon la masa para crear un nuevo arte. Esta vez fue turno del estudio de la universidad, desde hace dos días seguía trabajando en el lugar unas dos horas cada día.

Era de esperarse que a su novio no le agradara la idea cuando hay un estudio perfectamente equipado en dónde ambos viven, pero tenía una razón para ello y era que pronto terminaría la escultura.

Solo unos cuantos detalles faltaban para terminarla, por lo que quería mantenerla en secreto del menor hasta la exhibición, con ello se ganó otro berrinche cuando le dijo que no entrara más al estudio de la universidad; unos besos y caricias lograron desaparecer el berrinche del rubio.

—Estás aquí BeomGyu —el nombrado miró hacía la puerta, encontrándose con su profesor— ¿aún te falta mucho?

El menor negó mientras tomaba el trapo para limpiar sus manos, la vista del mayor se notaba ver cada detalle de la pieza frente a él, años de experiencia de seguro veían detalles que ni el mismo creador podía apreciar— Solo falta agregar unos detalles y algo de color; estará listo en unos pocos días.

Una sonrisa complacida en el maduro rostro le dió un poco de tranquilidad, más porque la escultura estaba quedando mucho mejor de lo que esperó en un inicio, inclusive lo que faltaba agregar fueron ideas que no estaban en su mente ni de asomo al inicio; su inspiración había vuelto.

—Esta es de tus mejores piezas, BeomGyu —alagó el mayor—. Me alegra que hayas encontrado algo para liberar tu mente.

Para ambos era muy obvio de que hablaban del menor, BeomGyu era más que consciente que sin TaeHyun probablemente no hubiera podido graduarse este año o lo hubiera hecho con un trabajo que no lo satisface para nada; completamente diferente al que tiene frente a él.

—Gracias profesor.

—Hablando de tu trabajo, el modelo de esta pieza está afuera; parece que te está esperando.

El profesor se retiró y BeomGyu revisó su celular queriendo ver la hora, TaeHyun le había dicho que terminaría su trabajo para ese tiempo, tal parece que logró completarlo antes.

Con su mochila en mano, salió del lugar hasta una de las bancas fuera del salón, ahí estaba el rubio apoyando su cabeza en la pared y con sus ojos cerrados; se había quedado dormido.

BeomGyu no evitó sonreír enternecido por la imagen por lo que rápidamente tomó una foto antes de despertarlo. Una vez lograda su misión, se acercó al menor y besó su frente para comenzar a llamarlo en susurros— Taehyunie, cariño.

Sin muchas ganas, el menor comenzó a despertar encontrándose con su novio— ¿Me tomaste una foto, cierto? —preguntó frotándose un ojo con la mano.

—Sí, debí tomar más —un puchero se forma en los labios del menor— ¿terminaste antes? Debiste ir a casa a descansar si fue así.

—Quería esperar a hyung, además quiero que veas el traje; ya lo terminé.

Positions ;; BeomhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora