Capítulo XIX

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Las piezas se mueven

El bote que lograron reparar en uno de los puertos abandonados al sur de las Murallas, muy cerca del río Xhia que conectaba con el río Zerpents, los llevó al puerto principal de Fuerte Alt. Ahí, Reiner y Bertholdt, fueron recibidos por los guardias que los llevaron en un carruaje hacia el palacio. Al llegar, los mismos guardias les guiaron hasta el gran salón en el que se encontraban los padres de Reiner, los de Bertholdt, el de Annie, los representantes de Ymir y el rey de las Murallas. Todos parecían estar en una discusión acalorada hasta que los vieron llegar.

Con pasos firmes ambos jóvenes se acercaron hasta la silla principal, tragando duro por las miradas ligeramente hostiles.

—Padre —saludó Reiner solemne con una inclinación de cabeza como signo de respeto—. Hemos regresado.

—Lo he notado, Reiner —replicó el hombre de ojos fríos—. Bienvenido, Bertholdt.

—Gracias por la hospitalidad, mi lord.

El anfitrión asintió a modo de respuesta.

—¿Alguna explicación para su repentino regreso?

Ambos permanecieron en silencio por un par de segundos, hasta que Reiner se armó de valor. Inspiró profundo y dijo:

—Nos gustaría realizar el reporte de la misión luego de asearnos, padre.

—¡Ja! —exclamó el rey de las Murallas. Hombre de cabellera castaña, ojos azules y más arrugas que cualquiera de los presentes, a pesar de ser el más joven—. ¿Quieren hacernos esperar para dar un reporte? ¿Por qué no mejor lo dicen de una vez por todas? —La sonrisa burlona y talante arrogante, enfureció a los muchachos—. ¿O será que esconden algo? ¿Será que fallaron en su misión? Debe ser eso, mis amigos —dijo hacia los adultos—, los mocosos fallaron en asesinar al vástago de Ygg.

—Rey Ferdinand —habló autoritario el padre de Reiner—, no olvide su posición en esta alianza.

—No la he olvidado, lord Larce —replicó el rey—, sabe que tienen mi total apoyo y lealtad, pero llamó mi atención que los muchachos quisieran posponer el reporte.

—¿Y mi hija? —interrumpió el padre de Annie con el ceño fruncido—. ¿Regresaron sin ella?

Reiner y Bertholdt intercambiaron miradas nerviosas. No querían dar esa noticia, pero...

—Mis más sinceras condolencias, lord Denz —habló Bertholdt, puños formados a los costados—. Su hija, Annie Leonheart, fue una increíble guerrera y...

El castaño recibió un puñetazo en la mejilla, alarmando a todos los presentes. Los ojos índigos de lord Denz derramaban lágrimas y el rostro estaba contraído en un gesto colérico.

—¡Mentira! ¡No te creo que mi hija, mi Annie...! ¡No! —gemía el hombre sobre un caído Bertholdt que era zarandeado con ahínco.

—Es la verdad, mi lord —intervino Reiner—. Annie falleció...

—¡No! —escupió lord Denz con la mirada ahora sobre el rubio—. ¡Ustedes la dejaron morir! ¡Mi Annie no pudo...!

Un par de guardias se acercaron para alejar al destrozado hombre. Lord Larce miró con molestia a su hijo.

—Quiero una explicación, ¡ahora mismo!

—Padre...

—Y más vale que sea la verdad.

—Lord Larce —habló de nuevo Bertholdt, colocándose de pie con dificultad—, nosotros determinamos un plan para lograr su asesinato. El comandante Erwin había enviado a Eren Ygg al norte con una pequeña escolta. Consideramos que era el mejor momento y atacamos, pero...

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⏰ Última actualización: Dec 11, 2022 ⏰

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