Max- También te aviso de una buena vez, que nuestro hijo no estará contigo; será movido a otra instalación, solo te lo traerán cuando sea hora de comer, y luego se lo volverán a llevar, allí habrá una nana profesional que lo cuidará.
Alex- ¿Por qué lo alejarás de mí? ¿Acaso, no también es mi hijo? ¿Cómo puedes quitármelo Max?
Ma- No seas estúpido, crees que no sé, qué seguramente volverás a intentar idioteces si tienes la oportunidad, por lo tanto; planeo no darte esa oportunidad, manteniendo a tú hijo y a tú hermano lejos de ti. Una; no creo que te vayas a ir sin tu hijo, segundo; sin Neit no habrá quién te ayude a escapar.
Así, que estás son sólo medidas para evitar futuros problemas, eso es todo; "querido esposo".
Al- No mataras a mi hermano, ¿verdad?
Ma- Bueno eso depende de ti, si te portas bien y no intentas huir con su ayuda, entonces no habrá necesidad de eliminarlo.
Al- Sí, no huiré, pero prométeme que Neit estará a salvo, es la única familia que me queda.
Ma- Ya te dije que lo haré, y ya deja de fastidiarme con lo mismo, porque me pondré de pésimo humor.
El camino fue largo, y cuando llegaron a casa, Alex fue llevado a la sala de castigos, ahí Máx lo castigó con 10 latigazos en todo el cuerpo.
El menor lloraba, repitiendo una y otra vez; lo siento; no lo vuelvo hacer.
Pero las lágrimas y lloriqueos de Alex no movían ni una pizca de compasión en Máx.
Ma- Espero ¿hayas aprendido la lección? No me hagas volverte a castigar.
Los días pasaron tan rápido hasta convertirse en semanas, Alex no se rebelaba ante su esposo y poco a poco los meses llegaron y fueron pasando; entre un mar de bajezas y humillaciones constantes de parte de Max para con el menor.
Ya cuando había pasado un año, Máx accedió a que Alex hablara con él por teléfono una vez al mes tan sólo para que el menor dejara de fastidiar con lo mismo; de... ¿dónde estaba Neit y por qué no sabía nada de él?
Ma- Te aviso que, aunque hables con Neit ahora, aun así; es mejor no idear planes estúpidos para escapar, Neit quedo inutilizado de su pierna y además siempre está bajo vigilancia.
Al- Si, ya no es necesario tanta advertencia ya me ha quedado más que claro.
Ma- Bien eso me gusta ahora quiero que te pongas lo que te deje en la cama y luego bajes a cenar, te voy a presentar a mi socio y te sugiero que no se te vaya a ocurrir ser desagradable con él porque te lo haré pagar con sangre, él es un socio muy importante.
Cuando subí a la habitación y vi lo que había, me llené de rabia; miedo, humillación, denigración, un sinfín de emociones que me hacían quererme volver loco.
Allí había un vestido que más bien parecía Baby Doll de esos que usan las mujeres para verse sexis, además de un saco y unas zapatillas.
Ese idiota, entiendo su fetiche por hacerme vestir de mujer todo el tiempo, pero otra cosa es que me obligue a vestir así para entretener a sus socios.
Pero me ira peor si no lo obedezco. ¡Demonios! como lo odio.
Pasaron unas horas y para cuando llego la cena, el hombre ese ya estaba allí y al verme se quedó estupefacto, pero segundos después puso una mirada como de un lobo queriéndose comer un sabroso filete, dicha mirada me hizo querer correr por instinto, pero Máx me tomó de la cintura con fuerza y nos presentó luego nos sentamos a cenar.
Mientras yo les servía la comida el tipo ese no dejaba de comerme con la mirada y de vez en cuando, cuándo pasaba por su lugar me metía la mano debajo del vestido y me manoseaba Máx a pesar de que seguramente este se daba cuenta no lo paraba ni le decía nada.
Eso solo me hacía sentir más impotente y miserable que antes de seguro Máx ya me había vendido como sexo servidor.
La cena transcurrió entre besos salvajes y manoseos bruscos de parte de Máx, todo; enfrente de ese sujeto, el cual solo se relamía los labios mientras me veía y pasaba su mano por su "paquete" lo cual solo me causaba repulsión.
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Mi Única Esperanza 2
FantasíaContinuación... de nuestra querida historia. & Mi hermano Neit aun no despierta del coma, yo ya tengo 8 meses de embarazo y el maldito de Max planea dejarme encinta de nuevo nada más tenga 2 días de haber dado a luz. ¡Quiero morirme!, y con el pasar...