•𝐁𝐚𝐡í𝐚 𝐝𝐞 𝐓𝐨𝐤𝐢𝐨, 𝟎𝟓 𝐝𝐞 𝐚𝐠𝐨𝐬𝐭𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝟐𝟎𝟐𝟏•
Eran poco más de las once de la noche; el silencio reinaba en la Villa Olímpica de forma tan ensordecedora que aterraba. Ni un solo murmullo, ni un solo sonido. Todos los deportistas olímpicos descansaban; todos a excepción de las residentes del cuatrocientos quince del Bloque E.
—Entonces, ¿estamos todos de acuerdo en comprar los billetes de ida para el sábado catorce?
—Billetes que, según lo previsto, tiene que pagar Eric, ¿no? —recordó Javier, rememorando la sugerencia que había plantado el catalán sobre la mesa con la condición de que le dejasen formar parte del viaje.
—Os dije que si me dejabais ir pagaría los billetes de avión, así que lo prometido es deuda —aceptó el defensa, antes de arrebatarle a Abril el ordenador portátil que descansaba sobre su regazo.
En la primera visual, Eric distinguió como la andaluza había abierto diversas pestañas de diferentes compañías aéreas, con la intención de localizar el vuelo más idóneo. Todos, sin excepción, despegaban en el aeropuerto de Barajas; por lo que, previamente, les tocaría realizar el trayecto hasta la capital española.
—Seis billetes de avión, con destino Madeira, para el sábado día catorce —mencionó en voz alta para asegurarse de que había introducido correctamente su pedido antes de realizar los trámites oportunos para la compra de los pasajes.
—Y estancia, ¿habéis mirado algo? —trató de averiguar Pau al distinguir, por encima del hombro de Eric, cómo, en una pestaña adicional, había abierta una página de alojamientos en la isla portuguesa.
—Habíamos pensado que la mejor opción es alquilar una villa —informó Vega, saliendo del cuarto de baño al tiempo que trataba de secar su rebelde melena pelirroja con una toalla—. Entre los seis, sale a un precio asequible.
—Al menos para las que no somos millonarias —agregó su amiga, causando una risa general en los allí presentes.
—Y tendremos tranquilidad e intimidad; y estaremos lejos de miradas curiosas, ¿qué decís?
—¿Te parecen horas de creerte peluquera? —advirtió el canario con mofa, ignorando la cuestión de la baloncestista.
—Si no me hubieras entretenido contándome cómo Dani casi muere trágicamente a la edad de veinticuatro años por culpa de un cacahuete, no habría tenido que lavarme el pelo a las diez de la noche —le recriminó, recordando el porqué la "sesión peluquería" se había visto drásticamente aplazada.
—Casi veinticinco —corrigió, al caer en la cuenta de que, en dos días, el andaluz cumpliría un año más de vida; cuadrando, exactamente, en la final contra Brasil.
—No querrás ser estilista por una noche y secarme tú el pelo, ¿verdad? —con inocencia, Vega dirigió el secador hacia el canario; quien, con repulsión, lo rechazó—. ¿Eso es un no?
—Aunque fuese un sí, yo no me arriesgaría —se carcajeó Javi, dejando en aviso lo torpe que podía llegar a ser el centrocampista del Barcelona; lo que provocó una inminente queja por parte de Pedri.
—Entonces, ¿qué os parece la opción "alquilar una villa"? —con fatiga, y aún con el cabello goteando sobre la sudadera que vestía, enchufó el secador y se acomodó a horcajadas sobre el colchón en el que se localiaban su mejor amigo y el valenciano—. Vosotros no querréis ser mis peluqueros personales, ¿verdad?
Eric, inmediatamente, y con la misma mueca de espanto que había adoptado Pedri, negó. Pau, sin embargo, con una sonrisa de ternura cubriendo su rostro, atrapó el secador entre sus manos e indicó a la pelirroja que se situase delante de él; una acción que desencadenó que los miembros restantes se mirasen cómplices.
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𝑻𝒐𝒌𝒊𝒐 // Pᴀᴜ Tᴏʀʀᴇs
Fanfiction❝Encontrarte a ti ha sido mejor que ganar un oro olímpico❞. • • • • • [ REAL LIFE | SOCIAL MEDIA]