TU PEQUEÑA MANO EN LA MÍA

Capítulo 6

"Entonces, ¿cuál es el plan?" pregunta Peter, ignorando por completo los graves gorjeos de las criaturas lagarto que aumentan de volumen a medida que se acercan.

"Necesito que te vayas," fue la dura respuesta. "No sé qué juego piensa Fury que es este, pero no voy a tener la vida de unos niños novatos en mis manos. Dile a Fury que si quiere ponerte a prueba, que empiece con algo más pequeño".

"Vale, he oído todo eso, pero voy a traducirlo a algo que me convenga más," dice Peter despreocupadamente mientras se pone un par de guantes negros. "Lo que he oído es 'tú puedes vigilar mi espalda y yo vigilaré la tuya, e intentaré no ponerme demasiado celoso cuando te hagas cargo del combate y salves el día'," mirando a Steve, saca dos pequeños cuchillos de la nada, sonriendo inocentemente. "¿Te parece bien?"

"Ahora, espera un..."

"¡Oh, mira! ¡Visitantes!"

"¿Quién es este chico?" La voz de Tony está teñida de diversión y exasperación.

"Voy a matar a Fury."

Tony resopla a través del auricular. "Claro que lo harás grandulón, avísame cómo te va".

Un chillido interrumpe la respuesta de Steve cuando una pequeña multitud de criaturas lagarto atraviesa un túnel frente a ellos. Maldiciendo, se lanza hacia delante para arrastrar a Peter detrás de él, pero su mano se agarra al aire cuando el chico se lanza al combate con un grito de entusiasmo. El grupo lo engulle al instante, y una dolorosa punzada de miedo lo atraviesa al perder de vista al adolescente. Era extraño, nunca se había alterado tanto con sus otros compañeros, y supuso que se debía a la evidente diferencia de edad. Decidiendo que iba a luchar hasta llegar a Peter y luego retirarse a un lugar seguro para poder dejar al chico, Steve se adentró en la masa de criaturas que siseaban y escupían.

"Capitán," dice de repente la voz de Fury a través de su auricular, "no se preocupe por el agente Parker. Sabe cómo manejarse. Hoy es simplemente para ver cómo trabaja con los demás, la única razón por la que debería interferir es si está en peligro de muerte."

Con la boca firme en señal de desaprobación, da una respuesta cortante mientras lanza a una de las criaturas contra la pared con un sonoro crujido. "Hablaremos de esto cuando todo esto termine, señor".

"¿¡-eve!? ¡Hola?! ¿¡Estás bien!? ¡Steve!"

"Estoy bien, Tony. Al parecer Fury sólo quería hablar conmigo en privado".

Un suspiro aliviado se filtra por su línea privada. "Jesús, creo que acabo de perder diez años de mi vida".

Una criatura chillona se lanza a su cara; los labios hacia atrás para revelar colmillos goteantes. Grita una advertencia sobre un posible veneno mientras forcejea con la bestia, decapitándola hábilmente antes de pasar a la siguiente. La preocupación se le mete bajo la piel cuanto más tiempo permanece oculto a su vista el joven agente, con el puño apretado en el pecho. El túnel está lleno de sonidos, cada grito agudo y cada explosión de los trajes coinciden con el latido de su corazón en sus oídos. ¿Por qué no puedo oírle? Un mantra en su mente se abre paso intentando alcanzar el centro.

Justo cuando el confuso pánico amenaza con vencerle, oye una voz por encima de los fuertes sonidos y la voz de Tony en su oído advirtiéndole de cualquier criatura que se acerque a él.

¿Está lanzando lagartos?

Efectivamente, el chico estaba lanzando chistes tan rápido como rebanaba a los lagartos, lo cual era sorprendentemente rápido. No parecía importarle el mundo mientras esquivaba con fluidez las garras afiladas y los dientes chasqueantes, y sus cuchillos cortaban a las criaturas como si fueran mantequilla. La brillante expresión de su rostro hizo que una oleada de Déjà vu le recorriera el corazón. ¿Qué le pasaba hoy? Nunca fue así con sus otros compañeros de equipo —quizás excepto con Tony— y no podía entender por qué era así con este chico. Ni siquiera le gustaba tanto SHIELD. Tenía que ser por la corta edad del chico, no podía tener más de diecisiete años.