He intentado contenerme, quedarme callada, pero sé que me hace daño.
Otra vez es de madrugada, otra vez dando vueltas en la cama de esta clinica, otra vez recordando que no te tengo para mí y que solo puedo entregarte mi amor a cuentagotas, que solo podemos ser intermitentemente, que en realidad somos nada.
Tú eres más perfecto que un cielo de temporada de lluvia, más que una noche pintada de aurora boreal, más que los cuadros de algunos pintores que no dejan de asombrarme. Eres tan perfecto que pienso lo desventurada que fui al estar fuera de tu vida; es una contrariedad existencial, sentirme tan unida a ti, pero saber que probablemente estaré condenada a vivir sin ti; y el resto del camino, solo voy a recordarte como la persona más importante de mis días, como aquella que se metió hasta lo más profundo y al final fuimos efímeros.
Otra vez está a punto de amanecer, me estoy muriendo de amor por ti, pero tú miras hacia otra parte.
