𝐈𝐈

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𝐑𝐞𝐭𝐮𝐫𝐧

—Estás hablándome para inscribir a Merlina, ¿verdad? Solamente quiero que vayas al punto Addams.— Larissa habló, frustrada de que la mujer al otro lado del teléfono le diera tantas vueltas a su habla.

Esperó impaciente la contestación de ella. Cruzó sus largas piernas y se recostó en su silla, no era alguien de estresarse con esa rapidez, sin embargo hablar con esa mujer en específico la volvía impaciente, inquieta tal vez.

—Oh escuchate, tan impaciente como siempre lo has sido, me recuerdas a Beatrice.

Larissa volvió a reincorporarse en su silla al escuchar tal mención, se tensó por un instante.

—¿Por qué la mencionas?— Enojo salió de sus palabras con una pizca de nostalgia. Se escuchó como a través de la línea Addams reía.

—Últimamente he estado en contacto con ella, está impaciente por algunos asuntos suyos, pero tal y como lo esperaba, su nombre sigue afectandote tanto al igual que cuando éramos jóvenes.—

Larissa se levantó de su lugar de manera abrupta. Sus ojos se abrieron de par en par, su voz se agitó, sus sentidos desaparecieron, solo eran recuerdos.

—¿Ella está bien?— La pregunta salió en un hilo de voz, intentaba cerrar los ojos y volver a concentrarse, intentaba no volverse débil ante ella, pero era verdad, le seguía afectando, la seguía recordando, simplemente seguía en ella.

—Muy bien, hoy tendré el honor de reencontrarme con ella.—

—Morticia, ¿éstas jugando conmigo? Sabes el efecto que Beatrice tiene en mi, ¿la mencionas por eso?— Se había dejado llevar por el momento, pero ahí estaba de nuevo esa Larissa que pensaba bien las cosas antes de simplemente decirlas.

—No, por supuesto que no, simplemente la mencioné porque me recuerdas a ella. Solo dime de una vez si vas a aceptar a mi hija o no.—

—En Nevermore aceptamos todo tipo de excluidos, pero Merlina es un peligro eminente, ¿cómo se que no causará más problemas?—

—No puedo prometerte que mi Merlina no causará ni un solo conflicto, pero haré que sepa que se mantendrá vigilada el tiempo en el que este allá.—

—Tú y Gomez van a venir, y van a hablar con ella, quiero escucharla decir que no habrá problemas mientras se mantenga aquí.—

Un leve festejo por parte de Morticia pudo ser escuchado por Larissa, tocó su frente esperando no haber tomado una mala decisión, solo deseaba no arrepentirse.

—Te aseguro que podría llevar a Beatrice si tuvieses otra oferta—Su ceño se frunció y volvió a poner atención al teléfono.

—¿Qué?—

—Si, ¿acaso no deseas verla? Llevarla con nosotros a la inscripción de Merlina no suena mal para ti, ¿verdad?—

Suspiró frustrada intentando negarse a la invitación tan tentadora de volver a ver a la mujer con la que tanto tiempo había estado soñando, sus ganas de volver a verla pasaban por encima de cualquier cosa que estuviese sucediendo en ese instante.

𝐋𝐀 𝐒𝐄𝐈𝐍𝐄 𝐄𝐓 𝐌𝐎𝐈 - 𝐿𝑎𝑟𝑖𝑠𝑠𝑎 𝑊𝑒𝑒𝑚𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora