Samadhi Fire

Lo Siento

Espero que les guste~

MK abrió los ojos, dejando escapar un largo y pesado suspiro al darse cuenta de que estaba de vuelta a su departamento, notando de reojo que sus llaves y su teléfono estaban sobre su cama. Todo lo que había sucedido en las últimas horas se sentía casi como una especie de sueño, lejano y algo poco, pero la sólida piedra fría contra su piel le recordaba que nada de eso fue su imaginación, que realmente había sucedido.

-Cielos...- se cubrió el rostro, arrodillándose frente a su cama y hundiendo su rostro en el colchón, sin importarle la ligera dificultad que tenía para respirar en esa posición. Había visto las noticias de los últimos meses, las fotos de los cuerpos a medio quemar esparciéndose por redes sociales, múltiples personas en internet dando su opinión y soltando teorías locas. No había entendido mucho en el momento en el que leyó algunas de esas cosas, sintiéndose tan lejano de todo eso pero ahora esa sensación se había esfumado, dando paso a la preocupación. Él iba a estar mucho más cerca de toda esa situación, más de lo que le gustaría. -¿Eh?- se tenso al sentir su celular vibrar bruscamente, levantando apenas la vista y haciendo una mueca ante el nombre de su jefe que aparecía en la pantalla, mordiéndose el labrio inferior. No podía quedarse allí a revolcarse en la preocupación y digerir toda la situación, no cuando Pigsy lo había visto irse con el desconocido. Se apresuro a agarrar sus cosas y meterlas a sus bolsillos, saltando del balcón y aterrizando sin mucho problema, porque seria sospechoso si bajaba por las escaleras cuando en teoría se había ido caminando. Se arreglo su ropa, respirando profundo y armándose de valor antes de avanzar, encogiéndose cuando los ojos de su jefe se enfocaron en él. -Hola Pigsy- sonrío con nerviosismo mientras él avanzaba a grandes pasos, quejándose ante el firme agarre en su brazo y dejándose arrastrar hacia afuera para estar fuera de los ojos de los clientes.

-¡¿Dónde estabas?!- gruño el cerdo, su preocupación mostrándose con ira, su toque suave a pesar de su tono cuando apoyo su mano en el hombro ajeno. -¡Te llame un montón de veces!- bufo. -¡¿Para qué rayos tienes ese aparato?!-

-Lo siento, lo siento, yo solo...- se rasco la nuca, indeciso de que decirle exactamente. Miro al mayor, pensativo. Este era su jefe, su tutor, aquel ser que lo acepto en su casa a pesar de la falta de lazos de sangre y quien lo trato como parte de la familia, que le dio un lugar para vivir y un trabajo para comprarse lo que le gustara, alguien a quien adoraba y admiraba con todo su corazón. Se sentía mal no decirle lo que estaba por suceder pero más le dolía el solo pensar que pudiera salir gravemente herido, así que prefería no decirle nada y mantenerlo a salvo. -...me distraje- termino por decir.

-¿Ese raro te hizo algo?- parecía tan dispuesto a buscar un cuchillo de cocina para ir a casar a Mayor, el corazón del menor estremeciéndose con cariño.

-No, me invito un chocolate caliente- porque esa era la verdad. -Se llama Mayor...- dijo, teniendo la sensación de que él podría volver a aparecer y era mejor decirle lo básico a su jefe, esperando que no se pelearan o algo peor. -...y solo quería hablar conmigo, nada grave- sonrío, el chef enarcando una ceja.

-¿Solo quería hablar?- no parecía creerlo del todo. -Eso es nuevo- bufo y MK no pudo evitar hacer una mueca. La mayoría de los demonios que se le acercaban eran aquellos con malas intenciones, queriendo lastimarlo por ser el sucesor o usarlo para chantajear al dios, sus amigos terminando metidos en la situación sin que pudiera evitarlo.

-Si, a mi también me sorprendió...- no estaba del todo confiado aun pero las noticias eran las pruebas de que ella le estaba hablando de algo que realmente estaba sucediendo. No tenía muy en claro la razón por la que Lady había decidido contactarlo y decirle todo aquello pero eso era mejor que no tener idea de nada. -...pero solo quería conocerme-

-No confío en ese sujeto- Pigsy se cruzo de brazos, luciendo molesto, y MK no podía culparlo. -¿Seguro que no te hizo nada?- lo miro, sospechando.

-Totalmente seguro- asintió rápidamente, mostrando la sonrisa más confiada que podía. -¿Le dijiste a los demás?- porque la mayoría de mensajes y llamadas perdidas eran de Pigsy, no de los demás, algo sorprendente a estas alturas de su vida.

-No- enarco una ceja, sorprendido por la pregunta. Había estado demasiado ocupado llamando al chico como para recordar llamar a los demás. -¿Por qué?-

-No quería preocupar a nadie- negó y luego suspiro, acortando la distancia para abrazar al mayor, sintiendo la necesidad repentina de tener un abrazo y algo de consuelo. Pudo sentir la tensión en el cuerpo ajeno pero fue momentáneo, sintiendo como se relajaba rápidamente.

-¿Estás bien, chico?- susurro el cerdo con mucho cuidado, correspondiendo el repentino abrazo.

-Estoy bien- no dudo en decir, enterrando su rostro en el hombro del mayor y sintiendo como algo presionaba su corazón de manera figurativa. Un peligro se acercaba y él iba a hacer todo lo que pudiera para mantener a todos a salvo, era una promesa.