Sello Roto

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Espero que les guste~

Nota: Se me ocurrió que quizás, con tanto poder, podría volverse algo salvaje :3

Se dispusieron a prepararse para lo que se acercaba, con Macaque alejándose para preparar lo que se necesitaba, Lady paseando ligeramente por su salón con obvio nerviosismo y con Mayor volviendo luego de desaparecer por unos segundos.

-Aquí, ponte esto por favor- el hombre se acerco a MK con ropa doblada entre sus manos, extendiéndola, sin darle la opción al otro de rechazarlo.

-Tiene protecciones cocidas en su interior- ella explico ante la cara de confusión en el rostro del menor, apoyando muy suavemente su mano en el hombro ajeno. -Me gustaría que la usaras...para mantenerte a salvo de todo lo posible- lo miro, suplicante y sincera, porque había puesto todo lo que había encontrado para mantener al chico seguro, lo que menos quería era que saliera herido o algo peor.

-Esta bien- podía sentir su genuina preocupación y se dejo guiar por el hombre hace la habitación más cercana, respirando profundo apenas la puerta se cerro y estuvo solo. Dejo la ropa que le habían dado en la silla más cercana y se dispuso a cambiarse, sacándose la campera y luchando para que sus manos dejaran de temblar. -Puedes hacer esto, MK...- se dijo a si mismo, sacándose la remera para dejarla junto a su campera y agarrando la que le habían dado. Era negra, sin mangas, con pequeños símbolos dibujados en el interior y apenas visible. Era cómodo y suave contra su piel, aunque se sentía algo extraño no tener su campera favorita si era sincero. -...eres Monkie Kid, sucesor de Monkey King...- siguió dándose ánimos mientras se sacaba los zapatos y sacando su pantalón para dejarlo con lo demás. -...derrotaste a DBK, luchaste contra Red Son...- se coloco el pantalón que le habían dado, de elástico en la cintura y cómodo. -...luchaste contra Jin y Yin...derrotaste a Spider Queen...- se volvió a poner sus zapatillas, tragando en seco cuando termina de atar el nudo. -...puedes enfrentarte a un arma con conciencia, puedes hacerlo...- se levanto, aunque no se mantuvo firma, pasando de un pie a otro con nerviosismo. -...puedes hacerlo...- quizás, si lo repetía constantemente, lo creería.

-¿Sucesor?- se sobresalto ante el golpe en la puerta. -¿Todo esta bien?- era Mayor, de seguro viniendo por él por haber tardado mucho más de lo debido.

-¡E-Estoy bien!- se apresuro a abrir la puerta, mostrando una temblorosa sonrisa hacia el hombre que lo mira con curiosidad y algo de preocupación. -Estoy bien- volvió a asegurar, aunque por la expresión en el rostro del mayor, sabía que no le estaba creyendo pero agradecía que no le preguntara nada. 

-¿Estas listo?- extendió su mano. MK dudo un poco en asentir, aunque rápidamente tomo la mano que le ofrecían, ambos aferrándose entre ellos en un intento de comodidad mientras avanzaban por uno de los largos pasillos del castillo, el menor tragando en seco ante la vista del gran sello dibujado en medio de todo aquello.

-¿Donde...?- se señalo a si mismo, ya pudiendo imaginar en donde iba a tener que estar.

-En el medio- mando el domador de sombras. El sucesor asintió y después de darle un apretón a la mano ajena, lo soltó, dándole su teléfono y avanzando con los pasos más firmes que le salían hasta pararse en medio de todo. Se sentía nervioso y ansioso, además de que estaba intentando ignorar el ligero miedo que había en su interior. Estaba por enfrentar a una llama con conciencia, solo, con todo su poder desbloqueado y algo de poder prestado, solo esperaba que todo saliera bien. -¿Listo para esto, Kid?- pregunto Macaque, quien se veía tranquilo con esa sonrisa en su rostro pero por la manera en la que estaba moviendo la cola, también estaba nervioso. Lady tampoco se veía muy segura, lo estaba viendo con preocupación, algo de escarcha cayendo de la punta de sus dedos. Incluso Mayor no se veía del todo cómodo, las comisuras de su sonrisa usual temblando ligeramente y manteniendo las manos tras la espalda, apretándolas de seguro.

-Hagámoslo- porque si se lo pensaba un poco más, había una mínima posibilidad de retroceder y eso no podía permitirlo. El mono asintió, agachándose para apoyar sus manos en el borde del gran selló, susurrando algo para si mismo mientras el poder rodeaba su cuerpo y los bordes del dibujo en el suelo iluminaba de pronto. -¡Gha!- los ojos oscuros se abrieron de golpe, un jadeo ahogado saliendo de su boca, sintiendo como algo se quebraba en su interior y una intensa sensación se expandía a gran velocidad por su cuerpo, siendo abrumador, demasiado para que su mente pudiera razonarlo de manera correcta.

-¡MK!- Lady se mantuvo tiesa en su lugar, a pesar de que quería correr hacia el menor al verlo tambalearse.

-E-Estoy bien- parpadeo, rápido y constante, logrando apagar su visión dorada y haciendo una muy ligera mueca, acomodándose a la nueva sensación. Se sentía diferente a aquella vez en la que obtuvo todos sus poderes, se había sentido tan natural, como si hubiera nacido con ellos y supiera que hacer con ellos de manera inconsciente pero ahora, se sentía demasiado lleno, su cuerpo acostumbrado a adaptarse de a poco al poder. Se estiro lentamente, sintiéndose cada vez más cómodo y ahí fue cuando su teléfono sonó, el tono de llamada resonando por la sala de techos altos. -Es Mei- era fácil de reconocer y a pesar de que no hizo ni siquiera una ceña, Mayor atendió.

-¡MK!- si, era ella, pero sonaba apurada y ansiosa. -¡MK! ¿Dónde estas?- gritos de fondo, solo haciendo que el corazón del menor latiera con miedo. -¡Hay un demonio de fuego en la ciudad y esta atacando! ¡Te necesitamos!- y la llamada se corto bruscamente, un nudo tenso formándose en la boca de su estomago.

-Eso no es bueno- el mono frunció el ceño, chasqueando la lengua con molestia.

-...nos quedamos sin tiempo...- jadeo ella, horrorizada de que aquello ya estuviera allí. 

-¡Lady!- el sucesor se apresuro a acercarse a ella, aferrándose a sus manos con pánico, mirándola con el miedo y la preocupación brillando en sus ojos. -¡Necesito tus poderes, por favor!-

-Yo...- aun le preocupaba que ambos poderes fueran demasiado para MK, temía que su cuerpo o su mente pudieran colapsar, temía que las cosas pudieran salir mal. -...esta bien...- estaba resignada porque esto, era el único plan que tenían. -Te cedo mi poder- lo dijo más como una advertencia, su cabello tornándose lentamente a negro a medida que juntaba todo su poder en las palmas de sus manos. Lo miro con una disculpa silenciosa y luego, empujo todo su poder a las manos ajenas. MK retrocedió, tropezando mientras luchaba y esta vez no pudo aguantar el grito que salía de su boca, una ola de frio doloroso invadiendo su cuerpo y siendo aplacado por su poder heredado, cayendo de rodillas y apoyando las manos en el suelo, sintiendo como si algo luchara por salir de su cuerpo, sin saber que algo estaba cambiando en él y ahora tenía partes creadas con un aura dorada. Sus ojos parpadeaban de dorado a blanco, una larga cola de mono formándose desde su espalda baja y su cabello erizándose lentamente.

-¿Kid?- Macaque llamo, dudoso, solo para retroceder rápidamente cuando MK se volteo a verlo con una expresión salvaje en su rostro y gruñéndole profundamente, mostrando que ahora tenía colmillos ligeramente dorados, su cola moviéndose rápidamente como señal de advertencia. El brillo en sus ojos aun parpadeaba, como si ambos poderes lucharan por el control. -Wow, calma chico- levanto las manos en señal de inocencia porque el menor parecía estar dispuesto a atacarlos, solo para detenerse en seco, levantando la vista y volviendo a gruñir.

-...fuego...- su voz apenas se escucho, sonando lejano pero con un extraño eco, y antes de que cualquiera de ellos pudiera reaccionar, el chico desapareció de sus vistan con una ventisca helada.

-Esto...no puede ser nada bueno- Mayor frunció el ceño, apretando los puños.

Samadhi FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora