Samadhi Fire

~Final~

Espero que les guste~

Nota: Me puse en campaña para continuar con ciertos libros, aunque no prometo nada, pero este en particular solo le faltaba un cierre o algo que funcionara como final para ser marcado como completo

Nota-2: Lo siento si no es completamente satisfactorio pero debo admitir que en realidad, no recuerdo muy bien como quería acaban con esto xD

Despertar es un proceso lento y difícil para MK, porque se siente como si estuviera nadando contra corriente en un mar de gelatina o algo así de raro, pero se esfuerza en activar su cerebro, luchando para abrir los ojos y aclarar lo más pronto su vista. No recuerda del todo lo que sucedió, lo último que se le viene a la mente es esa sensación de frio intenso que apretaba su corazón y se extendía por todo su cuerpo, pero más allá de eso, esta totalmente en blanco.

-Me alegro verte despierto- voltea, relajándose al ver a Mayor allí sentado a su lado. Incluso con esa sonrisa de siempre y su postura recta cual soldado, el menor puede notar la preocupación en esos ojos que lo miran, como si lo estuvieran analizando. Es extraño, aunque de buena manera. -Dormiste mucho, empezábamos a preocuparnos- comenta con cierta acusación y él hace una mueca. Esta seguro de que hizo algo tonto, lo más seguro es que si.

-¿Qué sucedió?- sus extremidades se sientes pensadas y le cuesta moverse, así que agradece cuando el hombre lo ayuda a levantarse ligeramente, suspirando de alivio cuando las almohadas en su espalda lo dejan en una posición medio sentada. Siente que puede respirar mucho mejor así.

-¿Qué tanto recuerdas?- enarco una ceja mientras se volvía a sentar.

-Yo...- si se concentra, hay destellos pocos claros que vuelven a él, pero no los entiende y envían punzadas a su cabeza, así que deja de intentar por momento. -...no mucho- se rasco la nuca, sintiéndose perdido. -¿Al menos gane?- lo mira con preocupación.

-Destruiste al Samadhi Fire- asintió y MK se permite relajarse del todo, suspirando de alivio. Eso significaba que toda la ciudad estaba a salvo, que nada vendría por su mejor amiga o por el amigo más reciente que hizo.

-Eso es bueno- tarareo, no sabía cuanto tiempo estuvo inconsciente y cuanto de todo esto sabían sus amigos pero tenía la sensación de que enfrentaría grandes problemas cuando volviera a casa. -Muy bueno- se permitió analizarse a si mismo. Se siente pesado y cansado, como si hubiera luchado por horas o se hubiera esforzado más allá del limite pero si se analiza a si mismo, no esta herido, esta seguro de que el ligero dolor en sus extremidades viene con la pelea que no recuerda, y se siente extrañamente libre, como si el sello en su pecho se hubiera roto. -Mis poderes...- jadeo. Se sentía tal y como la primera vez, completo, sin la restricción a la que se había acostumbrado en los últimos meses.

-Wukong intento poner el sello de vuelta pero cada vez que lo intentaba, se rompía y parecía causarte dolor...- MK hizo una mueca ante la mención de su maestro, a quien había olvidado por un segundo. Iba a recibir un reclamo, ya lo estaba viendo. -...así que lo detuvimos- por alguna razón, el menor cree que ese hombro golpeo al mono para que se detuviera, parecía capaz de eso.

-Genial~- respiro profundo, disfrutando de la sensación de libertad, sobresaltándose cuando la puerta se abrió de repente.

-Sucesor...- hay puro alivio brillando en los ojos de LBD, su sonrisa suave y casi cariñosa mientras lo observa. -...me alegro tanto de verte despierto- se adentro unos pasos más, luciendo más tranquila que cuando entro. -¿Estás bien? ¿Algo te duele?- se notaba preocupada y él se apresuro a tranquilizarla.

-¡Estoy excelente!- se animo con una gran sonrisa, solo para tensarse cuando vio dos figuras más entrar al cuarto en el que estaba.

-Hey, Kid~- Macaque sonrío, entre burlón y divertido, a lo que el menor no pudo evitar que sonriera con cierto nerviosismo. Aun no confiaba en él pero lo había ayudado, así que estaba agradecido.

-Lo que hiciste...fue increíblemente irresponsable de tu parte- Wukong lo mira, imitando sin darse cuenta el papel de un padre que alguna vez vio en una serie, señalando casi de manera acusadora a su sucesor.

-Eso es hipócrita, en especial viniendo de ti- bufo Macaque con burla notable, golpeando la nuca ajena, satisfecho ante el gruñido enojado y la mala mirada que se gano.

-Es cierto- MK se cruzo de brazos, frunciendo ligeramente el ceño, a lo que el dios se erizo con vergüenza y ofensa.

-¡No importa eso!- negó, aclarándose la garganta, decidido a ignorar el comentario que había hecho porque sabía que se iba a hundir solo si continuaba por ese camino. -Pudiste haber venido a hablar conmigo- luce dolido pero el menor no encuentra algo en si para arrepentirse, en especial si lo piensa con algo de lógica.

-Tu sabías que eso se acercaba, ¿no?- puede notar como el mono se endereza y ahí obtiene su respuesta. Por supuesto que lo sabía. -No me lo dijiste...- ahora estaba molesto. -...ni siquiera buscaste como deshacerte de eso, tu solo...seguiste como si nada- hace un gesto, respirando profundo para tranquilizarse. Esta demasiado cansado como para discutir. -LBD me advirtió, me explico y me ayudo. Incluso Macaque estaba dispuesto a ayudar...- aprieta las manos, temblando. -...y tu...estoy seguro que te hubieras lanzado de cabeza a pelear solo- Wukong cierra la boca tan fuerte que sus dientes chasquean, erizado, sin poder negar realmente las palabras que escuchaba.

-En pocas palabras, eres un imbécil imprudente- Mayor soltó, a lo que el dios frunció el ceño y gruño en señal de advertencia, con LBD dejando escapar un suspiro entre cansancio y resignación.

-Es bueno ver que tu sucesor tiene más sentido común que tu- el domador de sombras se adelanta con paso elegante, caminando hasta la cama en la que este el menor, y después de unos segundos de duda, apoya suavemente su mano encima de la ajena. -Buen trabajo, Kid- esta sonriendo ligeramente y suena sincero, o tan sincero como puede ser, así que MK le sonríe y se aferra a su mano por rato, contento de que todo hubiera funcionado bien.

Ahora, solo le queda volver a su hogar y enfrentar a sus amigos. No sabe si eso es la parte más fácil o la más complicada, solo espera no recibir demasiados gritos.