Capítulo 5: Besos... y algo más

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Miraba los labios del rubio que se mantenían entreabiertos y sus mejillas rojas bajo sus párpados cerrados, era la imagen más hermosa que hubiera visto en mucho tiempo. Había tenido muchos amantes de una noche y estaba seguro que esta vez no era diferente, para él los chicos sólo eran un medio para deshacerse de las molestas hormonas que le corrían por las venas y le impedían razonar con frialdad.

Pero en ese momento, junto a ese chico, sentía que algo no era igual. Se sentía distinto tener a ese chico rubio entre sus brazos, su olor a vainilla y el calor de su cuerpo. Acercó su rostro al cuello de Joey para aspirar más de ese aroma mientras que el rubio permanecía con los ojos cerrados.

Seto: "¿Qué rayos me pasa?" – Se preguntó.

De pronto la tonada del celular del CEO los sorprendió y los obligó a separarse, momento en que el ojimiel pudo reaccionar y alejarse nuevamente para abrir la puerta. Pero la mano de su jefe le retuvo mientras contestaba el teléfono y escuchaba sin decir nada.

Joey: ¿Qué sucede? – Preguntó al ver la cara de molestia en el ojiazul.

Seto: Está bien – Cuelga y deja el teléfono a un lado pero sin soltar al rubio – tengo que viajar por un par de días para cerrar un negocio en Hong Kong... partiremos mañana.

Joey: ¿Qué?

Seto: Yami no puede ir conmigo por su bebé... así que necesito un asistente que me ayude con el papaleo para concentrarme en el negocio... llega a la empresa a las ocho en punto que de ahí partiremos... trae ropa para tres días.

Joey: Si... señor Kaiba – Responde al fin – disculpe... 

Seto: ¿Qué?

Joey: ¿Me devuelve el brazo? – Dijo señalando la mano del CEO con su brazo libre, entonces este le suelta despacio – gracias.

Sin esperar más sale de la limusina y entra corriendo a la academia. Seto permanece en silencio unos segundos y después ordena al chofer que lo lleve a la mansión, tenía muchas cosas en qué pensar y no eran precisamente asuntos de negocios.

+++

Al llegar al salón la mayoría de los estudiantes ya había llegado así que buscó un lugar cerca de la ventana y se sentó, el salón era como cualquier salón de clases, la primera hora las clases eran teóricas y luego pasaban a las cocinas en dónde ponían en práctica lo aprendido en el salón.

A su lado se sentó un chico de cabellos negro azulados y ojos azules, usaba lentes y vestía con el uniforme de una preparatoria privada. También notó que otra chica con el mismo uniforme entraba y se acercaba a ellos sonriente, la chica tenía un largo cabello negro parecido al del chico y ojos de un azul un poco más claro.

- buenas tardes – Le miró sonriente – Mi nombre es Tomoyo Daidouji... y él – Señala al chico que se voltea y le mira – es Eriol Hiragizawa... mi primo.

Joey: Mucho gusto... Joey Wheeler – Se pone de pie y se inclina en una reverencia tradicional.

Eriol: Espero que la clase comience ya.

Tomoyo: Yo también... llevo semanas esperando... ¿Tú no estás emocionado Joey? ¿Joey?

Mira al rubio que miraba por la ventana como sumido en sus pensamientos, la chica se extraña pero su primo le dice que no lo moleste y que busque un lugar porque la clase no tardaba en comenzar.

La verdad es que Joey después de saludar a los chicos se había acordado de otro par de ojos azules de un tono más intenso y profundo, miró por la ventana y se quedó pensado en lo ocurrido en la limusina del CEO, o mejor dicho lo que casi ocurre ahí dentro. Estaba seguro de que iba a besarle, por un momento no le importó que eso pasara, parecía que su cuerpo lo deseaba más que su razón, pero para su fortuna había sonado el teléfono y los había interrumpido.

I DON'T WANNA CRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora