Capítulo 23: Amor Eterno

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Sentir ese beso era casi como un sueño, tenía miedo de abrir los ojos y descubrir que todo era una mentira, prefería mantenerlos cerrados y dejarse llevar por esos labios que sabían exactamente a como los recordaba, cálidos, suaves y con un ligero sabor a menta. De momento se sintió de nuevo como un joven recién llegado a la ciudad y que todo por lo que había pasado se desvanecía como un mal sueño.

Pero el aire les hizo separarse y el hacerlo sus ojos finalmente se encontraron, Joey no pudo evitar que las lágrimas bajaran por sus mejillas, pero estas eran de alegría, eso lo podía ver cualquiera, los ojos del rubio brillaban como hacía años no.

Joey: Llegas tarde.

Seto: No volverá a pasar.

Unos aplausos los hicieron mirar, Joey sintió sus mejillas arder al ver a Mokuba a punto de llorar de la emoción y a Noa con una sincera sonrisa.

Noa: Ya era hora – Miró a Seto y se puso serio – para ser un genio eres bastante tardado.

Mokuba: ¡Noa! – Le tapó la boca al peliceleste por miedo a que su hermano, ahora novio, hablaran demás y se pelearan.

Seto: Déjalo Moki.

Joey: Pero... hay algo que no entiendo... ¿Cómo lograste que la policía actuara tan rápido?

Seto: ¿Estás dudando de mis influencias cachorro?

Joey: Mala pregunta – Abrazó al CEO sonriendo por el detalle del sobrenombre y ocultando su rostro en el fuerte pecho, aspirando su agradable aroma.

Mokuba: ¿Y ahora que va a pasar?... ya saben... Joey sigue casado con ese monstruo.

Seto: Yo me ocupo de eso... en cuanto la policía lo atrape mis abogados negociarán con él.

Joey: Seto – Se separó fijando su mirada a la ventana rota – me siento mareado – Apenas fue un susurro... ya que sus ojos se cerraron y sus fuerzas se desvanecieron, cayendo en los brazos del CEO que lo cargó sin problemas.

Mokuba: ¡Joey!

Noa: No se asusten – Se acercó para revisarle los signos vitales – sólo se desmayó... supongo que la tensión fue mucha para su frágil estado... pasaron demasiadas cosas en pocas horas y debe descansar.

Seto: Entonces lo llevaré a mi habitación... encárgate de lo demás Mokuba.

Mokuba: Si.

Los chicos vieron a la pareja salir y el peliceleste abrazó por la espalda a su novio, besándole los cabellos.

Noa: ¿Y las niñas?

Mokuba: Las dejé con Cristina en su habitación... les dije que todo estaba bien así que ya deben de estar dormidas.

Noa: Creo que nosotros también debemos irnos a dormir... mañana terminaremos con todo esto – Lo voltea para besarle suavemente en los labios – espérame en mi cuarto... daré un par de órdenes al mayordomo.

Mokuba: Está bien – Sonrió algo sonrojado y dejando al peliceleste con la servidumbre regresó a la habitación de este.

+++

El CEO entró en su habitación y con cuidado recostó al rubio en la cama, caminó a su armario y tomó uno de sus pijamas de seda para proceder a cambiarle de ropas a su cachorro. Durante este sencillo acto sintió cada fibra de su ser estremecerse la sentir su piel blanca y tersa, pero también se sintió furioso al ver las cicatrices de la última "acción conyugal" que había sido obligado a tener, todavía estaban sanando y en varias zonas de su cuerpo se veían aún marcas moradas, al verlo así todo su poder y orgullo se fueron al piso.

I DON'T WANNA CRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora