Capítulo 17: Un Corazón Herido Sangra cuando Late

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El rubio se quedó mirando la foto que seguía en el suelo, sentía como las lágrimas invadían sus ojos impidiéndole ver con claridad. Pero de pronto un estuche se le atravesó en su campo visual y al enfocar bien vio la mano de Gozaburo que sostenía un anillo de compromiso.

Gozaburo: Si aceptas tendrás que convencer a Seto que lo que siempre buscaste era la fortuna Kaiba... y al no avanzar con él aceptaste mi interés por ti... que has obtenido lo que realmente querías.

Joey: Yo... yo... no creo poder hacer eso.

Gozaburo: Bien... yo me encargo de todo entonces... tú sólo tienes que lucir hermoso para mí y mantener tu bella boca callada – Toma la mano del rubio y le coloca el anillo - ¿Estás de acuerdo?

El mayor ve al chico asentir al tiempo que lágrimas salían de sus ojos color miel, no puede evitar sonreír al sentirse ganador. Ahora no sólo tendría de vuelta al frío genio de Kaiba Corp, sino que había ganado una bella mascota en el proceso.

Pero no le iba a ser tan sencillo, de pronto Joey dejó de llorar y con una mirada llena de furia le miró, su respiración era agitada por el llanto, pero ya no estaba asustado. Era realmente increíble los cambios de humor de ese rubio.

Joey: No se saldrá con la suya... si desea separarnos tendrá que matarme – Se quita el anillo y lo tira al suelo – a mí nunca va a tenerme.

Gozaburo: Allá tú... si puedes vivir con tres muertes sobre tu conciencia por mí está bien.

Joey: Sabe una cosa... no le creo – Se aleja un par de pasos tratando de recuperar el aire perdido y un poco el valor también – no creo que se arriesgue a que lo metan preso.

Gozaburo: Tal parece que no entiendes el alcance de mi poder – Vuelve a su asiento y le mira desde ahí – ¿Acaso sabes cómo llegue al lugar en el que estoy?

Joey: No lo sé ni me interesa saberlo.

Gozaburo: Pues te lo diré de todas maneras – Abre una gaveta y saca de ella un revolver blanco con empuñadura de madera la cual pone sobre el escritorio – simplemente me deshice de los estorbos – Mira al chico como un lobo hambriento – y si tengo que matar de nuevo no me molesta... entiendes lo que te digo.

Joey se quedó viendo el arma de fuego mientras sentía que se le congelaba la sangre, era verdad que mientras estuvo con Hiro y Duke tuvo que aprender a cuidarse y no caer en las manos de las malas pandillas. Pero también era cierto que Hiro se encargaba de protegerlos en todo momento.

Ahora sentía que no tenía escape, había tratado de todo, hasta confrontar al "enemigo". Pero la realidad era que no iba a poder hacer nada más que acceder al trato de ese animal para salvar la vida de sus seres queridos.

Gozaburo: ¿Y bien? ¿Ese anillo va a seguir tirado en el suelo? – Preguntó al tiempo que tomaba el arma y revisaba que estuviera cargada, sonrió al ver la mirada de derrota del rubio y agacharse para tomar el anillo y volverlo a colocar en su dedo – mucho mejor querido Joey – Guarda el arma en el cajón – por cierto... en dos horas te espero en la mansión... puedes retirarte.

Joey no tardó ni un segundo en abandonar esa oficina y el edificio, al salir corrió sin rumbo fijo por varios minutos. Necesitaba pedir ayuda a alguien, pero no tenía a quién acudir en ese momento, desde la mañana recibió una llamada de Eriol, ese día no iría a trabajar porque iba a despedir a su hermana al aeropuerto y después pasaría la tarde con Yue y Toya mientras buscaban un edificio para instalar una sucursal de la compañía de Toya, aparte, esa misma mañana recibió una inesperada noticia.

I DON'T WANNA CRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora