Punto de vista de Mio
Estaba practicando con Elizabeth (mi bajo), pero de repente se le rompió una cuerda.
- Vaya, ya iba siendo hora de cambiarle las cuerdas. Voy a buscar cuerdas nuevas.
Pero me tomé la sorpresa de que no tenía más, entonces me dije a mí misma que al día siguiente iría a la tienda de música.
Me puse a leer pero apenas pasaba las páginas. Me sentía incómoda.
- Si mañana voy a la tienda de música, ¿por qué me siento así? - me pregunté.
Miré por la ventana y vi el bonito cielo estrellado.
- Es hermoso - pensé-. Me gustaría salir a ver las estrellas, además no es común en esta época del año. De paso puedo aprovechar para ir a cambiar las cuerdas de mi bajo.
Miré la hora, eran las siete y media. Si iba a salir tenía que hacerlo en ese momento.
Dudé un poco pero finalmente decidí ir. Guardé a Elizabeth en su funda y me la puse en el hombro.
Bajé las escaleras y dije en voz alta:
- Mami, papi, ¡voy un segundo a la tienda de música a cambiar las cuerdas de mi bajo!
- Pero hija, la cena está casi lista, ve mañana - me dijo mi mami.
- ¿No podría cenar rápido? Además quería salir a ver las estrellas.
- Bueno, de acuerdo, por esta noche está bien - me dijo mi papi.
Dejé a Elizabeth en la entrada.
Mi mami sirvió la cena, un kurimu shichu, me tomé la sopa y comí rápidamente, y me despedí de mis padres.
- ¡Ahora vuelvo! - les dije, poniéndome mi chaqueta.
- ¡Ten cuidado! Y no te demores - me pidió mi mami.
Tomé mi bajo y me crucé mi bolso. Salí de la casa y comencé a caminar rumbo a la tienda de música. Justo antes de salir del vecindario me pregunté:
- ¿Será que le pido a Ritsu que me acompañe?
Pero después de reflexionar un momento pensé:
- No, mejor no la molesto, después de todo solo voy a comprar cuerdas nuevas, y tengo mucha prisa.
Caminaba rápido, casi corriendo, por lo que no miré hacia el cielo en todo el camino.
Cuando llegué, vi que el vendedor ya estaba a punto de irse, ya se había cambiado el uniforme.
- ¡Buenas noches! Llego demasiado tarde, ¿verdad?
- Evidentemente, voy a cerrar.
- No pasa nada, volveré mañana - le dije, algo avergonzada.
Hizo una pausa, estaba pensativo. Finalmente me dijo:
- Vale, por ti haré una excepción, ¿qué necesitas?
Al vendedor lo conocía desde hacía tiempo, desde que acompañé a Ritsu a comprar sus primeras baquetas. Desde ese entonces hemos ido a su tienda incontables veces, por lo que nos conoce muy bien.
- Vine por cuerdas nuevas - le respondí.
Él fue a buscar unas y me preguntó:
- ¿Te las pongo?
- No, gracias, así está bien - le respondí, mientras sacaba mi billetera.
Le pagué y le agradecí, y salí de la tienda.
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Mi dulce Ricchan
Fanfiction"Creo que serías muy popular entre las chicas si fueras un chico." Esa frase sonaba una y otra vez en la mente de Mugi, y cada vez se sentía más confundida sobre lo que sentía por Ritsu.