La ilusión de Ritsu

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Punto de vista de Ritsu 

Si eso era un sueño, no quería que se terminara. No dejé de sonreír estando acostada, y después de dormirme soñé con Mio. Estaba bien ser romántica de vez en cuando, ¿no? De todos modos, nadie además de yo podía estar dentro de mis sueños y fantasías. 

En el sueño, estábamos en la época victoriana, una de las épocas favoritas de Mio, en una plaza. Parecía que yo hubiera viajado en el tiempo, porque mi ropa y mi batería eran las de siempre. Quería impresionar a la dama vestida con un vestido de lino azul pastel y un peinado de rodete y trenzas tocando la batería, y empecé a hacerlo de la forma más genial. Ella se volteó y me aplaudió, con una sonrisa deslumbrante y linda. Varias palomas blancas volaban detrás.       

Ya era de día, y observé que Mio se movió un poco. 

- Mi Mio ya se está despertando - pensé, con esa ternura que no solía tener. 

Primero el sueño, luego ese pensamiento. ¿El amor tenía que ser tan cursi? Al parecer sí. Sin embargo no se sentía mal, no me molestaba. Sólo era algo nuevo. El hecho de que mi fantasía de que ella se hiciera mi pareja me alborotó los sentimientos que llevaba guardados, y no sé si podría ocultarlos por mucho tiempo. Deseaba que mis amigas, que ya eran como hermanas, lo supieran.

Sawa-chan interrumpió lo que estaba pensando abriendo la puerta emocionada. 

- ¡Despierten todas! ¡Les tengo que mostrar las camisetas! - exclamó - Oh, Ricchan, ¿estabas ya despierta? 

- Realmente dormiré un poco más - me reí, y cerré los ojos de nuevo. 

- ¡Noo, no me hagas esto! - dijo Sawa-chan, y me zarandeó un poco. 

- Buenos días - dijo Mugi, adormilada, pero apenas vio las camisetas se le iluminó la cara -. ¡Quedaron increíbles, me encantan! Ricchan, ¡tienes que verlas! 

- Cinco minutos más... - murmuré. 

Mio bajó la cremallera de su bolsa de dormir.     

-  ¡Hiciste un diseño que hasta parece un logo oficial de nuestra banda! - exclamó admirada. 

- Hicimos - le corrigió Mugi -. ¡Para las camisetas le ayudé también a Sawako-sensei, y esa era la segunda sorpresa! 

- ¡Quiero ver! - exclamé, sentándome -. ¡Wow, estaremos a juego! - dije, viéndolas. 

- Felicidades, Sawako-sensei y Mugi-senpai! - las felicitó Azusa, que se levantó. 

- Yui, ¡no te lo pierdas, es hora de que te levantes! - le dije a Yui. 

- Cinco minutos más... - murmuró, al igual que lo hice yo hacía unos minutos. 

Mugi sacó una bolsa de pan y un tarro de mermelada, el cual abrió. Era mermelada de melocotón. 

- Mm, huele a mermelada - dijo Yui, abriendo los ojos. 

- Claro que sí, vamos a desayunar - le respondió Mugi con su sonrisa afable. 

Yui se levantó contenta, y se emocionó cuando vio las camisetas. 

- Escuché que ayudaste de nuevo a Sawa-chan, Mugi-chan, ¡cuánto talento y dedicación! 

-  Gracias Yui-chan, ¡la verdad aprendí mucho!

- ¿Le pusieron el logo a la camiseta con serigrafía? - preguntó Azusa. 

- ¡Sí! - respondieron Mugi y Sawa-chan casi a la vez.  

Desayunamos juntas, y luego Sawako-sensei se fue porque tenía que ir a ayudar a organizar algunas decoraciones y preparar la llegada de la gente. De una vez nos vestimos, poniéndonos nuestras camisetas. 

Mi dulce RicchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora